jueves, marzo 21, 2019

El legado de Opportunity (5): Una victoria en la oscuridad.

Explorando el cráter Victoria.

Cuando Opportunity se asomó al cráter Endurance tuvimos ante nosotros un paisaje de ensueño, una ruptura total con las "aburridas" llanuras de misiones anteriores. Parecía que eso era el punto culminante de esta aventura, que nada superaría eso, ya que el siguiente potencial objetivo parecía demasiado lejano, pero su leyenda estaba ya siendo una realidad, y el 26 de Septiembre de 2006, cuando el contador de días marcianos en activo se aproximaba ya a la simbólica cifra de los 1000, nuestro viajero eterno alcanzó los bordes de algo mucho, mucho mayor.

Y es que si Endurance, con sus 150 metros de diámetro, parecía inmenso a nuestros ojos, Victoria, 6 veces mayor, era como saltar a otro nivel. La vista desde las alturas era espectacular, y su exploración una promesa de nuevos descubrimientos. Primero dedicó meses a moverse por sus bordes, reforzado con un nuevo software que le dotaba de mayor autonomía a la hora de decidir que imagenes enviar y que objetivos examinar con su brazo robótico, lo que implicaba un inmenso ahorro de tiempo para el equipo en tierra. Durante esta etapa la sonda Mars Reconnaissance Orbiter lo fotografió poco después de su llegada, en una de las imágenes más claras jamás logradas. Verla resulta fascinante.

El 15 de Junio de 2007, después de haber estudiado diversos puntos de entrada potencial desde diversos puntos de vista, se determinó que la zona conocida como Duck Bay sería la puerta de entrada al cráter. Sin embargo Marte no estaba dispuesto a ponerlo fácil, y a finales de ese mes se desencadenó una tormenta global que a punto estuvo de llevarlo a un punto sin retorno, haciendo descender la temperatura interna hasta niveles potencialmente letales. Pudo ser el final, pero no lo fue, y a principios de Agosto se recuperaron las comunicaciones. Años después no tendría tanta suerte, pero eso era un futuro aún muy lejano.

Opportunity se pasaría un año terrestre, hasta Agosto de 2008, estudiándo diversas capas geológicas y reuniendo nuevas evidencias de la antigua presencia de agua en la zona. No sería sin incidentes, ya que fue entonces cuando el brazo robótico experimentaría problemas en el motor responsable de desplegarlo, lo que implicaba el riesgo que, si se plegaba una vez concluido su uso, quizás no podría desplegarse de nuevo. Su final como explorador útil. Por ello, desde entonces, y una vez colocado en una posición adecuada para su uso, ya no se replegaría de nuevo. Fue necesario aprender a mover el rover de esta forma. El paso del tiempo comenzaba a pasar factura.

A final de Agosto Opportunity salió del cráter por el mismo lugar por el que había entrado. Se había concluido una de las aventuras más increíbles de la exploración de otro mundo. Y llegó al pregunta invitable: ¿Y ahora qué? La respuesta definitiva fue el cráter Endeavour, situado a 12 Kilómetros de distancia, a unos dos años de viaje a buen ritmo. Nadie esperaba que lo alcanzará, solo servía como punto de referencia para establecer una camino, y intentar estudiar tantos objetivos posibles en su avance. Pero todos sabemos lo que ocurrió finalmente. Es por ello que se convertiría en leyenda.

Con 750 metros de diámetro, el cráter Victoria era inmenso en comparación a Endurance, y por tanto una puerta mayor y más profunda al pasado de Marte. Para muchos llegar hasta aquí era la culminación del viaje, y ya no había nada más a su alcance. El tiempo demostraría lo equivocada de esa presunción.

Opportunity nunca estuvo del todo solo. La Mars Reconnaissance Orbiter lo captó en detalle durante su larga exploración del borde de Victoria, en lo que quizá son algunas de las imágenes más icónicas de la misión.

 Durante un año el interior de Victoria fue su hogar.

La oscuridad de adueño de Victoria justo cuando Opportunity se adentraba en el. Una tormenta global que lo puso al borde de su final, aunque lograría superarlo. Años después ya no podría hacerlo de nuevo.

Saliendo por el mismo lugar por el que se entró, pasando por encima de las mismas huellas dejadas un año antes. Al fondo, Cape Verde, a cuya pared se aproximaría para estudiar los estratos ahí presentes.

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