martes, febrero 10, 2015

El viaje de los 2 samurais

El equipo de Akatsuki presenta el que será su plan de actividades en Venus, mientras Hayabusa 2 completa con éxito nuevas pruebas de sus impulsores iónicos y sistemas de comunicaciones.

Japón, a través de su agencia espacial, la JAXA, nunca tuvo una presencia constante y amplia en el terreno de la exploración interplanetaria. Algunos éxitos puntuales, como la misión Hayabusa, Kaguya a la Luna o las sondas gemelas Sakigake y Suisei, que sobrevolaron el cometa Halley en el ya lejano 1986, así como algún fracaso, como la Nozomi a Marte, que fallo en su intento de entrar en órbita, componen su limitado historial en este campo, poco digno de la que sigue siendo, a pesar de sus problemas, la 3ª potencia económica del planeta. Por eso el ser testigos de más de una sonda japonesa activa al mismo tiempo y avanzando hacia sus respectivos objetivos es una situación muy poco habitual en su historia, por no decir que casi única. Pero es eso precisamente lo que estamos viviendo ahora mismo.

Akatsuki es la más veterana, una sonda que al fracasar su intento de inserción orbital alrededor de Venus en 2010 por un fallo en su impulsor principal parecía destinada a acompañar a la Nozomi como un nuevo fracaso de la JAXA. Pero si algo aprendimos del accidentado viaje de la Hayabusa es que rendirse no entra en los planes de los técnicos japoneses, y casi inmediatamente se empezó con los planes para intentarlo de nuevo en el futuro. Y esta segunda oportunidad llegará el próximo 7 de Diciembre, después de un largo viaje alrededor del Sol, con todos sus sistemas al mínimo de actividad para preservarlos lo máximo posible.

No será ya la misma misión que fue planeada originalmente, ya que su órbita, si consigue entrar en ella utilizando sus impulsores secundarios (el principal quedó fuera de servicio durante el intento de 2010), será notablemente diferente a la prevista en su momento, con un punto de máxima distancia que se situará entre los 300-400.000 Kilómetros, en lugar de los 80.000 iniciales, y un periodo de 8-9 días terrestres, en lugar de las 30 horas de la primera opción. Teniendo en cuenta todo esto, la JAXA ya tiene planeadas cuales serán sus actividades, bastante parecidas a las que habría afrontado en 2010, aunque lógicamente con un periodo de tiempo diferente, ya que tardará más en completar cada vuelta alrededor de Venus:

- Cuando Akatsuki se encuentre a mayor distancia, a 10 o más radios planetarios, lo observará en su totalidad con el objetivo de entender sus nubes, su atmósfera profunda y las condiciones de la superficie.


- A menos de 10 radios planetarios la sonda llevará a cabo observaciones en primer plano para clarificar los movimientos de convección de las nubes, la distribución de los movimientos ondulatorios y sus cambios.

- Cundo esté aún más cerca, Akatsuki observará la estructura de la capa de nubes y la atmósfera desde una visión lateral.

- Al pasar por su lado nocturno monitorizará el disco del plantea en busca de descargas eléctricas y señales de luminiscencia atmosférica.

- Observará también la estructura atmosférica y sus cambios mediante la emisión de ondas de radio.

Si todo ello se cumple (y no es seguro, ya que se trata de una improvisación para superar una situación imprevista), aunque sea con 5 años de retraso, esta misión habrá cumplido ampliamente sus objetivos. Su éxito sería especialmente importante ahora, que con el final de la Venus Express ya no existen sondas en este planeta. Originalmente la idea es que ambas trabajaran juntas. Ahora Akatsuki tomará el testigo para continuar allí donde esta lo dejó.

Mientras tanto, más cerca de La Tierra, la segunda y flamante nueva sonda de la JAXA, Hayabusa 2, sigue afrontando diversos testos para comprobar el buen estado de sus sistemas.Los protagonistas principales han sido sus 4 impulsores iónicos, a los que los técnicos nipones han sometido a diversos encendidos de prueba: Un encendido de los 4 a la vez, generando un empuje de 7 a 10 milinewtons, a los que siguió otro larga duración, de más de 24 horas, protagonizados por 3 de ellos, con un empuje máximo de 28 milinewtons.

También con éxito se puso a prueba su  sistema de radio de banda Ka, de mayor frecuencia que las de banda X y S, utilizadas con mayor frecuencia..La NASA también está cambiando hacia el uso de la banda Ka, después de haberla probado por primera vez en el espacio profundo mediante la Mars Reconnaissance Orbiter.

Aunque sigue siendo limitada, la presencia de Japón en la exploración espacial es sin lugar a dudas una excelente noticia, especialmente cuando la NASA afrontará ahora varias "sequías" de nuevos lanzamientos, fruto de los desastrosos recortes sufridos por su programa de exploración planeta los últimos años, y cuyas consecuencias, ya que el diseño, construcción, lanzamiento y llegada a su objetivo de una sonda necesita años para ser una realidad, se verán en toda su crudeza los próximos años. Que "nuevos jugadores" entren en acción, desarrollando sus propios programas, ayudará a compensar, aunque solo sea en parte, esta situación. Akatsuki y Hayabusa 2 son ahora mismo las grandes apuestas de la JAXA para llenar ese vacío.

La órbita inicial prevista para Akatsuki y la que tendrá si lo consigue esta vez. Desde el fracaso de 2010 está en órbita solar, "persiguiendo" a su objetivo. Lo atrapará de nuevo en Diciembre de esta año. Será el momento de la segunda y última oportunidad.

Hayabusa 2, recién llegada al espacio, aún está en periodo de pruebas y comprobaciones, de momento superadas sin problemas. Por delante tiene un largo viaje hacia su meta final, incluido un encuentro con La Tierra previo.  

A new mission for Akatsuki, and status updates for Hayabusa 2 and Chang'e

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