Retrocediendo al origen de los elementos que dan forma a nuestro mundo.
Estamos hechos de estrellas, venimos de las estrellas,ect...no son pocas las frases hechas que tiene referencias estelares, aunque en la mayor parte de los casos son más una expresión poética que un verdadero entendimiento científico de nuestros orígenes. Quedan bien decirlas ante otros, ya que parece dotarnos de una profundidad intelectual que suele ser más apariencia que realidad. Y es que seguramente pocos son conscientes de la verdad científica que esconden. En realidad hasta se quedan cortas: No solo nosotros venimos de las estrellas, sino todo lo que nos rodea. Y en realidad no solo de ellas, sino de fenómenos cósmicos del que posiblemente ni tan solo somos conscientes, y hasta del mismo punto de origen de todo, del momento en que el Universo, o al menos el que habitamos, nació.
Big Bang: El (incorrecto) nombre con el que conocemos los primeros instantes del Cosmos fue el lugar donde los elementos más ligeros, como el Hidrógeno, el Helio o sus correspondientes isotopos, además de algo de Lítio. O más exactamente durante los 3 minutos conocidos como nucleosíntesis primordial, en que la temperatura bajo lo suficiente como para no poder
mantener las reacciones de fusión nuclear. La mayor parte de nuestro cuerpo es agua, y el agua es en buena parte Hidrógeno, por que lo en nosotros mismos residen átomos que nacieron con el Universo mismo, que seguramente dieron forma a muchas estructuras de todo tipo antes de terminar en nosotros, y que seguirán su camino hacia la eternidad mucho después de nuestro final. Están de paso, en el sentido estricto de la palabra, y nuestro cuerpo una estación más, destinada a quedar atrás.
Estrellas de Neutrones: Imaginemos masas mayores que la del Sol comprimidas en una esfera de apenas 20 Kilómetros de diámetro. Así son los antiguos corazones de estrellas masivas, que en algún momento exploraron como Supernovas y dejaron solo estos "restos", tremendamente densos y masivos, aunque no suficiente masivos como para colapsar en Agujeros Negros. Y en contadas ocasiones puede producirse una colisión entre dos de ellas, quizás una pareja binaria que en su tiempo fueron un sistema doble. El resultando es uno de los fenómenos más energéticos conocidos,capaces e generar letales brotes de rayos gamma, pero también elementos pesados como el Polonio, el Radón o el Uranio. Y el Oro. Ese amarillo y preciado metal, tan deseado por los Seres Humanos, símbolo de riqueza y motor de tantas acciones, tanto de aventura y exploración como de pura codicia y maldad, nació todo el en colisiones ocurridas antes que la propia Tierra existiera.
Estrellas de baja masa: Cuando a astros como el Sol se les acaba el Hidrógeno de su núcleo, comienzan a fusionar helio y a generar Carbono y Oxígeno, así como nitrógeno, litio, bario o estroncio. Como forman de vida basadas en el carbono, podemos decir que procedemos de la muerte de estrellas relativamente pequeñas, y que el propio Sol, cuando muera, lanzará al espacio las semillas del futuro, que quizás germinen en mundos aún por nacer..
Rayos cósmicos: No es algo a lo que nos gustaría estar demasiado expuestos, pues no dejan de ser partículas extremadamente energéticas que se desplazan a velocidades casi lumínicas, y que podrían dañarnos gravemente. Pero cuando colisionan con la atmósfera terrestre (y con cualquier otra) generan un tipo de fisión nuclear conocida como espalación de rayos cósmicos. El Berilio y el Boro son solo algunos de sus productos. Y el Litio, del que están hechas las baterías del mismo nombre. La energía de los rayos cósmicos en nuestras manos. Y en ocasiones hasta explotan, lo que deja de ser una curiosa ironía.
Estrellas masivas: Brillan más que cualquier otra, pero también se consumen igualmente rápido. Cuando entran en su fase final, con el agotamiento del hidrógeno, se precipitan, fruto de su misma enorme masa, capaz de generar una presión y temperatura colosales, en una serie de fusiones cada vez más ineficientes, en que va "quemando" el helio, pasando por el carbono el oxígeno o el hierro, que marca el final del camino. También se forman otros elementos como el Fluor, el Neón, el Sodio, el Aluminio o el Fósforo.
SuperNovas: La muerte cataclísmica de una estrella gigante es un acontecimiento aterrados, especialmente para cualquier mundo habitado que estuviera demasiado cerca, y por cerca hablamos de unos años-luz. Pero también es el horno donde nace el titanio, el níquel, el cobalto o el cobre, entre otros, expulsados hacia el océano interestelar y haciendo que sea cada vez más rico químicamente. Precisamente una de las formas de datar una estrella es midiendo hasta que punto está "contaminada" de elementos complejos, ya que cuando más antigua, más "limpio" era el entorno. Y más dificil era que la vida surgiera. Nos puede gustar la limpieza, pero en el caso del Universo, cuando más "sucio", más habitable. Si algún familiar se queja que como podéis vivir en una casa/habitación tan sucia, siempre podéis decirle que está en sintonía con el Cosmos. Puede que funcione, o puede que se vaya pensando que estáis locos. Ambas soluciones son válidas.
Somos polvo de estrella. En realidad polvo del mismo Universo. Seres cósmicos en el amplio sentido de la palabra, mucho más de lo que solemos imaginar. Cada cosa que nos rodea, cada objeto, persona o animal, es una parte íntima del Cosmos. De ahí llegaron sus átomos, y a el regresarán, destinados a un viaje hasta el fin mismo de los tiempos.
Otra forma de ver la tabla periódica, en esta ocasión mezclando su origen y su importancia desde el punto de vista biológico.
La tabla periódica de elementos, según el fenómeno astronómico del que provienen
Cada átomo de tu cuerpo tiene un origen
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