Opportunity se desplaza a las paredes del lado sur de Marathon Valley para pasar el Invierno que se aproxima.
Para Curiosity, que tiene su propia fuente de energía, totalmente independiente del medio exterior, el paso de las estaciones no tiene mayor impacto que el de disponer de menos horas de luz para realizar la toma de imágenes, tanto para planificar su ruta como por objetivos científicos. Pero puede seguir trabajando sin mayores dificultades, incluso en plena noche si se considera necesario. Pero para su pequeño y mucho más veterano compañero de aventuras marcianas las cosas no son tan sencillas. Depende de la luz solar, y por ello cualquier cambio, sea por un aumento del polvo en suspensión o de la acumulación de este en los paneles, el paso de tormentas por las cercanías o menos horas de Sol con la llegada de la estación invernal, tiene un peso decisivo en su actividad y en la forma en que el equipo en tierra planea los pasos a seguir.
Es ante esto último lo que Opportunity, una vez más, se está preparando. Y como en ocasiones anteriores la mejor opción es inclinarse hacia el Sol, para maximizar las escasas horas de luz de las que dispone, y que llegarán a su mínimo en Enero de 2016 antes de crecer de nuevo avanzando hacia la Primavera y el Verano. Por ello, y después de haber realizado una amplia campaña de estudio previo en el interior de Marathon Valley, señalando así los lugares más interesantes para una posterior campaña de estudio más prolongado, el veterano rover se instaló sobre la inclinada pared sur. Allí permanecerá los próximos meses, hasta que las condiciones ambientales mejoren de nuevo y pueda generar la energía suficiente para reiniciar el viaje.
Opportunity se encuentra en el hemisferio sur. Por tanto, cuando llega el Invierno a este último y el Sol se encuentra más bajo en el horizonte, es mirando hacia el Norte donde uno puede obtener la máxima luz posible. Y si además inclinas un poco los paneles solares en esta dirección, compensado así el hecho de que los rayos de luz iluminan la zona más perpendicularmente, el resultado es un mayor rendimiento de estos primeros. De ahí que situarlo en una pendiente con la inclinación y orientación adecuada sea una medida básica para asegurar su supervivencia. No es la primera vez que lo hace. Por eso aún esta con nosotros.
Pero aunque quede "aparcada" en las pendientes de Marathon Valley, el objetivo es que siga desplazándose, aunque siempre limitada a esta zona inclinada, continuando sus estudios. Después, ya en 2016, cuando el Sol se eleve de nuevo y las horas diurnas ganen terreno a las nocturnas, llegará la hora de descender de nuevo al fondo del valle para reanudar su exploración, dirigiéndose a la lista de objetivos marcados por el reconocimiento previo, como por ejemplo unas rocas situadas en zonas rojizas más Sílice y menos Hierro que la mayoría de las rocas de la zona, indicando que su historia geológica es diferente, quizás por influencia de la antigua presencia de agua líquida, quizás en forma de fuentes termales, evidencias de los cuales mismo Opportunity descubrió hace en 2013 en Cape York, otra zona del cráter Endeavour. El objetivo final es confirmar la presencia de arcillas, relacionadas directamente con la actividad acuosa, que la Mars Reconnaissance Orbiter detectó desde la órbita.
Pero eso será durante la próxima y aún lejana Primavera, cuando la luz solar regrese con toda su fuerza. De momento llega la hora de recogerse, ahorrar fuerzas y esperar.
En ocasiones hay que inclinarse para poder seguir avanzando. Especialmente cuando estas afrontando un duro invierno en un mundo más gélido y oscuro que la Tierra.
El viaje de Opportunity hasta Marathon Valley.
Opportunity Mars Rover Preparing for Active Winter
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