El Universo esta lleno de maravillas por descubrir, y por mucho que pensemos que estas se encuentran lejos, en otras estrellas y galaxias, y que el Sistema Solar poco más nos puede ofrecer a gran escala, lo cierto es que incluso nuestro pequeño rincón galáctico aún guarda muchas más de lo que podemos imaginar, siempre dispuestas a salir a la luz en el lugar y momento menos esperado. Y este es el caso de uno de los hallazgos más notables de los últimos tiempos, en un pequeño cuerpo celeste conocido como Chariklo, hasta ahora un simple integrante más de la familia de los Centauros, que tiene su hogar principalmente entre las órbitas de Saturno y Urano, pero que desde hoy forma parte ya, y en letras de oro, de la historia de la astronomía.
No estábamos buscando un anillo y no creíamos que cuerpos pequeños como Chariklo los tuvieran, por lo que el descubrimiento.Y la impresionante cantidad de detalles que vimos en el sistema¡ha sido toda una sorpresa!", explica Felipe Braga-Ribas (Observatorio Nacional/MCTI, Brasil) autor principal del nuevo artículo y responsable de planear la campaña de observación. Y es que no era ese el objetivo, ya que intentos anteriores para encontrar anillos alrededor de objetos de menor tamaño tuvieron resultados negativos. Paradójicamente fue al no buscarlos cuando aparecieron, demostrando que en muchas ocasiones los grandes descubrimientos científicos, especialmente en astronomía, pueden llegar cuando menos te lo esperas.
El camino para este hallazgo comenzó cuando las predicciones mostraban que Chariklo pasaría frente a la estrella UCAC4 248-108672 el 3 de junio de 2013, vista desde América del Sur. En una amplia campaña de observación, utilizando conjuntamente diversos telescopios, los astrónomos fueron capaces de ver la estrella desparecía durante unos segundos a medida que este asteroide pasaba frente a ella, en lo que se conoce como ocultación, un método bastante utilizado para revelar detalles de cuerpos celeste lejanos, ya que las variaciones en el brillo estelar pueden dar información sobre la naturaleza de estos así como de posibles acompañantes (los asteroides pueden tener lunas). Pero encontraron mucho más de lo que esperaban.
Unos segundos antes y unos segundos después de la ocultación principal, hubo 2 inesperadas fluctuaciones en el brillo aparente de la estrella, lo que significaba que algo alrededor de Chariklo bloqueaba la luz. Un pequeño satélite habría originado una fluctuación, pero que esta se repitiera antes y después, mostrando además la misma intensidad y la misma distancia, solo deja una posible explicación plausible: Anillos. El primer asteroide en disponer de algo parecido, y el 5º cuerpo del Sistema Solar después de los 4 grandes planetas gaseosos.
Comparando lo observado desde los diferentes telescopios, el equipo pudo reconstruir, no solo la forma y el tamaño del objeto en sí, sino que además determinaron la forma, la anchura, la orientación y otras propiedades de los nuevos anillos descubiertos. Así, este sistema de anillos está formado por 2 anillos muy definidos de tan solo 3 y 7 kilómetros de ancho, separados por un espacio despejado de 9 Kilómetros, todo ello alrededor de un mundo de apenas 250 kilómetros de diámetro."Para mí fue sorprendente descubrir que éramos capaces, no sólo de detectar un sistema de anillos, sino de especificar que se trata de dos anillos claramente diferenciados", añade Uffe Gråe Jørgensen (Instituto Niels Bohr, Universidad de Copenhague)."Intento imaginar cómo sería estar sobre la superficie de este objeto helado, lo suficientemente pequeño como para que un coche deportivo pequeño que alcanzase la velocidad de escape lo lanzara a través del espacio.y mirar fijamente a un sistema de anillos de 20 kilómetros de ancho 1.000 veces más cerca que la Luna".
Un descubrimiento que puede esconder aún más sorpresas, ya que la definido de los anillos parece indicar la existencia de al menos una pequeña luna que mantiene sus bordes contenidos, ya que de lo contrario el material que lo forma se habría ido extendiéndose y dispersándose. Es lo que hacen las conocidas como "lunas pastoras" de Saturno, y aquí podría estar ocurriendo lo mismo. ¿Y cual es su origen? La opción más probable es que sean el resultado de un gran impacto que dejó una gran nube de restos en órbita, a partir de los cuales empezaron a tomar forma, hipotéticos satélites incluidos, pero aún quedan muchas preguntas sin respuesta.
Asteroides con anillos, nuevos pequeños mundos más allá de Plutón, lunas potencialmente habitables y muchos otros recientes descubrimientos recientes nos muestran hasta que punto el Sistema Solar sigue siendo un lugar no tan conocido como en ocasiones podemos pensar. Como para los exploradores europeos de siglos pasados fueron las zonas inexploradas de La Tierra, representa nuestra nueva frontera, un Far West interplanetario que aún esconde muchos de sus secretos.
Los Centauros conocidos.
Primer sistema de anillos descubierto alrededor de un asteroide
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