viernes, febrero 17, 2012

Caminos de oscuridad y de luz

El telescopio APEX nos adentra en la Nube Molecular de Tauro, una de las regiones de formación estelar más próximas a la Tierra.

No fue hasta principios del Siglo XX cuando Edward Emerson Barnard, en su atlas fotográfico On the dark markings of the sky (Sobre las zonas oscuras del cielo), acertó a ofrecer una explicación que el tiempo demostró acertada, al defender argumentar que esas extrañas zonas, que parecían senderos de oscuridad aparentemente carente de estrellas, eran fruto de la presencia de "material que provoca un oscurecimiento en el espacio". La realidad era algo más compleja, pero la idea básica era exacta.

Hoy día, más de un siglo después, sabemos mucho más de este fenómeno...por ejemplo que en realidad son nubes de gas y granos de polvo interestelar que bloquean la luz de las estrellas que se encuentran tras ellas, creando ese efecto de vacío, como una aparente herida oscura en el brillante rostro galáctico. En realidad emiten un tenue resplandor, pero en ondas de frecuencia tan largas que se sitúan fuera del espectro visible para el ojo humano, motivo por el cual, a través de los telescopios de finales de Siglo XIX y principio del XX, los astrónomos no veían más que una impenetrable oscuridad.

Sin embargo, y demostrando lo lejos que están de esa imagen de vacío carente de estrellas que muchos tenían de estas regiones, no solo están llenas de gas y polvo, sino que en realidad muchas de ellas son auténticas "maternidades estelares", donde nuevas estrellas nacen, tras la fragmentación y colapso de partes de esas nubes, y pasan sus primeras etapas antes de salir al exterior y hacerse visibles al disipar la densa capa de polvo que las rodea durante su gestación.

¿Porque son tan diferentes a otras zonas de formación estelar, como la espectacular y deslumbrante nebulosa de Orión? Simplemente porque esta última cuenta con estrellas masivas que la iluminan por completo (y que, de hecho, la terminarán disipando en relativamente poco tiempo a escala cósmica) mientras las protagonistas de esta historia no, por estar aún en los inicios del proceso o bien porque las "recién nacidas" aún se esconden en su interior. Son lo mismo, solo que en diferentes etapas y bajo condiciones de iluminación distintas.

Uno de los mejores ejemplos y más cercano a La Tierra es la llamada Nube Molecular de Tauro, situada a unos 450 Años-luz de nosotros en dirección a la constelación del mismo nombre y que era una de las incluidas por Emerson Barnard en su atlas fotográfico...cosa comprensible cuando se la observa en detalle: No solo está cerca y se extiende formando un trazo alargado sobre la bóveda celeste, sino que resulta especialmente oscura en longitudes de onda visibles dado que no existe ninguna estrella cercana que la ilumine. Todo un ejemplo de "zona oscura" sobre el fondo estelar que durante tanto tiempo sorprendió a los astrónomos.

Ahora el telescopio de 12 metros APEX (Atacama Pathfinder Experiment), situado en el llano de Chajnantor, en los Andes chilenos, nos adentra en su oscura naturaleza y desvela los procesos que se están dando en su interior observándola en el rango de las ondas milimétricas (entre el infrarrojo y las señales de Radio), precisamente donde su emisión térmica la hace brilla lo suficiente como para revelar su estructura.

La imágen resultante, que combina las observaciones de APEX con otra de la misma región en luz visible, permite resaltar sus diferentes estados de evolución...así, que mientras en la parte inferior izquierda, conocida como Barnard 213, se ha fragmentado en varios concentraciones de brillante y denso polvo (tres de estos núcleos se observan claramente) donde ya ha tenido lugar la formación de estrellas, la parte superior derecha, que recibe en nombre de Barnard 211, se encuentra en un estadio anterior, con el colapso y la fragmentación aún en pleno proceso...en el futuro se convertirá, pues, en el lugar de nacimiento de nuevas generaciones estelares.

Un vacío camino de oscuridad que se convierte en uno lleno de materia y de luz...y es que, como si fuera un libro de muchas páginas, cada estructura del Cósmos esconde múltiples caras a la espera de ser descubiertas.

La situación de la Nube molecular de Tauro.


Viajando hacia la brillante oscuridad.


La compleja estructura que se esconde tras la aparente y vacía oscuridad.

Una comparativa que permite apreciar mejor la importancia de la astronomía por ondas milimétricas...a la izquierda tal como vemos la Nube Molecular de Tauro con nuestros propios ojos, y a la derecha la misma zona en esta banda del espectro. Lo que antes era un camino de oscuridad se convierte en un camino de luz con una compleja estructura interna. Es por ello que se están haciendo tantos esfuerzos en este campo, y que tendrá en ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) su máximo exponente.

Una visión más amplia de la región. Las estrellas más brillante no están situados al lado de La nube, sino mucho más cerca de La Tierra que esta primera.

Respectivamente, APEX y ALMA,el presente y futuro de la astronomía milimétrica.

APEX Vuelve su Mirada hacia las nubes oscuras de Tauro

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