Durante siglos, hasta la llegada de los motores a vapor que revolucionaron el arte de la navegación marítima, los barcos útilizaron la fuerza del viento para desplazarse, mediante velas de menor o mayor tamaño, que extendidas y orientadas de forma adecuada les permitían sacar partido de esta fuerza de la naturaleza. ¿Es un concepto aparentemente tan antiguo aplicable al espacio como algo innovador? La respuesta la tenemos en el viaje de la japonesa IKAROS, la primera vela solar de la historia que consiguió desplegarse más allá de La Tierra y demostrar que podría ser una tecnología útil para futuros exploradores.
A diferencia de las velas marítimas, las velas solares se mueven por el casi vacío del espacio, siendo la luz solar el "viento" que las impulsa. Aunque imperceptible para nosotros, los fotones son capaces de ejercer presión sobre la superfice sobre la que entra en contacto, con una fuerza extremadamente pequeña pero que, sobre un objeto lo suficientemente amplio, delgado y con una masa total muy pequeña, puede llegar a generar un impulso real en dirección contraria en condiciones de casi vacío. Y esta es el objetivo de esta curiosa tecnología, utilizar la luz del Sol para desplazarse, con una aceleración muy lenta pero constante en el tiempo, y que a la larga conseguira velocidades muy superiores a la de los sistemas actuales.
El espectacular éxito de IKAROS, que incluyó un sobrevuelo de Venus, se convirtió en la primera demostración real de las capacidades de este sistema de propulsión. Y la NASA, aunque unos años después que la JAXA, prepara también la suya, conocida como Sunjammer, mucho mayor y más ambiciosa que su predecesora.
Una superficie de casi 1.200 metros cuadrados, que la convierte en la mayor jamás construida, 5 millonésimas de Metro de espesor, un peso de 31 kilogramos y la capcidad de maniobrar en el espacio, utilizando la presión generada por la luz del Sol y unas velas menores en el extremo de cada uno de cuatro brazos, que actuan como timones para ayudarla en su viaje por el océano estelar. Estas son algunas de las caracteristicas de la vela solar Sunjammer, que el pasado 30 de Septiembre superó una prueba clave en su desarrollo, en que se realizó un despliegue parcial con éxito (bajo las condiciones de la gravedad y atmósfera terrestre, y por tanto más difícil que en el espacio), validando el diseño realizado para tal operación y demostrando que podrá estar listo para funcionar después de su lanzamiento, previsto para Enero de 2015.
Sunjammer busca demostrar la viabilidad de la vela solar como un sistema para impulsar vehículos exploradres a un bajo coste, ya que no necesitaría de impulsores propios para desplazarse y maniobrar, con el evidente ahorro a todos los niveles, utilizando en su lugar la propia e inagotable luz solar para este fin. El tiempo dirá si fue la primera de una amplia flota de naves impulsadas por grandes velas, que al igual que hicieron los barcos en La Tierra durante siglos, hasta que la fuerza a motor las conviertió casi en objetos de museo.
Paradójicamente, varios siglos después, estas podrían vivir un nuevo renacer precisamente donde la tecnología moderna, tiene uno de sus territorios más fértiles, la exploración del espacio. Sería allí, en el lugar más inesperado y bajo su versión más inovadora, que las velas, que una vez fueron plegadas para no volver, donde podrían desplegarse nuevamente. Y está vez con un océano infinito ante ellas.
Una misión que espera ser el resplado definitivo a este sistema de navegación interplanetaria.
La japonesa IKAROS se conviertió en la primera vela solar desplegada en el espacio y que navegó con éxito utilizando el impulso, tenue pero constante, de la luz solar. Poco después lanzó una pequeña subsonda denominada DCAM2 cuyo cometido era precisamente, observar la vela desde la distancia y comprobar que su desplegue había sido exitoso, ofreciendo una de las imágenes más espectaculares de las últimas décadas.
Sunjammer, World's Largest Solar Sail, Passes Key Test for 2015 Launch
No hay comentarios:
Publicar un comentario