Nuevos estudios a partir de los datos de Cassini muestran unos mares de Titán con casi ausencia de olas.
¿Veremos algún día una sonda espacial flotando sobre sus "aguas, navegando hacia las lejanas costas y explorando lo que se puede esconder en sus profundidades? Ya existen proyectos, muchas veces simples ideas que no pasan de una fase primigenia, pero que denotan que existe un claro interés, nacido en el momento mismo en que Cassini desveló su existencia. Incluso tomó forma un primer intento serio con la misión TiME (Titan Mare Explorer), que llegó muy lejos en su camino por ser seleccionada antes de que la InSight ganara su particular carrera por un lugar en el limitado presupuesto de la NASA. Pero de momento sigue siendo un sueño que quizás tarde décadas en hacerse realidad.
Solo queda ir preparando el terreno, estudiando al máximo todos los datos enviados por la Cassini en estos años para comprender lo que podría esperarles a esas futuras exploradoras que un día americen en ellos. Y una de esas cosas es que posiblemente encontrarán aguas (o hidrocarburos, para ser más exactos) tranquilas, prácticamente sin olas y liso como una balsa de aceite. Al menos así lo apunta un reciente estudio desarrollado en el Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas (UTIG), y que presenta unos mares y lagos con olas no mayores de 1 centímetro de altura. En la práctica, para un futuro navegante, ante sus ojos se extendería una superficie casi lisa y sin apenas movimiento.
A esta conclusión se llegó aplicando una una técnica desarrollada por el líder del equipo responsable de este estudio, Cyril Grima, y que permite medir la rugosidad de la superficie en detalle minucioso a partir de datos de radar. Ya se utilizó para medir la densidad de nieve y rugosidad superficial en la Antártida y el Ártico, así como en selección del lugar de aterrizaje de InSight (curiosa ironía), y los propios investigadores del JPL dieron la idea de utilizar el mismo método para medir las olas de los mares "titánicos". Y así se hizo, centrándose en datos de radar reunidos por Cassini de 3 de ellos, Kraken Mare (el mayor, equivalente al Mar Caspio), Ligeia Mare y Punga Mare en el momento en que estaba empezando el Verano en ese hemisferio, y se creía que sería entonces cuando estas alcanzarían su máxima actividad.
Los resultados fueron claros. Calma total, con olas apenas dignas de ese nombre, algo que además pone en cuestión la idea de que el principio del Verano se ve acompañada de fuertes vientos, ya que de haberlos habrían provocado un mayor oleaje. Existen indicios del efecto de estos en no pocos lugares de Titán, pero al menos en las aguas de Kraken Mare y el resto no hay señales de su efecto. Y aunque podría haber coincidido con un momento de calma, la situación se repita en todos ellos a pesar de haber sido observado cada uno de ellos en tiempos diferentes.
Quizás esto les quiten algo de magia, ya que precisamente la presencia de olas les habría dado un aire más terrestre, pero al mismo tiempo les convierte en lugares mucho mas acogedores para hipotéticas sondas que un día puedan amerizar en ello. Seguramente tardaremos muchos años, posiblemente décadas, en ver algo así, en presenciar el primero "barco" terrestre navegando por mares de otro mundo. Pero cuando ocurra podemos estar razonablemente seguros de que aguas tranquilas estarán ahí para recibirlos.
Las zonas exploradas por el radar de Cassini y de cuyos datos surgen ahora la imagen de unos mares completamente tranquilos, casi sin olas.
TiME (Titan Mare Explorer), lo más cerca que estuvimos de enviar una sonda capaz de flotar en los mares de Titán. Al final no fue aceptada, y su lugar fue ocupado por InSight. Deberemos seguir esperando.
Calm Lakes on Titan Could Mean Smooth Landing for Future Space Probes
No hay comentarios:
Publicar un comentario