El buscador de exoplanetas ESPRESSO se pone en marcha.
Estamos a las puertas de una nueva era de la astronomía, en que nuevos observatorios, tanto terrestres como orbitales, así como el desarrollo de nuevas tecnologías, aplicadas tanto a ellos como a los más veteranos, prometen llevar nuestras capacidades para adentrarnos en el Universo, desde el más cercano hasta el que se extienden hasta los límites mismos del tiempo. Y uno de los primero ejemplos, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de la ESO, en el Observatorio Paranal, acaba de ver su primera luz, dando la señal de salida a una renovada carrera a la caza de nuevos mundos.
Bajo el nombre de ESPRESSO se encuentra un nuevo y flamante espectrógrafo echelle, de tercera generación, sucesor del exitoso HARPS, y que tiene como objetivo lograr una precisión en la medición de velocidades de apenas unos pocos centímetros por segundo, un salto adelante enorme con respecto a su perecederos. Dado que uno de sus objetivos principales es detectar la presencia de mundos en otras estrellas mediante el método de la velocidad radial, captando el ligero bamboleo que estos producen en sus respectivos Soles al girar a su alrededor, esto abre las puertas a una más que posible avalancha de nuevos hallazgos. Especialmente de aquellos que sean parecidos en tamaño y masa a la Tierra, que ahora serán mucho más fáciles de detectar.
El científico que lidera este proyecto, Francesco Pepe (Universidad de Ginebra, Suiza), explica su importancia: "Este
éxito es el resultado del trabajo de muchas personas durante 10 años.
ESPRESSO no es sólo la evolución de nuestros anteriores instrumentos,
como HARPS: su mayor resolución y su mayor precisión hacen que sea
revolucionario. Y, a diferencia de los anteriores instrumentos, puede
explotar toda la capacidad colectora de luz del VLT, ya que puede
utilizarse con los cuatro telescopios unitarios del VLT al mismo tiempo
para simular un telescopio de 16 metros. ESPRESSO será insuperable
durante, al menos, una década. ¡Ahora estoy deseando descubrir nuestro
primer planeta rocoso!".
No es solo en este campo donde ESPRESSO espera brillar con luz propia. Por ejemplo, será la más poderosa herramienta para probar si las constantes
físicas de la naturaleza han cambiado desde que el universo era joven, algo predicho por algunas teorías de física fundamental, pero nunca observado de manera convincente. Sin embargo resulta evidente que es la búsqueda de mundos terrestres, cuya tenue influencia gravitatoria está dentro de su extraordinaria capacidad de detección. Y esto es solo el principio de esta nueva era, nueva etapa si uno prefiere términos menos grandilocuentes, ya que cuando se ponga en funcionamiento el ELT (Extremely Large Telescope), el instrumento HIRES, que actualmente está en fase de diseño, permitirá detectar y caracterizar exoplanetas incluso más
pequeños, del tamaño de la Tierra, así como estudiar sus atmósferas.
Estamos solo al principio, la primera luz de una nueva generación. El futuro promete cosas maravillosas, el descubrimiento de más nuevos mundos de los que jamás habíamos podido soñar.
ESPRESSO, la nuevas joya de la astronomía moderna, un espectrógrafo que utilizará los cuatro telescopios unitarios del VLT al mismo tiempo para simular un telescopio de 16 metros. Esto, combinado con su propia capacidad, que supera cualquier otro utilizado anteriormente y capaz de detectar cambios de velocidades en el movimiento estelar del orden de los centímetros, promete grandes descubrimientos.
La nueva generación.
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