El planeta más cercano al Sol tiene de hecho hielo en su superficie. Eso suena sorprendente a primera vista, pero se encuentra en cráteres que viven en una sombra permanente, al no llegar nunca el resplandor solar. Se piensa que tal vez fueron cometas (o asteroides, que como ahora sabemos contienen también mucha agua) los que la llevaron hasta este mundo ardiente, al impactar contra el. De hecho, la MESSENGER de la NASA no sólo encontró hielo en el polo norte, sino también encontró compuestos orgánicos, que son los componentes básicos de la vida. Aunque eso no significa que esta última exista en Mercurio, demuestra que estos elementos se distribuyen por todo el Sistema Solar.
2) Venus no tiene lunas, y no estamos seguros de por qué.
Tanto Mercurio como Venus no tienen compañeras de viaje, lo que puede considerarse sorprendente, ya que existan docenas en todo el Sistema Solar. Saturno tiene más de 60, por ejemplo. Y algunas lunas son poco más que asteroides capturados, como es el caso de Fobos y Deimos, por ejemplo. Entonces, ¿qué hace que estos planetas diferentes? Aunque en el primer caso quizás su extrema cercanía al Sol pueda explicarlo en parte, nadie está realmente seguro de por qué Venus no dispone de alguna luna, por pequeña que sea, aunque algunos astrónomos sugieren que pudo tenerla.
3) Marte tuvo una atmósfera más gruesa en el pasado, cuya desaparición sigue siendo investigada.
El Sistema Solar interior es un lugar de contrastes: Mercurio casi no tiene atmósfera, Venus tiene una densa y ardiente, la de La Tierra tiene una composición única gracias a que la vida la transformó (y no al revés) y resulta maravillosamente templada en comparación a la de sus compañeros planetarios, mientras que la de Marte es muy fina, apenas equivalente al 1% de la terrestre, y por ello muy fría. Pero en la superficie de este mundo hay evidentes señales, físicas y químicas, del fluir del agua, y el trabajo de exploradores como Curiosity apuntan a un largo periodo de clima templado y húmedo. Eso necesitó una atmósfera mucho más densa, ahora desaparecida ¿Dónde fue? Algunos científicos creen que el viento solar, al desaparecer el campo magnético global, la fue erosionando lentamente a lo largo de cientos y miles de millones de años. Comprobar esta teoría es uno de los objetivos de la sonda MAVEN.
4) Júpiter es un gran receptor cometa.
El planeta más masivo del Sistema Solar probablemente tuvo una enorme influencia en su historia. Con 318 veces la masa de la Tierra, se puede imaginar que cualquier asteroide o cometa que pase cerca tiene grandes posibilidades de ser capturados o desviados. Tal vez Júpiter fue en parte culpable del gran bombardeo tardío que tuvo lugar en el Sistema Solar interior en un momento temprano en su historia, causando cicatrices que todavía se pueden ver en La Luna. Y en 1994, los astrónomos de todo el mundo fueron invitados a un espectáculo poco común: El cometa Shoemaker-Levy 9, atrapado y fragmentado por la gravedad joviana se estrelló contra la atmósfera.
5) Nadie sabe realmente la edad de los anillos de Saturno.
La sonda Cassini llevó nuestro conocimiento sobre esta extraordinaria estructura planetaria hasta otro nivel, mostrando hasta que punto es compleja, delicada y dinámica, desvelando facetas de su naturaleza que eran desconocidas hasta ahora. Sin embargo su edad exacta, si son tan antiguos como el planeta mismo, quizás restos de su formación, o algo reciente (a escala cósmica, claro está), quizás por la fragmentación de una luna, sigue sin estar clara, y ambas hipótesis han tenido sus respectivos momentos de preponderancia.
6) Urano es más tormentoso de lo que pensábamos.
Cuando la Voyager 2 sobrevoló el planeta, en 1986, los científicos vieron una bola azulada casi sin rasgos atmosféricos, y algunos asumieron que no había mucha actividad, fruto de la lejanía con el Sol. El tiempo y la mejora de nuestros sistemas ópticos, en especial con la llegada del Hubble, han acabado con esta idea, mostrando la aparición de grandes sistemas tormentosos, especialmente en el hemisferio Sur. El motor de toda esta repentina actividad es difícil de establecer desde la distancia. Solo una nueva sonda podría darnos una respuesta, pero por desgracia,no hay ninguna misión prevista a esta zona tan alejada del Sistema Solar en un futuro a corto y medio plazo, aunque muchos son los astrónomos que presionan por ello.
7) Neptuno tiene los vientos supersónicos.
Mientras que en La Tierra la máxima preocupación en cuanto a la fuerza del viento es la que se presenta en forma de grandes tormentas, huracanes y tornados, todos ellos parecen poca cosa si los comparamos con la fuerza que fuerzas desplegadas en las capas altras de la atmósfera de Neptuno, en la que se registran vientos de hasta 1.770 kilometros por hora, es decir, más rápidos que la velocidad del sonido en la Tierra, a nivel del mar. Por qué este planeta sea tan violento en este aspecto es un misterio, especialmente teniendo en cuenta que le llega tan poco calor del Sol. Posiblemente, como indican los datos de la Voyager 2 y las observaciones terrestres, su fuente de calor es interna, pero Urano, que es incluso mayor, no parece tener ninguna, por lo que una respuesta genera aún más preguntas.
En los cráteres de los polos de Mercurio, donde la luz del Sol nunca llega, la sonda MESSENGER descubrió hielo de agua y compuestos orgánicos. ¿Transportada por cometas o asteroides?
Venus es un mundo solitario, junto con Mercurio, el único de los grandes planetas que no dispone de compañero alguno.
La atmósfera de Marte es muy fina, fría y cuya presión en superficie es extremadamente baja. Nos mataría en unos instantes de ser expuestos a ella sin protección. Pero hay evidencias claras de que no siempre fue así.
Júpiter es un "tirano planetario", y su campo gravitatorio tiene un efecto determinante para muchos cometas, que ven sus órbitas alteradas, o incluso, como es el caso de Shoemaker-Levy 9, arrastrados a su destrucción.
Los hermosos anillos de Saturno. Cassini nos está desvelando su maravillosa complejidad y delicadeza, pero su edad, si llevan ahí durante varios miles de millones de años, o son fruto de un evento más reciente, sigue siendo un misterio.
Imágenes en infrarojo de Urano tomadas por el observatorio Keck, en Hawaii, donde se revela una intensa actividad atmosférica. Que la está impulsando ahora, mientras que cuando llegó la Voyager 2 parecía sumido en una total tranquilidad, espera una respuesta clara que solo una nueva sonda podría ofrecer.
Más lejos del Sol que Urano, pero mucho más activo. Así es Neptuno, con vientos supersónicos de hasta 1700 Kilómetros/Hora. La fuerza que los impulsa sigue sin estar del todo clara.
Interesting Facts About The Planets
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