2016 HO. No es un nombre muy poético, en realidad ni tan solo es un nombre propiamente dicho, sino más un código de identificación, pero debemos tenerlo muy presenta, ya que se trata de un nuevo compañero de nuestro planeta. No un satélite como La Luna, ya que órbita alrededor del Sol, pero atrapado por las mareas gravitatorias terrestres se encuentra periódicamente con nosotros, de una forma que al mismo tiempo va girando alrededor de La Tierra. Por eso a este tipo de cuerpos se les llama "cuasi-lunas, porque parecen lunas aunque no lo son realmente, y su permanencia en este situación no es del todo estable, por lo que no dejan de irse algunos y llegando otras. Son cuerpos ciertamente fascinantes.
Actualmente La Tierra tiene 5 cuasi-lunas, la última de ellas 2016 HO, descubierta en 2016 (de ahí el código numérico), y con un diámetro estimado de unos 100 metros parece ser la más estable de todas ellas, calculándose que 2016 HO3 permanece siempre dentro de 38-100 distancias lunares de nosotros, al menos en una escala temporal de unos siglos. Sin embargo, hasta ahora, en realidad no se tenía claro nada de todo esto, hasta el punto que ni tan solo se tenía claro si era un asteroide o un trozo de basura espacial. No es esta una idea tan loca como puede parecer, ya que alrededor del Sol se mueven muchos más objetos humanos de lo que imaginamos, especialmente fases de impulsión de sondas interplanetarias, que después de cumplir su objetivo siguen su camino sin detenerse.
Ahora, sin embargo, utilizando el Gran Telescopio Binocular (LBT), en el monte Graham en el sudeste de Arizona, finalmente se pudo descartar esta posibilidad. 2016 HO3 es un pequeño asteroide, un compañero de La Tierra de origen natural a la que se aproxima una vez al mes."En un esfuerzo por limitar su período de rotación y la composición de la superficie, observamos el HO3 2016 el 14 y 18 de abril con el Telescopio Binocular Grande y el Telescopio Discovery Channel. El período de rotación derivado y el espectro de luz emitida no son infrecuentes entre los pequeños NEO, lo que sugiere que el HO3 2016 es un objeto natural de procedencia similar a otros pequeños NEO", explica Vishnu Reddy, que dirigió el equipo de astrónomos encargados de este estudio.
No son compañeros que podemos ver a simple vista, y son necesarios telescopios de cierta capacidad para poder captarlos, por no hablar de estudiarlos. Pero resultan objetivos perfectos para una futura exploración. Y por encima de todo no deja de darnos una sensación de compañía en la inmensidad que ahí, entre las estrellas, pequeños viajeros nos acompañan.
La órbita de 2016 HO. No está ligada a La Tierra, sino al Sol, pero atrapado por las mareas gravitatorias de nuestro planeta se mueve a su alrededor, dando la impresión de que lo acompaña como una luna, aunque no lo sea. De ahí el término cuasi-luna.
Un nuevo acompañante de la Tierra es un asteroide, no basura espacial
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