Visitando el escudo térmico y encontrado el primer meteorito jamas visto en Marte.
Seguimos nuestro repaso a los grandes momentos de Opportunity, que después se abandonar el cráter Endeavour, y mostrándose en plena forma, empezó el avance por Meridiani Planum hacia su siguiente meta. Y en la ruta elegida se apuntaba a uno realmente curioso y, a su manera, asombroso. No se trataba de otro cráter o de alguna formación geológica, sino un visitante de otro mundo, llegado justo al mismo momento que nuestro amigo robótico, o mejor dicho unos minutos antes. Y es que la nueva meta era nada menos que el propio escudo térmico delantero que lo protegió durante la entrada en la atmósfera, y que después de separase de el siguió su propia trayectoria, hasta impactar no muy lejos de Endurance.
No existen caprichos en la exploración planetaria, y ser capaces de aproximase y examinar el estado del escudo era una oportunidad única para los ingenieros, que podrían aprender de primera mano como se comportó en esos minutos críticos y sacar las conclusiones correspondientes. No fue posible con Spirit, ya que su escudo terminó al otro lado del cráter Bonneville, y el tiempo apremiaba para llegar a las colinas Columbia, pero con Opportunity no había ningún obstáculo. Estaba allí, en medio de la llanura, dentro de la ruta prevista y al alcance de la mano, y se aprovechó.
Pero estamos hablando de un viajero con suerte, y en esta ocasión la diosa fortuna hizo de nuevo acto de presencia. Y es que justo al lado de los restos del escudo térmico apareció una extraña roca, inicialmente llamada con el no demasiado original nombre de Heat Shield Rock, que llamó la atención inmediata del equipo de misión. No fue para menos, ya que su análisis determinó que estábamos ante un meteorito de hierro-níquel, el primer meteorito visto en otro mundo. No se llegó a perforar, ya que se consideró que tenía un riesgo demasiado elevando para la integridad del RAT, pero el resto de sus instrumentos si que lo estudiaron con detalle.
Fue un hallazgo histórico, y totalmente casual. El escudo termino, en su impacto contra la superficie, justo a su lado, como si de forma voluntaria hubiera querido poner su grano de arena en el increíble éxito de su protegido. Ciertamente fue todo un símbolo de lo que sería Opportunity durante tantos años por venir.
La zona del aterrizaje. En la parte inferior derecha se puede ver la zona donde cayó el escudo térmico delantero, que sería visitado por 335 días después de su llegada al planeta.
El escenario de una duro aterrizaje. En primer término el punto de impacto, el cual salieron despedidos sus restos.
La imagen de la fortuna. En primer término los restos del escudo, y justo por detrás se puede ver el meteorito.
Otras partes diseminadas por la llanura.
Imágenes microscópicas tomadas de los restos del escudo. Para nosotros era un conjunto de chatarra, pero para los ingenieros se trataba de un tesoro de información.
Examinando el primer meteorito jamás visto en otro planeta, un regalo inesperado para Opportunity.
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