Space X está dando pasos decididos para poder hace realidad los vuelos tripulados no más tarde de 2017, una carrera de la que recientemente, junto a la propuesta de la compañía Boing, salió ganadora con su ambicioso (y mediático) proyecto Dragon V2, capaz no solo de realizar está tarea sino de protagonizar aterrizajes suaves con sus propios impulsores. Pero mientras esto va tomando forma la compañía de Elon Musk sigue consolidando lo que ahora son sus campos de negocio: El lanzamiento de satélites y los envíos a la Estación Espacial Internacional, para los cuales recibió un más que generoso contrato por parte de la NASA.
Y es en este último escenario donde este 21 de Septiembre un nuevo lanzamiento del cohete Falcon 9 v1.1, que dejó en órbita terrestre a la nave de carga Dragon y sus más de 2 toneladas de suministros para la ISS, a la que llegará este próximo 23 de Septiembre, demostró que Space X está ya plenamente consolidada en el campo espacial, con una tecnología puesta a prueba y, lo que es aún más valioso, con un equipo humano que ya acumula una experiencia que en este campo puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Denominada oficialmente como misión SpX-4, aunque también es conocida como CRS-4 (Commercial Resupply Services), en este viaje la Dragon, además de los ya tradicionales suministros básicos para asegurar que los tripulantes de la ISS puedan seguir en ella y realizar su trabajo (Comida, agua, aire, equipos electrónicos, herramientas, ect..), transporta diversos experimientos científicos interesantes, entre los que destaca el RapidScat de la NASA, que estudiará, el lugar del perdido satélite QuikScat, la distribución de vientos que soplan sobre los océanos de nuestro planeta. desde su privilegiada posición en el exterior del módulo europeo Columbus.
El resto de la carga científica se compone de un experimiento para realilzar impresiones en 3D a base de plástico de baja temperatura, Cyclops (un sistema para lanzar nanosatélites desde el módulo japonés Kibo), Micro-8 (estudio del comportamiento de muestras biológicas), Rodent Research 1 (con 20 ratones, que representan los primeros seres vivos, microbios a un lado, que viajan al espacio en una Dragon) y Seedling Growth-2 (estudio del cultivo de plantas en microgravedad). Finalmente también viaja en su interior el pequeño satélite SpinSat (56 centímetros de diámetro y 57 kg de masa), construido por el Naval Research Laboratory de los EEUU y que será lanzado a la órbita desde el módulo Kibo.
Por otro lado, siguiendo con las pruebas destinadas de lograr que la primera fase de impulsión del Falcon 9 pueda aterrizar suavemente en tierra, se realizó una maniobra de frenado y descenso controlado sobre el océano Atlántico, similar a la llevada a cabo en otras misiones, aunque sin estar dotada de las patas extensibles, ya probadas y que no tienen utilidad en estos amerizajes. En esta ocasión se intentó dirigirla hacia una zona previamente determinada por GPS, un paso más para hacer realidad este ambicioso proyecto de recuperación, clave en los planes de Space X, que con este nuevo y exitoso lanzamiento sigue su camino firme para seguir liderando esta nueva carrera espacial privada.
RapidScat, que estudiará los vientos oceánicos desde la ISS.
El pequeñoSpinSat, equipado con retrorreflectores y propulsores de combustible sólido controlados electrónicament. La misión principal es poner a prueba la tecnología de estos últimos.
Lanzada la nave de carga Dragon SpX-4 (Falcon 9 v1.1)
NASA Launches RapidScat Wind Watcher to Space Station
No hay comentarios:
Publicar un comentario