
Situada a unos 11.000 años-luz de La Tierra, en dirección a la constelación de Casiopea, esta burbuja cósmica es uno de los ejemplos más espectaculares del "viento estelar", el flujo de partículas que emiten las estrellas hacia el exterior hasta grandes distancias, y que en el caso de NGC 7635 se dan la mano dos factores que amplifican visualmente este efecto...por un lado el astro causante (el punto rojo situado en la parte superior derecha), una gigante tan activa y caliente que proyecta un auténtico vendaval de enorme potencia...por otro que se encuentre situada dentro de una nebulosa de gas molecular notablemente densa.
El resultado, el que podemos apreciar en la fotografía superior, que muestra en falsos colores rojos, verdes y azulados la presencia, resprectivamente, de Azufre, Hidrógeno y Oxigeno...la furiosa tormenta desatada por la estrella barrió la bruma que la rodeaba hasta grandes distancias, formando una esfera aparentemente vacía pero que en realidad marca la turbulenta frontera entre los dominios de esta estrella y el espacio que la rodea, allí donde ambos chocan violentamente.
No es esta situación algo excepcional...de hecho ocurre con todas, incluida la nuestra, donde el llamado "viento solar" se expande hasta más alla de la orbita de Neptuno y Plutón, formando también una burbuja que nos protege del medio interestelar, pero en pocos casos es tan clara y hermosa en su espectacularidad como la que envuelve a esta gigante perdida en la niebla

The Bubble Nebula
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