Un primer prototipo del futuro ExoMars visita Atacama.
2018 es el año marcando por la Agencia Espacial Europea para que el primer rover de la historia del viejo mundo ponga sus ruedas sobre la superficie del planeta rojo con el objetivo prioritario de buscar señales de vida presentes o pasadas, y para lo cual tendrá la capacidad de extraer y analizar material situado hasta 2 Metros de profundidad, lejos por tanto del dañino efecto de la radiación exterior. Es una misión realmente ambiciosa, una gran apuesta si tenemos en cuanta que hasta ahora su experiencia en Marte es una única sonda órbital (Mars Express) y un módulo aterrizador fallido (Beagle), y por tanto se están redoblando los esfuerzos para asegurar lo máximo posible las opciones de éxito posible.
Y en esto el desierto de Atacama, uno de los lugares más extremos y parecidos a Marte que existen en la superficie terrestre, es ideal para desarrollar tanto la tecnología necesaria como poner a prueba los futuros instrumentos que estudiarán el planeta y ofrecer al equipo de misión la posibilidad de adquirir experiencia en su manejo. Por ello, la próxima semana, recibirá la visita de un prototipo del futuro ExoMars, una versión aún en sus primeras etapas pero dotado ya de algunos instrumentos científicos, como es una cámara panorámica estéreo de imágenes en 3D, un radar para investigar la geología del subsuelo, y un reproductor de imágenes para el estudio de muestras del subsuelo a una resolución de una milésima parte de un milímetro.
Dirigido a control remoto por el equipo de misión situado en las instalaciones de la Satellite Applications Catapult, en Harwell, Reino Unido, estos actuarán como si cada uno los 5 días previstos fuera equivalente a 2 Soles (días marcianos). En cada uno de ellos primero se descargarán los datos acumulados y luego se preparará un conjunto de comandos que deberá cumplir por si mismo durante el siguiente, en lo que es un ensayo general de lo que representa conducir un rover en Marte.
Según Michel van Winnendael, que supervisa el proyecto SAFER (Sample Acquisition Field Experiment with a Rover) "En esta prueba de campo se trata de optimizar el uso de los instrumentos y el equipo a bordo de un vehículo en Marte y la generación de un conjunto de comandos para que el rover los ejecute el día siguiente. A diferencia de los satélites, los vehículos de exploración planetaria operan en estrecha interacción con la topografía y las propiedades físicas de la superficie planetaria. Esto implica devolución de datos limitados del rover durante las ventanas de comunicación relativamente cortos, con un tiempo de retraso inherente".
"Por primera vez con SAFER vamos a tratar de integrar los datos de los instrumentos de la superficie y del subsuelo para explorar cómo hacer la transición de la capa superior del suelo a las operaciones subterráneas", explica Jorge Vago, científico del proyecto."Dado que la perforación tiene un papel importante en la estrategia de búsqueda para la vida del rover ExoMars, este es un paso importante. En Marte, las mejores posibilidades de acceder a firmas biológicas moleculares bien conservados depositados en el subsuelo durante las etapas tempranas y ricas en agua del planeta es a profundidades mayores de 1 Metro, donde la capa superior del suelo proporciona protección contra el daño de radiación cósmica".
Será este próximo 6 de Octubre cuando se eligirá la ubicación precisa, sobre la base de información de los viajes de reconocimiento local hecho esta semana por parte del equipo. Imágenes del lugar tomadas por un vehículo aéreo no tripulado para simular la visión de un orbitador de Marte se enviarán a los operadores remotos, como parte de sus prácticas para acumular la experiencia necesaria en el nunca sencillo manejo de un vehículo situado a varios cientos de millones de Kilómetros de La Tierra.
"Como se trata de un ensayo de un escenario de exploración planetaria hay un grado inevitable de incertidumbre en la secuencia de los acontecimientos", añade Michel van Winnendael. "La naturaleza es muy creativa en la presentación de situaciones que no se habían previsto plenamente por quienes concibieron la misión. Por eso nos parece importante hacer pruebas de campo en un entorno bastante representativo". Y ese es el desierto de Atacama, un paraiso para la observación del firmamento....y para prepaar el camino para sus futuros exploradores.
El proyecto ExoMars, un rover de superficie apoyado por una sonda orbital. Esta última deberá llegar en 2016, seguido por el primero en 2018.
El desierto de Atacama, en Chile, está considerado como el lugar más seco del mundo. Eso, junto con su gran altura, lo convierte en ideal, tanto para observatorios astronómicos como para realizar ensayos para futuros vehículos marcianos.
Desert trial for ESA Mars rover
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