Observando el efecto de una tormenta solar sobre Marte.
Actualmente ningún planeta está más "bajo vigilancia" que nuestro rojizo vecino. Es inevitable dada su cercanía, su relativo parecido a La Tierra y que, por esa misma lógica, es inevitable que se convierta en el primer destino donde la Humanidad ponga su pie. Y esa circunstancia permite que cuando algo notable ocurre, existan no pocas sondas en activo, tanto en órbita como en superficie, listas para captarlo de forma simultanea. Y una de esos eventos tuvo lugar a mediados de Septiembre.
Es que durante varios días, empezando por el 12, Marte se vio sacudido una tempestad solar, fruto de la erupción ocurrida en el Sol el día anterior y que alcanzó al planeta rojo. Y sus efectos se hicieron bien visibles para dos de nuestros exploradores, MAVEN y Curiosity, cada uno desde una perspectiva diferente. El primero registrando el explosivo aumento de la actividad de las auroras marcianas, y el segundo registrando los mayores niveles de radiación jamás detectados desde su llegada, en 2012.
En el caso de MAVEN, sus sensores ultravioleta fueron testigos de auroras hasta 25 veces más brillantes que cualquier cosa que hubiera visto desde la llegada de la sonda, en 2014. "Cuando una
tormenta solar golpea la atmósfera marciana, puede desencadenar auroras
que iluminan todo el planeta en luz ultravioleta. La reciente iluminó Marte como una bombilla.Una aurora marciana puede envolver todo el
planeta porque este no tiene un campo magnético potente como
el de la Tierra para concentrarlas cerca de las regiones
polares.Las partículas energéticas del Sol también pueden ser absorbidas
por la atmósfera superior, aumentando su temperatura y haciendo que se
hinche", explica Sonal Jain, del equipo científico del espectrógrafo ultravioleta de MAVEN.
El análisis de los datos continúan."Esperamos
obtener una mejor comprensión de cómo el proceso opera en la atmósfera
superior actual, y una mejor comprensión de cómo tormentas
como ésta podrían haberla arrancado gran parte en
el pasado", concluye Bruce Jakosky, investigador principal de la misión.
Igualmente notables fue lo que detectó Curiosity, y más concretamente el RAD (Radiation Assessment Detector), que lleva registrando los niveles de radiación en la superficie desde hace 5 años, y que con la llegada de la tormenta fue testigo de como estos llegaban a marcar cifras que doblaban cualquier cosa vista anteriormente, una situación que se mantuvo varios días antes de que la situación regresara a la normalidad. Unos hallazgos igualmente importante si se quiere enviar algún día astronautas al planeta rojo."Si
estuvieras al aire libre en una caminata por Marte y supieras que un
evento como este es inminente, definitivamente querrías refugiarse,
como lo harías si estuvieras en una caminata espacial fuera de la
Estación Espacial Internacional", explica Don Hassler, que forma parte del equipo científico que gestiona esta instrumento. "Para
proteger a nuestros astronautas en Marte en el futuro, tenemos que
seguir proporcionando este tipo de seguimiento del tiempo espacial".
MAVEN y Curiosity, y por extensión todas las demás sondas que en el pasado, actualmente o en el futuro explorarán Marte están preparando el camino para que eso sea posible.
Marte en llamas, rodeado de auroras de una intensidad nunca vistas brillando en el ultravioleta. A la izquierda tal como se observaba el planeta antes de la llegada de la tormenta solar.
El aumento de las partículas cargadas observado por MAVEN (cuadro superior) y el pico de radiación observado por el RAD de Curiosity.
La comparación entre el resplandor observado por MAVEN durante el evento de mediados de Septiembre con el anterior récord, del 8 de Marzo de 2015, deja claro lo excepcional del fenómeno.
Los datos simultáneos de ambas misiones permiten tener una imagen global del efecto de la actividad solar en el planeta rojo.
Large Solar Storm Sparks Global Aurora and Doubles Radiation Levels on the Martian Surface
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