La curiosa historia de Alan Stern y Jim Kennedy buscando una pieza para la sonda en un Burger King.
De los pasos que sigue cualquier misión de exploración interplanetaria, desde que se propone hasta que se hace realidad y es finalmente lanzada, solemos conocer la parte más "profesional" del proceso, una amplia visión general, pero como en cualquier proyecto, sea de la naturaleza que sea, que involucra la participación de un gran número de personas y elementos a coordinar, se producen innumerables esfuerzos individuales, anécdotas personales, algunas divertidas, otras no tanto, y todas ella mostrando que detrás de las algo impersonales expresiones "equipo" o "misión" se esconden tantas historias como integrantes trabajan en ella.
New Horizons no es una excepción, y una de las historias más curiosas fue la protagonizada por Alan Setrn, líder de la misión, y el en ese momento director del Centro Espacial Kennedy, Jim Kennedy, un auténtico "road-trip" hacia Florida en busca de las autorizaciones necesarias para pudiera ser lanzada, lo que no era sencillo debido a la naturaleza de su fuente de alimentación: "New Horizons era un lanzamiento nuclear. Estos son raros. Hay que hacer un montón de preparaciones por razones de seguridad, pero también requiere que todos los principales grupos de interés estén informados y de acuerdo. Después de que el gobierno federal había dado el visto bueno, el estado de Florida tenía que dar también su aprobación, por lo que Jim Kennedy me condujo hasta Tallahassee un día (22 de Noviembre de 2005) a ver al gobernador John Ellis Bush".
En ocasiones la diferencia entre el éxito y el fracaso está en los detalles, y durante el viaje surgió la conversación sobre como afrontar la entrevista con el gobernador:"Nos pusimos a hablar de lo que podríamos hacer para que sintiera un interés un poco más personalmente en la misión, y que no solo fuera invitarlo al lanzamiento",explica Stern."Y dimos con la idea ¿Por qué no incluimos en la sonda un Cuarto de dólar del estado de Florida?" Al fin y al cabo sería desde este último que se lanzaría New Horizons, algunas de sus partes se habían construido allí y estaban ya en circulación, dentro del "50 State quarters program", monedas de Cuarto que honraban la admisión de cada uno de los 50 estados de los EEUU, y que en el caso de la de Florida tenía temática espacial con la inclusión de un transbordador. A ambos les gustaba mucho la idea, pero la búsqueda en sus bolsillos reveló que no disponían de ninguna a mano que pudieran enseñar al gobernador para ilustrar su propuesta.
Así, en una pequeña ciudad ya en la península de la Florida, fueron a un Burger King.
"Intentamos encontrar una moneda de Cuarto de dólar en sus cajas registradoras. Teníamos a todo su personal buscando", explica Stern. "Era una escena bastante surrealista. Todo el tiempo pensaba, 'Aquí están estos chicos de 18 y 19 años de edad, con salarios mínimos, dando vueltas para encontrar un Cuarto que va a volar hacia el cinturón de Kuiper", aunque los empleados del restaurante no sabían la razón detrás de su búsqueda. "Jim y yo nos sentamos y comentamos '¿Se lo deberíamos decir?' Y yo estaba como, 'No, es demasiado complicado. No lo creerían si se lo dijéramos.' Eramos solo un par de tipos con traje y corbata, parados en una camioneta".
Desafortunadamente, a pesar de todos sus esfuerzos, el Burger King no disponía del cuarto de dólar que estaban buscando, y sin tiempo para detenerse en otro restaurante, casi abandonaron la idea.
Pero finalmente se hizo realidad "Hacia el final de la sesión informativa mencioné al gobernador Bush que realmente queríamos enviar al espacio un Cuarto de dólar conmemorativo del estado de Florida, pero no pudimos conseguir ninguno debido a nuestra mala planificación, ya que sólo habíamos pensado en ello ese misma día". Su respuesta no pudo ser más entusiasta. "Bueno, yo tengo un montón!", y dicho eso salió corriendo de la habitación, regresando poco después con todo un rollo de ellas."Que vuelen estas!", exclamó. Alan Stern y Jim Kennedy aceptaron el regalo, aunque señalando que solo una de ellas podría ir en la New Horizons, pero que repartirían el resto entre el equipo de misión. Finalmente el objetivo, entusiasmar al gobernador con el proyecto y ligarlo de forma más personal (y aún mejor al ser una moneda que ofreció el mismo) se había conseguido y la sonda recibió la luz verde que faltaba para iniciar su viaje hacia Plutón.
New Horizons despegaría con el Cuarto de dólar en su interior, además de otro Cuarto, en este caso del estado de Maryland, donde se habían construido la mayor parte de sus componentes y de donde eran una buena parte del personal, inclusión que se hizo necesaria para equilibrar la masa de la sonda, tan preciosa, hasta nivel de gramos, debía ser para que todo funcionara de forma adecuada. Y el resto ya es historia, gracias al esfuerzo y dedicación de tanta y tanta gente, incluidos los jóvenes empleados de un Burger King de Florida, que un día y durante unos frenéticos minutos, sin saberlo, formaron parte de este sueño.
El Cuarto de dólar conmemorativo de Florida, y que ofrecido por el gobernador del estado sería incluido en la New Horizons.
To Pluto, with postage: Nine mementos fly with NASA's first mission to the last planet
1 comentario:
Gran historia.
Gracias
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