Viajemos hacia atras en el tiempo, justo antes de que el Sol y sus futuros compañeros planetarios hubieran empezado ni tan solo a formarse...en su lugar solo una enorme nube de gas y polvo, una de tantas que pueblan nuestra galaxia. Cerca de ella, pero, una estrella de gran masa, tras su corta e intensa vida, se precipita en un final catastrófico, explotando en forma de Supernova y lanzando hacia el espacio gran cantidad de elementos químicos que solo pueden generarse en su ardiente corazón, asi como una onda expansiva que se extiende rapidamente.
La nube, hasta ese momento estable, se ve alcanzada de lleno y se desestabiliza, empezando a contrarse cada vez a mayor velocidad, mientras que parte de los elementos expulsados por la Supernova que mezcla con ella y la enriquece químicamente...el proceso iniciado es ya imparable y concluirá con el nacimiento de una estrella enana amarilla y un amplio sistema planetario que la acompaña, incluido un planeta, el tercero en distancia, donde nacerá la vida y una civilización que llamará a su mundo La Tierra y a su estrella Sol.
Así es como los astrónomos, a grandes rasgos, se imaginan como pudo nacer nuestro sistema solar, una teoría basada en ciertos restos químicos encontrados en meteoritos que hacen pensar que algo así ocurrio hace 4.500 millones de años, una muerte estelar que prendió la llama del nacimiento de una nueva estrella (y posiblemente de otras, pues suelen nacer en grupo), en un hermoso ciclo de muerte y vida que dejo una huella, en forma de isótopos como el Cromo 54, el Aluminio 26 y el Hierro 60, que no se encuentran en nuestro planeta, que han llegado hasta nuestros días conservados en el interior de estas rocas espaciales.
Y el estudio de uno de ellos, el llamado "meteorito de Orgueil", que cayo en Francia en 1864, esta ofreciendo, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, nuevos datos los origenes y no solo afianzando la teoría de la explosión estelar en los albores de su nacimiento, podría pistas sobre como y cuando esto ocurrió, porque los elementos se distribuyeron irregularmente en el naciendo sistema Solar y de que tipo de SuperNova era..todo esto gracias al nuevo estudio encabezado por Nicolas Dauphas, de la universidad de Chicago, y que acaba de ser publicado en el Astrophysical Journal.
El objetivo de Dauphas y sus colegas es el analisis de pequeñisimos granos que se encuentran en su interior, de apenas 100 nanómetros de diámetro, es decir una milésima parte del grosor de un cabello humano, y cuya química delata que proceden de una época anterior a la formación del Sistema Solar como probable producto de la explosión de una Supernova, en cierta forma la "metralla" de dicha detonación.
La existencia de estos granos hace pensar, y así lo sugieren los investigadores, que estos, al mezclarse con la nube proto-solar y ser arrastrados los procesos dinámicos que rodearon la formación del Sol y los planetas, se ordenaran según su tamaño, causando que los elementos químicos por ellos contenidos se distribuyera irregularmente, y no de la forma homogena que se suponía que debía ser, lo que hasta ahora era un misterio que desconcertaba a los científicos.
Pero aun quedan cosas que descubrir de esta "metralla estelar"...entre ellas si en su interior se encuentra un isótopo llamada Calcio-48, lo que determinaría de que tipo era la Supernova que acompañó al nacimiento de nuestro mundo.
Si este es el caso estaríamos ante una de las llamadas Tipo Ia, que a diferencia de las "normales" (Tipo II) que son estrellas masivas que llegan al final de su vida y explotan, se originan en sistemas binarios (dos estrellas orbitando una alrededor de otra), con una pequeña enana blanca que "roba" materia de la compañera con tanta rapidez que esta, tras superar el llamado límite de Chandrasekhar, se colapsa repentinamente, inicíando una fusión nuclear incontrolada que lleva, literalmente, su desintegración total. Es, con diferencia, la más potente que se conoce.
Muerte y vida..las supernovas, el cataclísmico final de las estrellas masivas, son una pieza clave para entener nuestra propia existencia, pues de ellas procede los elementos químicos más complejos, como el Carbono o el Oxígeno, que posteriormente se incorporan en las nuevas generaciones estelares y planetarias. Sin este proceso no estaríamos ahora hoy aquí. Nuestro pasado más lejano, nuestra propia existencia, está ligada al de estrellas que vivieron y murieron antes de que el Sol naciera.
Una Supernova de Tipo Ia...la materia arrancada por una Enana Blanca eleva su masa hasta superar el limite crítico. La subita reanudación de la fusión nuclear de forma incontrolada hace que literalmente se desintegre, en una explosión que supera en potencia a las de las estrellas de gran masa. El Calcio-48 se produce en este tipo de eventos, por lo que si fuera localizado en meteoritos como el de Orgueil significaría que fue una Supernova de este tipo la que estalló poco antes del nacimiento del Sistema Solar y quizás induciendo, con la onda de choque generada, el colapso que llevaría al nacimiento del Sol y La Tierra.
Una Tipo II, lo que podríamos llamar una SuperNova "normal", es decir el colpaso de una estrella de gran masa. Aunque se conoce bastante bién como se desencadenan aún hay procesos poco claros que aun no se han podido explicar con claridad.
Fue la detonación de una estrella cercana y de gran masa la que inició el camino a la formación del Sol? Es una teoría formulada hace décadas que tiene argumentos solidos que hacen pensar que así fue.
Supernova Shrapnel Discovered Inside Meteorite
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