martes, enero 31, 2017

Crónicas de una despedida (5): Allí donde todo empezó, allí donde todo terminará

Cassini reúne las imágenes más espectaculares de los anillos de toda su misión.

Cuando las reservas de combustible, que permiten a la sonda mantenerse estable y en la orientación correcta con respecto a la Tierra, se iban aproximando, lenta pero inexorablemente, a su completo agotamiento, se discutió mucho sobre lo que se podía hacer con ella. Al fin y al cabo, existiendo varias lunas con potencial biológico seguir en activo hasta el mismo final y dejarla abandonada en órbita alrededor de Saturno no era una opción. En un futuro podría haber colisionado con alguna de ellas, con el riesgo de contaminación. Finalmente se decidió por la única solución viable, incinerarla en la atmósfera del planeta. Pero también que lo hiciera a lo grande, que alcanzara en su última etapa de existencia algunos de sus logros más espectaculares. Entre ellos imágenes que se conviertan en un icono de todo lo que representó esta misión.

Y no podemos más que reconocer que lo está consiguiendo, y que desde su órbita actual, que la lleva a cruzar el plano de los anillos una vez por semana y pasando muy cerca de su borde exterior, representado por el anillo F, está desvelando la intrincada maravilla de esta estructura planetaria mejor y más profundamente como jamás lo había hecho antes. De Cassini tenemos miles de fotografías de los anillos, pero lo que nos esta ofreciendo ahora simplemente es imposible describirlo con palabras.

Solo una vez Cassini se aproximó tanto a los anillos de Saturno, y fue hace 12 años, el mismo día en que después de un largo viaje alcanzaba el planeta y procedía a una delicada maniobra de inserción orbital. Durante esos momentos el equipo en tierra no quiso desaprovechar el momento y se realizaron algunas tomas, pero aunque preciosas y científicamente cargadas de información, no tenía en detalle de las actuales, ya que solo observaron las partes retoiluminadas, mientras que los tiempos de exposición de la cámara fueron reducidos para minimizar el efecto de la propia velocidad de Cassini en estos momentos, cuando cruzó el plano de los anillos.

Las actuales, en cambio, se están obteniendo desde todos los ángulos de iluminación, y aproximándose a ellos de forma repetida."Como la persona que planificó las imágenes iniciales de los anillos durante la inserción orbital, y que seguían siendo nuestra visión más detallada de los anillos de los últimos 12 años, estoy sorprendida por la inmensa mejoría que representan ", explica Carolyn Porco, del equipo de imágenes de Cassini."Lo adecuado era que debíamos irnos con las mejores vistas de los anillos de Saturno jamás logradas". 

Y así está siendo. Unas imágenes sobrecogedoras, que en cierta forman cierran un círculo que empezó hace 12 años. Los anillos fueron los grandes protagonistas de esos emocionantes y tensos primeros momentos en Saturno, y los anillos serán los que protagonicen último capítulo de esta maravillosa historia, que terminará allí donde todo empezó. 
 
El interior del anillo B, con un nivel de detalle que dobla la de cualquier imágen de el enviada anteriormente.

Una onda de densidad en el anillo A de Saturno (a la izquierda), acumulación de partículas creadas por la gravedad de las lunas Janus y Epimetheus, que comparten la misma órbita alrededor de Saturno. En otros lugares, la escena está dominada por la estela de un reciente paso de la pequeña lunita Pan.

Otra zona del anillo A, igualmente con un nivel de resolución que dobla lo visto anteriormente. La vista contiene muchas manchas pequeñas y brillantes debido a los rayos cósmicos y a la intensa radiación de la zona.

Close Views Show Saturn's Rings in Unprecedented Detail

lunes, enero 30, 2017

La danza de los mundos

Observando otro Sistema Solar en movimiento.

A unos 129 años-luz de La Tierra se encuentra HR 8799, una joven estrella que desde hace años atrae la atención de los astrónomos. No es para menos, ya que a su alrededor se mueve un sistema planetario múltiple, una familia de 4 exoplanetas que, junto a Formalhaut b, tienen el honor de ser los primeros cuya existencia fue confirmada de forma directa. Es decir, fuimos capaces de verlos, no solo deducir su presencia por el efecto gravitatorio que genera en su Sol o la fluctuación de la luminosidad si pasa por delante con respecto a nosotros, como son actualmente la mayor parte de los descubrimientos. Aquí no hay "peros", por minúsculos que sean. Están ahí, frente a nuestros ojos.

Visibles y extraños, ya que presentan una inusual resonancia 1:2:4:8, lo que significa que el período orbital de cada planeta está en una relación casi precisa con los otros en el sistema. Por cada viaje alrededor de su estrella que hace el más lejano, los siguientes hacen 2, 4 y 8 respectivamente. Una danza planetaria realmente extraordinaria en todos sus aspectos. No es extraño que llame tanto la atención a no pocos apasionados a la astronomía, y que inspire a algunos de ellos para ofrecernos regalos maravillosos, fruto de un concienzudo trabajo. Este es el caso de Jason Wang, estudiante graduado de la rama en la Universidad de California del proyecto Nexus for Exoplanet System Science.

Utilizando imágenes obtenidas por el observatorio W.M. Keck durante un período de siete años, con la luz estelar tapada para permitir captar su tenue resplandor, el trabajo de Wang ofrece una visión de estos cuatro exoplanetas en movimiento."Los datos fueron obtenidos durante 7 años a partir de uno de los telescopios Keck por un equipo de astrónomos (Christian Marois, Quinn Konopacky, Bruce Macintosh, Travis Barman y Ben Zuckerman). Christian redujo cada una de las 7 momentos en que se captaron datos en 7 frames. Entonces generé la película usando una interpolación de movimiento de esos 7 cuadros en 100 para conseguir un vídeo suave, como si pudiéramos observarlos cada mes desde la Tierra".

El resultado final es sin duda espectacular, especialmente si somos conscientes de estar viendo, directamente con nuestros ojos un sistema planetario moviéndose alrededor de su estrella, tal como hacemos nosotros. Llegará el día, esperemos, en que el avance de la tecnología de observación astronómica poder ver cosas como esta forme parte de una soñada normalidad. Pero de momento siempre podremos contar con gente entusiasta y hábil, que sea capaz, como en este caso, de llevarnos a las puertas de un futuro cada día más próximo.

Imagen del HR 8799 (izquierda) tomada por el Hubble en 1998, procesada para eliminar la luz estelar (centro), e ilustración del sistema planetario (derecha).

Four Planet System Directly Imaged In Motion

domingo, enero 29, 2017

Post Vintage (215): Puntos en el vacío

Todos los planetas cabrían entre La Tierra y La Luna.

El Sistema Solar ocupa un espacio de proporciones colosales, al menos desde el punto de vista de una civilización como la nuestra, que apenas está adentrándose en el y cuya tecnología no le permite, hoy día y seguramente hasta un futuro a muy largo plazo, soñar con ir más allá. Una sonda interplanetaria puede tardar años en alcanzar su objetivo, a pesar de moverse a velocidades que a escala terrestre parecen extremadamente rápidas, e incluso un mundo que podemos considera "al lado de casa", como es el caso de Marte, está a meses de distancia.

Y es que el Sistema Solar es inmenso, pero también extremadamente vacío. Si dispusiéramos de la capacidad de lanzar objetos a velocidades lumínicas desde La Tierra y lo hiciéramos de forma aleatoria en todas direcciones, la posibilidad que pasara ni tan solo cerca de alguno de sus planetas sería mínima, casi nula. Aunque en imágenes y en todo tipo de representaciones planetarias Júpiter y Saturno puedan parecer gigantescos, en realidad, en relación al espacio total dominado por el Sol, incluso ellos representan poco menos que un punto en un abismo de oscuridad. Por no hablar del resto de la familia. Viajar entre mundos es como cruzar un océano inconmensurable para alcanzar una diminuta isla situada en algún lugar más allá del horizonte.

Y para comprender mejor este concepto de los planetas como poco menos que puntos comparados con la inmensidad que ocupan nada mejor que agruparlos y observar, como muestra esta representación artística, que todos ellos, tocándose unos con otros, cabrían en el espacio que existe (hablando siempre de distancia media, 384.400 Kilómetros) que existe entre La Tierra y La Luna, e incluso sobraría espacio, para los más nostálgicos, de incluir al pequeño Plutón. Así es nuestro reino planetario, y por extensión la de cualquier otra estrella, un vacío con unos pocos y diminutos puntos de luz. Algo que debemos tener muy en cuanta a la hora de valorar en su justa medida lo que representa que seamos capaces de llegar hasta ellos.

El Sol (de aproximadamente 1.300.000 Kilómetros de diámetro) y sus compañeros planetarios. Entre la órbita de Mercurio y la de Neptuno se abre un abismo de más de 4.500 Millones de Kilómetros, que es aún mayor si nos movemos más allá, hasta la de algunos de los planetas enanos recientemente descubiertos.

Las representaciones del Sistema Solar suelen trasmitir la sensación de falta de espacio, como si entre los planetas fuera realmente dificil moverse sin toparse con ellos. No poca gente lo cree realmente.

Una representación mucho más cercana a la realidad. Pero incluso aquí, por razones prácticas, los planetas se siguen viendo mucho mayores de lo que se verían en realidad.

La Tierra desde Marte, visto desde la superficie (Curiosity). Todos los planetas del Sistema Solar cabrían en ese pequeño punto de luz.  

You Could Fit All the Planets Between the Earth and the Moon

sábado, enero 28, 2017

El retorno de los perdidos

PROCYON, la pequeña sonda que exploró el mismo cometa que Rosetta.

Acompañó a Hayabusa 2 en su lanzamiento, una pequeña pasajera "extra" oculta bajo el resplandor mediático de esa primera, la gran apuesta de la JAXA para la exploración de asteroides. También ella tenía metas parecidas, en este caso 2000 DP107. Pero nunca tuvo oportunidad de alcanzarlo al fallar su sistema de impulsión iónica, quedando abandonada en órbita solar. Aunque la expresión "abandonada" dista de ser la palabra adecuada, porque su equipo en tierra nunca la dio por perdida, y busco para ella nuevas metas. 

Al fin y al cabo la pequeña PROCYON, un proyecto de bajo coste desarrollado por la Universidad de Tokyo, con apenas 65 Kilogramos de masa y dotada de dos instrumentos ópticos, seguía operativa más allá de sus problemas de propulsión. ¿Era posible encontrarle otros objetivos? Ese fue el incansable esfuerzo de su equipo en tierra. Finalmente este fue recompensado de una forma inesperada poniendo a su alcance a un objetivo realmente importante y ya famoso por razones que no es necesario recordar: El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, que a finales de 2015 estaba lo suficientemente cerca de la pequeña sonda como para que su pequeño pero no por ello menos potente telescopio LAICA fuera capaz de captarlo y extraer no poca información científica, como medir la cantidad de agua emitida y captar con claridad la estructura de su Coma, la envoltura de gas y polvo que forma la "cabeza" de un cometa activo.

Y en eso último hizo un mejor trabajo que la propia Rosetta, que sumergida en ella en aquellos días, no podía ofrecer por tanto una visión en conjunto. Igualmente las mediciones sobre la cantidad de agua emitida realizadas por PROCYON, de carácter global, se podrán combinar con las realizadas por la sonda europea para dar forma a nuevos modelos que expliquen mejor la actividad del cometa. Un trabajo en equipo con espléndidos resultados, fruto de que esta pequeña sonda japonesa estaba en el lugar y el momento adecuado de forma fortuita, ya que lógicamente nada de esto estaba en el plan original y esta sonda no tiene, por el fallo de su impulsor iónico, capacidad de redirigir su trayectoria. En ocasiones el habitualmente hostil espacio recompensa a los que no se rinden. Y la JAXA sabe mucho de eso.

Más allá de estos logros concretos este éxito representa el primer éxito científico de una microsonda en el espacio profundo. Teniendo en cuenta que estas resultan notablemente más baratas que son "hermanas mayores", esto podría dar un impulso a otros proyectos parecidos, abriendo la exploración del Sistema Solar a una nueva clase de exploradoras, más sencillos, menor potentes, pero por eso mismo más sencillos de financiar y construir.¿Veremos algún día una flota de innumerables pequeñas sondas, en solitario o en grupo, explorando otros mundos? El tiempo dictará sentencia, pero PROCYON nos demostró que es realmente posible.

Imagen procesada para mostrar la línea espectral del hidrógeno del cometa 67P en unidades de Rayleigh (panel superior) tomada por el telescopio LAICA el 13 de septiembre de 2015.

Diagrama del proceso de formación de átomos de hidrógeno en un coma cometario. La mayor parte procede de la disociación de las moléculas de agua por la radiación ultravioleta, o la de un radical OH. Al considerar estos mecanismos se pueden estimar las tasas de liberación de agua a partir de un mapa de brillo de los átomos de hidrógeno, que fue lo que hizo PROCYON. 

Lost Japanese Spacecraft Has Made a Key Measurement on Rosetta's Comet

viernes, enero 27, 2017

El mundo de Juno

Nuevas y espectaculares imágenes de Júpiter.

Juno es una sonda que vive en el limbo entre el éxito y el fracaso. Sin haber podido aún entrar en su órbita científica definitiva, debido a las dudas que existen sobre las válvulas de combustible de su sistema de impulsión, el resultado aún pende de un hilo. Si finalmente se da luz verde a una nueva y definitiva maniobra de ajuste orbital, que implica un largo encendido de su motor para frenar lo suficiente, y esta se completa con éxito, se podrán aún cumplir sus planes, aunque quizás con un calendario más limitado. Si no ocurre, las sombras del fracaso rodearan invariablemente la valoración final de esta misión.

Pero incluso en el peor de los casos podemos estar seguro que nos dejará un espléndido legado. Especialmente por parte de JunoCam, un instrumento secundario para la misión, pero que al estar orientado hacia el gran público, dejando que sea este el que elija los objetivos para observar, podemos estar seguros que no nos decepcionará, al menos en tiempo que siga en activo. El duro ambiente de radiación joviana pasa factura, y a diferencia de los instrumentos principales, no dispone de una protección tan reforzada, por lo que su carrera contra el tiempo es incluso más frenética. Pero vale la pena cuando nos ofrece maravillas como esta.

Juno tomó esta foto de las latitudes septentrionales de Júpiter el 11 de diciembre de 2016, cuando la sonda sobrevoló el planeta, pasando a solo 16.600 kilómetros por encima de las nubes de Júpiter. Esta impresionante vista, que permitió captar con un esplendor sobrecogedor la turbulenta atmósfera joviana, también capturó de forma fortuita a NN-LRS-1, conocida como la Pequeña Mancha Roja (abajo a la izquierda). Es el tercer óvalo rojizo más grande del planeta, que los observadores terrestres han rastreado durante los últimos 23 años, y que como sus hermanos se trata, aunque en ocasiones se la denomina tormenta, de un colosal sistema anticiclónico, un vórtice donde los vientos circulación alrededor de una región central de altas presiones.

No es una gran cámara, y dista mucho de ser la que se pondría en una sonda si se tuviera realmente la intención de tomar imágenes de su objetivo. Pero Juno tiene metas diferentes. Pese a ello la cercanía a las capas nubosas de Júpiter, aunque sea durante momentos fugaces, unido al carácter "democrático" al que esta sujeta, precisamente gracias a que esta libre del duro programa de captación de datos científicos que rigen a sus hermanos mayores, hace que JunoCam algo muy especial. Estas imágenes son un testigo de ello. Solo tener la oportunidad de ver cosas como esta ya justifican el viaje de Juno, sea cual sea su destino final.

Algunos de los detalles de esta reciente visión de Júpiter. Un turbulento mar de nubes, tormentas y sistemas anticiclónicos, la parte más externa y visible de un mundo gaseoso.

Otra de las maravillosas panorámicas captada por JunoCam el 16 de Diciembre de 2016. En ella  resalta la séptima de las ocho "cadena de perlas" jovianas,  masivas tormentas que aparecen como óvalos blancos en el hemisferio sur. Desde 1986, estos han variado en número de seis a nueve. Actualmente hay ocho visibles.

Juno’s Close Look at a Little Red Spot

jueves, enero 26, 2017

Maravillosos 13

Opportunity cumple 13 años en el planeta rojo.

Ya se está convirtiendo en una rutina, una maravillosa y esperemos duradera rutina. Una tras otra las hojas del calendario van cayendo, las previsiones sobre su posible durabilidad, incluso las más optimistas, han quedado ya muy atrás, y lejos de estar arrastrándose hacia un cercano final, sigue plenamente operativo. Con algunos problemas técnicos, porque la edad y el duro ambiente marciano no perdonan ni al más resistente, con varios de sus instrumentos ya fuera de servicio, pero aún capaz tanto de moverse grandes distancias como de seguir reuniendo información científica más que valiosa con los que aún siguen en activo. Después de tanto tiempo, ese es mucho más de lo que podríamos haber soñado.

Opportunity llegó a Marte un 25 de Enero de 2004, y desde entonces lleva recorridos más de 42 Kilómetros. No es necesario recordar por todos los lugares visitados, todos los contratiempos superados, todos los descubrimientos realizados. Llevamos más de una década hablando de ello. Pero si mirar hacia adelante, hacia un futuro que aún parece amplio pese a todo, avanzando actualmente hacia su siguiente gran objetivo, y quizás, solo quizás, soñar ya con lo que vendrá después. Ya ni el hecho de ser conscientes de que cada día puede ser el último impide ya que lo hagamos. Son demasiados días superado, miles en realidad, que es dificil ya que esa advertencia haga efecto en nosotros. Nuestro corazón quiere creer que siempre estará ahí, aunque en el fondo la testaruda voz de la razón nos advierta que tarde o temprano se hará el silencio. Y sabemos que es cierto. Pero nos dejamos llevar por este sueño, queremos dejarnos llevar por este sueño. Aunque eso implique un duro despertar.

13 años recorriendo el planeta rojo, tanto tiempo que existe ya una generación nacida ese 2004 que se aproxima ya a la adolescencia. Y muchos niños que presenciaron ese momento que ahora ya son jóvenes adultos. Es la historia de un pequeño explorador cuya existencia forma parte hasta tal punto de la normalidad, de lo que damos por supuesto, que cuando nos deje ya nada será lo mismo. Pero eso ya forma parte de un futuro que deseamos que sea lo más lejano posible del que algún día tendremos que hablar. Pero hoy es un día de celebración, de que Opportunity cumple unos maravillosos y espléndidos 13 años. Y que sean muchos más.

Adolescente Opportunity.

Aunque Curiosity cuenta con muchísima más energía disponible gracias a su generador termoeléctrico de radioisótopos, que le permite hacer funcionar todo su complejo instrumental, incluso en plana noche, esa misma ventaja implica que su tiempo de vida esta ya definido por el tiempo que dicho generador termine por agotarse. Paradójicamente el número de Soles (días marcianos) que podrá aguantar no esta lejos de la cifra actual de Opportunity, por lo que con casi total seguridad este se mantendrá por mucho tiempo como el explorador marciano de superficie más longevo.

Estábamos avisados. 

Exploration rovers

The first ever known extraterrestrial teenager, 13th anniversary of Opportunity on Mars

Opportunity

miércoles, enero 25, 2017

Camino a 2014 MU69

Como será, que se espera ver y cuales serán los pasos previos al encuentro con este pequeño mundo.

Plutón ya quedó atrás, muy atrás. Parece que fue ayer cuando marcaba una meta lejana y soñada, pero hoy ya forma parte de un pasada maravilloso del que solo queda el recuerdo. El tiempo pasa realmente rápido. Pero no hay descanso para la New Horizons, la cual, una vez "liberada" de todo el cargamento de imágenes y datos reunidos durante su encuentro plutoniano, mira ya hacia adelante, hacia un pequeño punto de luz situado a 18 meses de distancia. Cuando ocurra se convertirá en el mundo más lejano visitado por la Humanidad, un momento fugaz, ya que pasará a una velocidad relativa de 14 Kilómetros/Segundo con respecto a un cuerpo celeste posiblemente (aunque no lo sabemos con seguridad) no mayor de 45 Kilómetros de diámetro. Pero durante unas horas se espera ser capaz de reunir suficiente información para desvelar su naturaleza, así como imágenes suficientemente buenas para desvelar claramente detalles de la superficie.

"No sé si tendrá es aspecto de una mora, con pequeños bultos unidos entre ellos...o si va a ser un fragmento de un cuerpo más grande", explica Will Grundy, co-investigador del equipo New Horizons del Observatorio Lowell. "Pero va a ser muy divertido, y todo esto comenzará a ocurrir a finales del próximo año". Los científicos no están seguros del tamaño exacto del objeto, su forma, velocidad de giro, color, o si tiene lunas o anillos. "Es básicamente una fuente puntual", refiriéndose a su apariencia en las imágenes del Telescopio Espacial Hubble."No hemos visto compañeros, pero no somos suficientemente sensibles para captarlos. Realmente no sabemos cual es su período de rotación o la amplitud de su curva de luz. Parece que podría ser de color rojo, pero el margen de error es muy amplio"

Alan Stern, investigador en jefe de la misión New Horizons cree probable de que 2014 MU69 sea un resto de los hielos y fragmentos de roca que formaron objetos más grandes en el sistema solar exterior. "Los pequeños objetos del Cinturón de Kuiper como MU69, al que sobrevolaremos en 2019, se cree que son los bloques de construcción de los pequeños planetas como Plutón y los otros". De ahí en interés por visitar lo que podría ser un fragmento inalterado de los primeros tiempos del Sistema Solar.

Lo que New Horizons desveló en Plutón no hace sino aumentar el interés."Una cosa que hemos aprendido es que los planetas pequeños pueden ser tan complejos como uno grande, y eso realmente sobrepasó nuestras expectativas", explica Stern. "No pensábamos que un mundo del tamaño de Norteamérica podría ser tan complejo como Marte o como la Tierra, y sin embargo eso es lo que encontramos. Además, también encontramos que Plutón está geológicamente vivo, incluso hoy en día está esculpiendo nuevas estructuras, y que hay flujos glaciales y otros tipos de actividad en la superficie que no pensábamos que podría suceder miles de millones de años después de su formación. Dábamos por supuesto que ya se habría enfriado y  habría agotado la energía interna, pero, de hecho, no es eso lo ocurrido, y esos dos descubrimientos realmente cambiaron el paradigma de la ciencia planetaria y estimularon nuestro apetito por la exploración futura del Cinturón de Kuiper".

Pero lograrlo no será sencillo. En realidad representa un reto mayor que Plutón, del cual conocíamos con bastante exactitud su órbita, velocidad de desplazamiento y posición en cada momento. Incluso se tenía una ligera idea de lo que se podía ver y donde, hasta el punto que el sobrevuelo se diseñó con mucho cuidado para que el hemisferio que estuviera mirando hacia la sonda durante la máxima aproximación coincidiera con la que parecía la mayor estructura del planeta, una enorme mancha de color brillante que ahora conocemos como Sputnik Planum. Nada de eso será posible con 2014 MU69, del que no sabemos casi nada, incluido su posición y desplazamiento exacto. En esto el Hubble y el telescopio GAIA, deberán ofrecer los datos necesarios para ajustar la trayectoria de la sonda.

El plan actual implica que New Horizons pase a unos 3.000 kilómetros de distancia, suficientemente cerca para que la cámara principal de la sonda pueda captar la superficie con cierto detalle. Pero no es una cifra ya establecida, ya que muchas cosas pueden cambiar los próximos meses, a medida que nuevos datos permitan ir dando forma a un escenario más claro. Así, a finales de este año, se espera que 2014 MU69 protagonice una ocultación estelar, pasando por delante de una estrella concreta. De ahí es posible que se saquen datos sobre su forma y tamaño, así como la posible presencia de lunitas, anillos o nubes de partículas. Si así fuera el caso la sonda sería enviada a mayor distancia por motivos de seguridad. También existían planes parecidos con Plutón, pero al final no fueron necesarios. Veremos si aquí ocurre lo mismo.

"A medida que aprendamos más acerca de la órbita de MU69 y sepamos exactamente a donde nos tenemos que dirigir, ejecutaremos algunas correcciones de trayectoria, posiblemente hasta 10", explica Helene Winters, directora del proyecto New Horizons en la Universidad Johns Hopkins.Ya se han realizado cuatro, y una 5ª está programada para el 1 de Febrero. La seguirán otras, de eso podemos estar seguros. Mientras tanto la programación de la que será una apretada agenda de toma de datos e imágenes ya está en desarrollando, aunque como la propia trayectoria de la sonda seguramente será revisada, actualizada y reescrita al ritmo de las nuevas informaciones que vayan llegando.

El viaje hacia MU69 justo acaba de comenzar, pero será esta más rápido si se le compara con la larga espera que afrontamos hasta llegar a Plutón. No podemos esperar algo tan espectacular con este último, pero para los astrónomos representa poder alcanzar los restos helados de lo que un día dio forma a nuestro Sistema Solar, llegar el principio del camino que llevó hasta nosotros, y que seamos ahora los que vamos a su encuentro. Así de importante es la odisea de la New Horizons, así de trascendente es que lo logremos, así de afortunados somos de poder vivirlo.

El salto desde Plutón hasta MU69, del que lleva algo más de 1/3 del viaje. El descubrimiento y selección de este objetivo fue realizada poco antes del paso por Plutón, siendo de los pocos que estaban al alcance de la sonda  y su capacidad de corregir su trayectoria. Fue una suerte encontrarlo, ya que de lo contrario un encuentro cercano con un objeto de esta clase de debería haber descartado por completo.

2014 MU69 desplazándose sobre el fondo de estrellas. Un tenue punto de luz es casi todo lo que es este pequeño mundo para nosotros. En los próximos 18 meses las cosas cambiarán radicalmente.
 
Hubble y Gaia deberán aportar datos clave que permitan definir con exactitud el movimiento orbital de MU69, con los cuales el equipo de navegación de la New Horizons podrá ir afinando la trayectoria de la sonda.

El telescopio infrarrojo aerotransportado SOFIA apoyará también el viaje de New Horizons, al seguir la ocultación estelar que MU69 protagonizará a finales de año. Dada la estrecha y en rápido desplazamiento franja de superficie terrestre donde se podrá observar, este ingenio, que en su momento estuvo virtualmente cancelado por los recortes presupuestarios de la Administración Obama, será ahora clave para esta misión a territorios desconocidos.

New Horizons to continue mission of discovery with Kuiper Belt encounter

martes, enero 24, 2017

Los pozos del abismo

Chandra nos ofrece la imagen de la mayor concentración de Agujeros Negros conocida.

Miremos atentamente esta imagen. Sin ninguna otra referencia lo primero que podemos imaginar es que se tratan de estrellas, una toma de nuestra galaxia, o quizás de una visión con mucho mayor profundidad, hacia los abismos intergalácticos, con una pléyade de galaxias llenando este pequeño fragmento del firmamento más o menos de la extensión de la Luna Llena. En ambos casos nos transmitirá una sensación de inmensidad, sin embargo la realidad que se esconde es mucho más sobrecogedora.

Resultado de una larga y concienzuda campaña del telescopio espacial Chandra, que estudia una pequeña zona de la bóveda celeste en el espectro de los rayos-X  a lo largo de 18 años, de 1999 a 2016, acumulando tiempo de observación hasta un total de 7,016,500 segundos (o lo que es lo mismo, 81 días), esta imágen combina toda esta información, revelando fuentes de rayos de alta energía, correspondiente a esta parte del espectro electromagnético. Cada uno de esos puntos representa una galaxia concreta, algunas situadas hasta a 12.000 millones de años-luz, casi en los albores de la existencia misma. Y solo conocemos un fenómeno astronómico capaz de causar dichas emisiones: Los agujeros negros. O mejor dicho, la materia que este esta "consumiendo", acelerada y calentada mientras cae hacia estos abismos gravitatorios, emitiendo ingentes cantidades de energía en el proceso, sobretodo en la parte más energética del espectro.

Podemos ver unos 5.000 puntos resplandecientes, de los cuales se estima que el 70% son agujeros negros masivos, como el que se esconde en el corazón de la Vía Láctea. Eso implica miles de pozos hacia el olvido, la más oscura eternidad imaginable. Panorámica sobrecogedora, al mismo tiempo que llena de interrogantes, y es que parece existir una pared invisible, una frontera situada a 12.600 millones de años luz, más allá de la cual todo intento de detección se encuentra con la nada más absoluta.¿Quizás estos súper agujeros negros solo se formaron a partir de ese momento? O quizás es que son demasiado tenue para que Chandra los pueda detectar, quizás escondidos dentro de galaxias por entonces mucho más polvorientas? No lo sabemos. La búsqueda de respuestas continúa.

Nuevamente levantamos la mirada hacia esa imagen. Para quien no sepa de que se trata es solo una fotografía negar tachonada de innumerables puntos luminosos. Pero en el momento que comprendemos su significado resulta dificil no tener una ligera sensación de vértigo, de asomarse hacia el abismo, y dentro de el atisbar puertas abiertas a un infinito inimaginable, a pozos que llevan aún más allá, a profundidades que desafían toda razón.

El observatorio espacial Chandra, lanzado en 1994 y desde entonces nuestro mejor observador de los fenómenos más energéticos de Universo.

Una representación artística de un súper agujero negro, rodeado de un disco de material en rotación acelerada alrededor de el, que se calienta y emite en rayos X, así como un haz de energía debido a los retorcidos campos magnéticos que lo rodean. 

My God. It’s Full of Black Holes.

domingo, enero 22, 2017

Post Vintage (214): La otra historia de La Luna

Recordando la odisea de las Lunokhod. 

Durante la década de los años 60 el enfrentamiento entre las 2 grandes superpotencias, EEUU y la URSS, tuvo como consecuencia una carrera espacial meteórica, donde la guerra no declarada entre ambos implicó una competición sin cuartel para alcanzar logros cada vez más espectaculares en este terreno, en alcanzar una victoria simbólica que demostrara su superioridad tecnológica (y por extensión, ideológica) con respecto al gran adversario. No sería exagerado decir que alcanzamos Marte, Venus y La Luna mucho antes de lo previsto, tan pocos años después del lanzamiento del primer Sputnik, gracias a esta época única, amenazante y llena de temor por el futuro, pero a pesar de ello, o quizás precisamente por eso mismo, el motor que nos impulsó hacia las estrellas con una fuerza nunca igualada.

La máxima expresión de esta lucha espacial sería la carrera por La Luna, donde los Apolo marcarían la victoria de los EEUU. Pero la URSS, aunque el total fracaso del proyecto N1 le impediría lograr nada parecido, desplegó una intensa actividad de exploración lunar, con una serie de misiones automáticas que lograron traer a La Tierra muestras de material lunar y, por encima de todo ello, el exitoso envío de los 2 Lunokhod, rovers que recorrieron La Luna, adelantándose varias décadas al primer rover estadounidense en otro mundo, el pequeño Sojourner marciano.

A lo largo de casi 1 hora este documental se adentra en la historia de las Lunokhod y el extraordinario trabajo de los ingenieros de la Unión Soviética durante esos años increíbles, mostrando los logros lunares que ocurrieron detrás del telón de acero, la lucha de gente que, al igual que sus rivales occidentales, soñaban en alcanzar a nuestra compañera celeste, y que vivieron esta carrera espacial con la misma intensidad y pasión que ellos. Es la otra historia de la Luna, la que nunca, oculta por el resplandor del éxito de los EEUU, nunca valoramos en su justa medida.
 
Ocultos detrás del resplandor de los Apolo, las Lunokhod marcaron un hito en la exploración espacial nunca del todo reconocido y que no sería igualado hasta la Sojourner en 1996. Y para aquellos que participaron en estos proyectos, unos momentos inolvidables.

Las Lunokhod, un prodigio de la tecnología que no tendría una réplica de parecido nivel hasta Spirit y Opportunity.

Los soviéticos en la Luna: Lunokhod

sábado, enero 21, 2017

Bajo el brillo de Plutón

Caronte bajo la luz cenicienta.

La misión de New Horizons en Plutón está ya historia, en el más amplio sentido de la palabra. Pero aunque ahora esta pequeña sonda ya solo mira hacia adelante, hacia nuevos horizontes, todo los datos enviados durante esos días frenéticos y ahora ya en nuestras manos y siendo analizados a conciencia siguen ofreciendo resultados, desvelando nuevas facetas de este fascinante mundo. Y uno de los últimos ahora publicados nos lleva a Caronte.

En la Tierra podemos ver, al menos en algunas ocasiones, el lado nocturno de La Luna. En circunstancias normales esta debería ser completamente invisible, sumida en una oscuridad total. Pero la luz reflejada por nuestro planeta, conocida como "cenicienta" las disipa levemente, suficiente para poder verla por completo, aunque la zona iluminada por el Sol solo sea creciente o decreciente. Por supuesto eso también ocurre la la inversa, como bien podemos apreciar en las noches de Luna Llena, aunque La Tierra refleja más luz por razones evidentes: Nubes, Océanos y hielos polares. Un fenómeno que podemos ver en las otras grandes lunas del Sistema Solar, aunque siempre bajo sus propias condiciones.

Caronte y Plutón no son una excepción. Estando tan cerca uno de otro, ambos cubierto de hielos de diversos tipos, era de esperar algo parecido, incluso teniendo en cuenta que la luz solar que llega hasta ellos es solo una pequeña fracción de la terrestre. Pero suficiente para que, aplicando a las imágenes los necesarios aumentos de brillo y contraste, sacar a la cenicienta plutoniana de su injusto olvido. De una extraordinaria belleza, pero también interesante para la ciencia, ya que incluso los tenues y apenas perceptibles cambios en el fantasmal brillo de Caronte pueden ofrecer nueva información sobre zonas que New Horizons no pudo observar.

Plutón y su sistema de lunas sigue fascinándonos, y cada nuevo detalle que se desvela es tan valioso como un diamante. Pasarán muchos años antes de que que regresemos físicamente a el, por lo que todo lo logrado por la New Horizons ese 15 de Julio de 2015, el pequeño mar de datos e imágenes logradas, es el mar de los sueños donde un y otra vez nos seguiremos zambullendo en busca de nuevas maravillas. Y seguro que aún quedan muchas por descubrir, brillando tenuemente bajo la luz cenicienta.

La Luz Cenicienta, la cara nocturna de La Luna iluminada por la Tierra. Algo parecido ocurre en todas las grandes lunas del Sistema Solar.

Otra de las últimas novedades presentadas: Un viaje hasta casi la superficie de Plutón construido a partir de un centenar de imágenes. 

Charon in ‘Plutoshine’

viernes, enero 20, 2017

Crónicas de una despedida (4): En el país de las maravillas

Cassini nos ofrece espectaculares fotografías de la pequeña Dafne.

Se las conoce como "órbitas del anillo F", ya que llevan a esta sonda hasta casi el borde mismo del anillo del mismo nombre, así como del contiguo y mucho más extenso A. Son pasos fugaces, trayectorias perpendiculares al plano de los anillos, pero en esos momentos dispone de una perspectiva y cercanía a ellos como nunca había disfrutado. Y también de la pequeña flota de lunitas pastoras que se mueven en su interior y ayudan a mantenerlos dentro de unos límites, evitando que se dispersen. De ahí el apelativo que reciben, sin duda más que justificado.

Una de ellas es Dafne, una lunita extremadamente pequeña, apenas unos kilómetros de diámetro, que se desplaza dentro del llamado "Keepler Gap", una zona vacía dentro del anillo A. Y su presencia se deja notar, ya que ella puede ser diminuta, pero las partículas que forman el anillo lo son aún más, por lo que su tenue gravedad es suficiente para generar un efecto visible en ella. En realidad espectacular, ya que forma ondas gravitatorias en ambos bordes. Las del lado interno, las que se situarían más cerca de Saturno, la preceden en su desplazamiento, mientras que las del lado externo se van quedado atrás, ya que su velocidad orbital es menor. El resultado es una auténtica tormenta dentro de Keeper, mientras que las partículas del anillo A intentan responder y adecuarse al tirón gravitatorio de esta lunita.

Eso fue precisamente lo que captó Cassini en su más reciente cruce de los anillos, Dafne y las "olas" generadas en su desplazamiento, y la propia lunita, pese a su pequeño tamaño lo suficientemente cerca como para revelarla en todo su esplendor, vislumbrando incluso algunos detalles de la superficie. El resultado no puede ser más hermoso, porque esa es la palabra. Y vendrán otras, como Pan o Pandora, al menos hasta el 22 de Abril, cuando un nuevo ajuste en su órbita ponga punto final a la oportunidad de seguir observándolas. Tarea que no es sencilla, ya que de la misma manera que su gravedad altera el entorno en que se mueven, también ellas, con su diminuto tamaño, lo son por las mareas gravitatorias de los propios anillos y las grandes lunas. Algo que no facilita programar estar tomas, y aumenta el mérito de imágenes como esta.

En definitiva, una nueva joya, otra más, para la ya larga historia de Cassini, que se aproxima ya de forma inexorable a su final. La echaremos mucho de menos cuando ya no esté.

Mientras Cassini intentaba "capturar" a Dafne, el 16 de Enero, tomó estas imágenes del vacío de Keepler desde solo 25.000 Kilómetros de distancia. Las ondulaciones en uno de los bordes son evidentes, fruto de las perturbaciones causadas por la elusiva lunita, así como la extrema complejidad del anillo A.

Dafne en imágenes tomadas tiempo atrás. Solo es apreciable como un punto y la sombra que proyecta, pero permite ver las ondas que genera en ambos lados de su camino.

Imaginando navegando cerca de Dafne

Amazing photos of tiny moons as Cassini orbits among the rings

jueves, enero 19, 2017

Un dragón hacia Venus

China desvela el prototipo de una futura sonda destinada a la exploración de este planeta. 

 Es algo innegable. Y es que el gigante asiático se está convirtiendo en el gran animador y revulsivo para la carrera espacial, el lugar hacia donde miramos esperando nuevas sorpresas y noticias en este ámbito. Motivos para hacerlo no faltan, ya que poco a poco sus planes para la exploración del espacio profundo cada vez parecen ampliarse más y más. Conocíamos sus objetivos marcianos, lunares, en diversos asteroides y Júpiter, sin olvidar toda una serie de observatorios orbitales y su futura estación orbital. Y ahora posiblemente podemos añadir un nuevo objetivo para China: Venus.

Así se mostró en la 18th China International Industry Fair, celebrada en Shanghai, donde hizo acto de presencia lo que parece ser un modelo, quizás un prototipo, de una futura sonda venusiana, perteneciente a la CASC (China Aerospace Science and Technology Corporation), principal contratista para el programa espacial chino. Una masa total de 2,35 toneladas, que incluiría una pequeña sonda atmosférica, y una antena de apertura sintética para cartografiar la superficie, son algunos de los primeros detalles desvelados. Poca información, pero suficiente para darse cuenta que, como en el caso de la sonda destinada a Marte, no hay intención de ir con lo justo en su primer intento. Bien al contrario, será una misión realmente ambiciosa. Si vamos, vamos con todo, podría ser su lema.

Aunque es cierto que ya se había hecho mención a Venus en los planes chinos, ahora ahora era solo una mención. Ahora, sin embargo, lo que era una idea parece que está tomado forma, y si bien aún no existe aprobación oficial ni fechas, se baraja el 2025 como posible año del lanzamiento. Parece dificil que no sea así. Si algo sabemos de China es que no muestra al público proyectos de este estilo si no se tiene la firme intención de hacerlos realidad. Y determinación no es algo que le falte precisamente al programa espacial chino. Llevan años demostrándolo.

Como ya hizo con la Luna, consiguiendo el primer alunizaje controlado después de décadas de abandono por parte del resto de potencias, China parece querer abrir también un nuevo y activo programa de exploración del "gemelo terrestre", precisamente en un momento en que la NASA nuevamente le está dando la espalda y centrándose en Marte y los asteroides, y la ESA mira igualmente hacia el planeta rojo, Mercurio y Júpiter, a pesar de que la comunidad científica no deja de marcar su exploración como una prioridad. Y es aquí donde la aparición de nuevos jugadores, de nuevas naciones que quieren construirse su propio camino hacia las estrellas, cobra importancia, creando oportunidades que habrían sido dificil alcanzar solo con las "viejas potencias". A pesar de todo vivimos tiempos maravillosos. Al menos en este aspecto. 
 
La futura sonda a Venus, en lo que parece un prime modelo, un prototipo de lo que se quiere construir. Destaca lo que parece una sonda atmosférica protegida por un escudo térmico de tonalidad naranja. 

Model of China's first Venus probe unveiled in Shanghai