Así será la actividad de las sondas espaciales a lo largo del año que ahora comenzamos.
Llega la hora de adentrarse en el futuro a corto plazo de nuestra flota de exploradoras robóticas, a lo largo de un 2017 prácticamente carente de nuevos lanzamientos, con la notable excepción de la Chang'e 5, que en principio debería lanzarse hacia la Luna con el objetivo de traer de nuevo a la Tierra muestras de la superficie, en una réplica de los sondas soviéticas de principios de los 1970. Solo los posibles lanzamientos enmarcados en el Google Lunar XPRIZE y el de la vela solar LightSail 2, desarrollado por la The Planetary Society y que debería formar parte de la carga del 2º vuelo del Falcon Heavy de Space X, podrían romper esta falta de novedades, aunque ambos tienen un calendario aún por determinar. En el mejor de los casos llegarían para finales de año, aunque podrían retrasarse hasta 2018.
Indudablemente el centro de atención estará en Saturno. Allí seremos testigos del final de una mítica Cassini, algo sin duda rodeado de tristeza. Demasiados años justo con ella, disfrutando de sus imágenes y asombrándonos con sus descubrimientos, como para no sentir ya un pequeño vacío en corazón. El momento de la despedida será el 15 de Septiembre, cuando la sonda se adentrará en la atmósfera del planeta. La señal se interrumpirá apenas un par de minutos antes de su desintegración, y hasta ese instante seguirá transmitiendo información científica. Activa hasta el final, como no podría ser de otra forma para una leyenda ganada a pulso.
Antes de llegar a ese punto, sin embargo, disfrutaremos de alguno de los momentos más espectaculares de toda su misión, y si todo va bien, de la llegada de imágenes para la historia, a medida que cruza una y otra vez los planos de los anillos, primero por la parte exterior, lo que ya está haciendo, y después por la parte interior, en el espacio que separa a estos del planeta. Serán meses emocionantes, aunque todo con un halo de tristeza inevitable.
Del resto de misiones se espera que todas permanezcan en activo y cumpliendo sus propios objetivos. Con un poco de suerte todas ellas seguirán con nosotros cuando lleguen las campanadas de 2018. Vamos ahora cada una de forma resumida.
Akatuski: La sonda japonesa que logró lo imposible al regresar a Venus después de un primer intento fallido, está actualmente en plena actividad científica, estudiando las dinámicas atmosféricas del planeta. Su órbita es estable y en principio no serán necesarias correcciones de trayectoria hasta 2018.
Lunar Reconnaissance Orbiter: La veterana exploradora lunar está en plena forma, y ahora, en principio, con el presupuesto asegurado, y sus 7 instrumentos plenamente activos, parece tener por delante algunos años más de actividad, ya que cuenta aún con 30 Kilogramos de combustible y solo necesita gastar unos pocos anualmente, especialmente cuando maniobra para orientarse y los impulsores son necesarios para frenar el exceso de velocidad generado por las ruedas de reacción.
Chang'e 3: Aunque apenas tenemos información de ella, en realidad sigue activa en la superficie selenita. Se espera la publicación de nuevos datos este próximo Marzo.
OSIRIS-REx: La más reciente sonda de la NASA sigue en su tranquila fase de crucero, pero el 23 de Septiembre le llegará el momento más emocionante del año, cuando se aproxime a la Tierra para recibir su impulso gravitatorio , pasando a solo 17.000 Kilómetros sobre la Antártida. Además, entre el 9 y el 20 de Febrero, intentará localizar posibles asteroides troyanos de nuestro planeta en el Punto de Lagrange 4, al que aproximará en esas fechas.
Hayabusa 2: En principio tiene por delante un 2017 tranquilo, en plena fase de crucero hacia su objetivo, el asteroide Ryugu, al que llegará en Julio de 2018.
Opportunity: Este veterano entre veteranos entra en su 13r aniversario con una nueva meta, un antiguo barranco esculpido por el agua, y que representará la primera vez en la historia de la exploración espacial que pisamos directamente una formación de esta clase. El potencial es inmenso, y por tanto existe la sensación de que podríamos estar ante uno de los momentos culminantes de una misión llena de ellas. Tardará unos meses en llegar, tanto porque el terreno es ciertamente complicado como porque se detendrá ante cualquier punto científicamente interesantes.
Curiosity: Este coloso atómico tiene por delante este año adentrarse aún más en Aeolis Mons, la gran montaña de sedimentos que se eleva en el centro del cráter Gale. A lo largo de 2016 realizó 6 perforaciones, tomó 2 "cucharadas" de material, avanzó 3 Kilómetros y se elevo 85 Metros. Para 2017 su equipo en tierra espera tener un año igual de productivo. Sus instrumentos científicos están en buena forma, pero la reaparición de problemas intermitentes con su herramienta perforadora plantean dudas sobre si será capaz de seguir trabajando. Veremos.
Mars Odyssey: La sonda marciana en activo más veterana comenzó 2017 recuperándose del reciente Modo Seguro en el que había entrado, provocado por un momentáneo problema en su capacidad de orientación con respecto a la Tierra y el Sol. De nuevo plenamente operativa, su plan de actividades para el año que empieza seguirá tan lleno como siempre, combinando su función como principal relé de comunicaciones entre los dos rovers de superficie y nuestro planeta, con una aún productiva campaña científica. Un logro espectacular teniendo en cuenta los 15 años que lleva en Marte.
Mars Express: Otra veterana con ganas de seguir. Comienza 2017 protagonizando una campaña de observaciones científicas de la atmósfera por ondas de radio coordinada con la sonda MAVEN de la NASA. También se han mejorado, mediante actualizaciones de software, su capacidad para usar MARSIS, el radar que le permite estudiar el subsuelo del planeta.
Mars Reconnaissance Orbiter: Y seguimos con las veteranas. MRO lleva una década en activo, con los inevitables efectos de la edad y el duro ambiente que la rodea, pero su capacidad científica y de transmisión de datos sigue siendo enorme, y entra en 2017 en plena campaña científica llamada "Marte en transición", donde sus observaciones se centran especialmente en los cambios estacionales en la atmósfera y la superficie, así como otros a largo plazo que implican el hielo subterráneo.
MAVEN: La exploradora de las capas altas de la atmósfera y su interacción con el viento solar entra en su 2º año, planeando una campaña de observación parecida a la del primero año para así apreciar los cambios producidos ahora que el Sol se encuentra en una fase diferente de su ciclo. Entre ellas se incluyen
ocultaciones de radio, imágenes de ultravioleta de alta resolución y
observaciones enfocadas sobre anomalías magnéticas de la corteza. También se espera que siga dando apoyo de comunicaciones con Opportunity y Curiosity, algo que empezó de forma regular el mes pasado, y que aunque solo se produce una vez a la semana (su actual órbita no permite nada más), dada la lentitud aparente en que se desplaza por el cielo marciano, permite una recuperar una más que notable cantidad de información, 700 MB en su más reciente contacto con Curiosity.
Mangalyaan: La sonda india sigue en activo y enviando datos, superando ampliamente su esperanza de vida inicial y con perspectivas de seguir así unos años más. Desgraciadamente su instrumento detector de Metano se descubrió incapaz de realizar su tarea por problemas de diseño. Por ello, y aprendiendo de la experiencia acumulada, India planea ya lanzar una Mangalyaan 2 en 2018.
ExoMars: La flamante y nueva sonda marciana tiene por delante un 2017 emocionante. No por su actividad científica, que no llegará hasta finales de año o principios del siguiente, sino por sus maniobras de frenado atmosférico que la debe llevar a su órbita definitiva. Un total de 7 delicadas "zambullidas" en las capas altas que permitirán llevarla hasta ahí ahorrando el preciado combustible. Por todo ello no puede aún trabajar a pleno rendimiento. Deberemos tener paciencia con ella.
Dawn: Con una extensión de su misión ya aprobada, comienza el año en Ceres dirigiéndose a su nueva órbita, de 7520 a 9350 kilómetros por encima de Ceres y alienada con el terminador, la frontera entre el día y la noche, lo que le permitirá obtener imágenes con una iluminación única. El cambio estacional ha llevado la luz solar a las región polar sur y Dawn comenzará la exploración de los cráteres allí presentes para encontrar regiones permanentemente sombreadas que puedan mantener atrapadas reservas de agua y otras moléculas volátiles.
Juno: Un año complicado para esta sonda joviana, cuyos problemas en las válvulas del combustible para el impulsor principal han aplazado de forma indefinida su entrada en la órbita científica definitiva. Si los problemas no se solucionan y no se produce por tanto el cambio orbital, Juno sobrevolara Júpiter el 2 de Febrero, 27 de Marzo, 19 de Mayo, 11 de Julio, 1 de Septiembre, 24 de Octubre y 16 de Diciembre. Se esperan de ellos notables datos científicos, así como imágenes espectaculares por parte de la JunoCam, pero será siempre mucho menos de lo que sería en caso de estar en su posición correcta.
New Horizons: Una vez transmitidos todos los datos del encuentro con Plutón, su atención se centra ya por completo en la exploración del Cinturón de Kuiper. A lo largo de 2017 permanecerá en hibernación, aunque tendrá dos fases de actividad. Una, ya en marcha, incluirá la observación lejana de algunos miembros de este región inexplorada, como Pholus, Huya, 2002 KX14, Haumea y Makemake. A finales de año realizará la segunda, que incluirá a 2012 HZ84, 2011 HJ103, 2012 HE85, 2014 OE394, 2002 MS4 y Quaoar.
Voyager 1 y 2: Las dos viajeras de la eternidad se seguirán alejando del Sol, la primera ya en pleno espacio interestelar, y la segunda en busca de cruzar la frontera entre el reino solar y el de las estrellas. Con aún suficiente energía por parte de sus generadores de radioisótopos asegurada hasta bien entrada la próxima década, continúan ofreciendo datos de valor incalculable desde regiones completamente inexploradas.
Y aún hay otras, como las sondas Artemis, en órbita alrededor de los puntos de Lagrange Lunar 1 y 2, la STEREO-A, que sigue su vigilancia del Sol, o la Chang'e 5 T1, en órbita alrededor de La Luna.
En resumen, un año 2017 con casi total ausencia de nuevos lanzamientos y la sombra del final de Cassini, tan espectacular como triste por todo lo que significó para muchos de nosotros, pero que es la antesala de un 2018 que se promete frenético y lleno de novedades. Pero eso, como se suele decir, ya es otra historia que se contará en su momento.
La posición de las diferentes sondas interplanetarias en Enero de 2017.
Spaceflight in 2017, part 2: Robots beyond Earth orbit
No hay comentarios:
Publicar un comentario