Descubierto un nuevo planeta enano, el cuerpo celeste del Sistema Solar más lejano que se conoce.
Hace tiempo que la antigua idea de las fronteras de nuestro sistema planetario saltaron por los aires ante el avance de la tecnología de observación, enterrando para siempre la idea de que Plutón, como el guardián del abismo cósmico, marcaba el final del reino solar. El descubrimiento de nuevos pequeños mundos más allá, algunos capaces de competir en tamaño con el, revelaron que en realidad no era más que un integrante más, el más cercano al Sol, de una amplia familia planetaria conocida como Cinturón de Kuiper que se extendía entre las 30 a las 50 Unidades astronómicas. Fue este hallazgo lo que llevó, finalmente, a la creación de la categoría del "planeta enano" y la posterior "degradación" del durante décadas 9º planeta.
Pero los astrónomos consideran que ni tan solo estos forman la frontera final, ya que a partir de las 50 U.A. y hasta distancias que podrían llegar a medio camino de la estrella más cecana, comienza lo que se conoce como Nube de Oort. O al menos así se extrapolaba de las órbitas de algunos cometas de largo periodo, que parecían indicar que allí se encontraba su zona de procedencia. En realidad no se disponía de evidencias directas de algún miembro de esta hipotética concentración de materia perdida en el mismo límite del abrazo gravitatorio del Sol. Y así fue hasta que en 2003 se anunció el descubrimiento de Sedna, un cuerpo con un tamaño que podría alcanzar los 1.800 Kilómetros situado a 89 U.A del Sol (Plutón se encuentra a una media de 39) y con un afelio estimado de casi 1.000, con un periodo orbital de más de 11.000 años. Solo el encontrarse ahora casi en su punto de mínima distancia permitió que fuera detectado.
Era un primer paso para desvelar lo que se extiende más allá de Kuiper, ya que los modelos de formación indicaron que Sedna podría ser una conexión, la etapa intermedia entre
los miembros de este último y la hipotética nube de Oort que se
encontraría a unas 10.000 UA del Sol, un miembro de lo que se conoce como Nube de Oort interior. Pero era necesario encontrar otros para apoyar esta idea, ya que de lo contrario podría resultar un objeto aislado y por tanto intrascendente en este aspecto. Y este llegó con el anuncio por parte de Scott Sheppard de Carnegie Institution for Science de Washington y
Chadwick Trujillo del Gemini Observatory en Mauna Kea (Hawai) del descubrimiento de un nuevo planeta enano, denominado 2012 VP113. Sedna ya no se encuentra sola en la oscuridad.
Aunque con una órbita bastatante menos extrema que Sedna, 2012 VP113 se encuentra actualmente algo más lejos que esta, lo que le otorga el título de cuerpo celeste del Sistema Solar más lejano conocido. Más importante aún "el descubrimiento de 2012 VP113 nos muestra que los confines de nuestro sistema solar no son un páramo vacío como se pensaba", explica Trujillo, autor principal y astrónomo. "En cambio, esto es sólo la punta del iceberg que nos dice que hay muchos cuerpos en la Nube de Oort interior que esperan ser descubiertas. También ilustra lo poco que sabemos acerca de las partes más distantes de nuestro sistema solar y lo mucho que queda por explorar". Los descubridores estiman que podrían haber centenares de planetas enanos de tamaó parecido, y que la población total podría superar ampliamente la del Cinturón de asteroides y de Kuiper.
"Agunos de estos objetos en la nube de Oort interior podría rivalizar con el tamaño de Marte o incluso de la Tierra", y van más allá al proponer que podría haber un planeta mayor incluso que el nuestro, una Tierra congelada, escondida en este inmenso reino, basdándose en las órbitas de Sedna y 2012 VP113, que creen fruto de las perturbaciones gravitatorias de este mundo teórico.
De momento lo único que parece evidente que la frontera "física" del Sistema Solar, el lugar donde podemos encontrar los miembros confirmados más lejanos de su familia planetaria, no deja de retroceder, primero de Plutón al Cinturón de Kuiper, y de este nuevamente más allá, hasta 2012 VP113. Y si realmente es un miembro más de la Nube de Oort interna, que a su vez sería la puerta de entrada a un territorio aún más colosal, estamos solo en el principio de una nueva era. Nuestro pequeño hogar galáctico parece a punto para expandirse de nuevo. Nuevos mundos parecen estar esperándonos en la oscuridad, moviéndose en el mismo filo del abismo cósmico.
Las órbitas de Plutón, hasta no hace tanto el mundo más lejano conocido, Eris, considerado un miembro del Cinturón de Kuiper, Sedna y el ahora descubierto 2012 VP113, que se consideran ya posibles miembros de Oort.
La Nube de Oort, dividida entre una gran parte externa y esférica, que se extendería hasta casi 2 años-luz del Sol y una interna, en forma de anillo y que empezaría justo después del cinturón de Kuiper. Sedna y 2012 VP133 podría formar parte de esta segunda, lo que los convertiría en la primera evidencia directa de su existencia.
El desplazamiento de 2012 VP113, en fotografías tomadas con 2 horas de separación cada una.
Infografía: Los mundos más allá de Plutón.
Un nuevo miembro del Sistema Solar
NASA Supported Research Helps Redefine Solar System's Edge
No hay comentarios:
Publicar un comentario