El programa espacial japonés está a la sombra del coloso norteamericano, y también del creciente y cada vez más ambicioso programa de su vecina China. Comparados con ambos, y incluso con el de Europa, es relativamente modesto, a lo que se añade que no se suele "vender" de forma tan mediática, por lo que al final puede dar la impresión de que es un participante secundario en nuestra camino hacia las estrellas. Pero en ocasiones nos sorprenden con logros maravillosos, como los de la vela espacial Ikaro o la sonda venusiana Akatsuki, recordando que ellos también cuentan. Y el 21 de Febrero lo hicieron de nuevo, ofreciendo imágenes que ya forman parte de la historia.
Ese día la Hayabusa 2, después de delicadas maniobras de aproximación, realizadas de forma autónoma, tocaba la superficie del asteroide Ryugu mediante la "manguera" de recogida de muestras, disparaba un pequeño proyectil para levantar material y facilitar su captura, y se alejaba lentamente de nuevo, hasta poner una distancia segura entre ella y su objetivo. Conocíamos que todo había ido bien, que el contacto se había realizado, el proyectil disparado y la maniobra de alejamiento seguro completada con éxito, a lo que se añadían algunas imágenes tomadas unos segundos después. Quedaba esperar la publicación de la secuencia completa, captada por laCAM-H (Small Monitor Camera) que miraba hacia "abajo", siendo testigo privilegiada de los acontecimientos. Y ahora ya lo tenemos.
Las imágenes hablan por si solas de la maravilla vivida. Podemos ver como la sonda, cuya sombra de define perfectamente, se acerca cada vez más a a Ryugu, hasta llegar al instante en que la "manguera" hace contacto con la superficie, seguida de una separación inmediata, rodeada por los escombros levantados tanto por los impulsores de la sonda como por el proyectil. La escena completa está acelerada cinco veces, ya que todo sucedió de forma mucho más lenta en el escenario de baja gravedad del asteroide, pero eso permite apreciar mejor la maniobra.
En necesario repetirlo: Estamos viendo el momento en que una sonda terrestre toca un asteroide, el momento culminante de unas maniobras de aproximación cuya complejidad y precisión (Hayabusa 2 apenas se desvió 1 metro del punto exacto marcado) no pueden sino generar asombro y maravilla. Y lo mejor y más increíble, el lanzamiento del SCI (Small Carry-on Impactor), que abrirá un nuevo cráter en Ryugu y permitirá a la sonda acceder a material situado bajo la superficie, y por ello protegido del hostil exterior, llegará el próximo Abril.¿Es Japón una potencia espacial relativamente pequeña si la comparamos con otras? Sin duda, pero en ocasiones los más pequeños se convierten, aunque solo sea por un tiempo, en auténticos gigantes, sobre suyos hombros avanzamos hacia el futuro.
Imagen tomada un minuto después del contacto por parte de la cámara de navegación, en que se observa una mancha en el lugar del aterrizaje, posiblemente el material levantado por los impulsores y el proyectil, y que vemos claramente en la secuencia del contacto.
Hayabusa 2, la gran apuesta de la JAXA en el campo de la exploración de asteroides.
La complejidad de la maniobra en todo su esplendor. Por si alguine creía que era solo "bajar y subir"
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Aterrizando en un asteroide: los detalles de la recogida de muestras de Hayabusa 2
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