Se tenían grandes esperanzas en la misión Juno, y sobretodo grandes expectativas sobre lo que el mayor de los planetas del Sistema Solar podría ofrecer, de las grandes sorpresas que estarían esperándonos una vez esta sonda se pudiera en órbita. Y a día de de hoy podemos ya afirmar que tan grandes esperanzas se han cumplido y superado. Júpiter está resultado un mundo tan extraño como fascinante, lleno de desafíos constantes a todo lo que creíamos saber de el. Sus zonas polares, hasta ahora nunca observadas, ni desde la Tierra ni por parte de sondas anteriores, sin un ejemplo de ello.
Solo es ahora, con Juno, que hemos tenido esa posibilidad, y sus imágenes en luz visible e infrarroja han revelado cosas increíbles, ciclones gigantes dispuestos en patrones geométricos en ambos polos del planeta. Por ejemplo, en el polo norte habita un huracán de unos 4,000 kilómetros de diámetro, que a su vez está rodeado de otros ochos, cada uno de diámetro similar a su alrededor. Y en el polo sur, otro huracán de 6.400 km está rodeado por otros cinco, con diámetros que se mueven entre los 5.600 y los 7.000 km. Y en cada grupo tan cercas unos del otros como para estar en contacto, algo que es todo un desafío para explicar como pueden no solo existir sino mantenerse en el tiempo mientras mantienen esa formación curiosamente geométrica.
En Saturno la desaparecida Cassini desveló la presencia de un ciclón en cada polo, y los investigadores esperaban hallazgos similares por parte de Juno. Pero no fue así:"Nos equivocamos, ya que los polos de Júpiter son en realidad completamente diferentes", explica el científico planetario Alberto Adriani."A partir de esta experiencia, pero también de otras, hemos aprendido que debemos ser muy cuidadosos al intentar suponer como será un planeta sobre la base de experiencias previas, ya que descubrimos que nuestro conocimiento a menudo no es aplicable". Aún no se sabe cómo persisten estos ciclones sin fusionarse, o cómo evolucionaron para formar patrones geométricos. En misterio a gran escala. Como el propio planeta.
El ciclón del polo norte de Júpiter y su "escolta" de otros ochos, vistos por el instrumento JIRAM (Jovian Infrared Auroral Mapper). Los colores representan el calor radiado.
Los ciclones que habitan en el polo norte y sur de Saturno. Se esperaba algo parecido en Júpiter, pero la realidad resultó aún más compleja.
Weird Cyclones on Jupiter Form Geometric Shapes — But Why?
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