Las enanas marrones más cercanas al Sistema Solar forman una pareja llamada Luhman 16AB y se encuentran a tan solo seis años luz de distancia de la Tierra, en la constelación austral de La Vela, lo que las convierte en el tercer sistema más cercano a la Tierra después de Alfa Centauri y de la Estrella de Barnard. A pesar de ello no fueron descubiertas descubierta da principios de 2013, ya que estas estrellas fallidas son extremadamente oscuras, resplandeciendo débilmente en el espectro infrarrojo, representado el eslabón entre los planetas gigantes gaseosos, como Júpiter y Saturno, y las estrellas frías débiles.
Tan tenues que la existencia de este tipo de objetos se confirmó hace tan solo 20 años y aún hoy apenas se conocen unas pocas, incluidas estas oscuras vecinas, complicadas de observar pero que representan una oportunidad única para los astrónomos, que las llevan observando desde entonces, especialmente porque una de ellas, Luhman 16B, cambia ligeramente su brillo cada pocas horas, lo que se interpreta como señales de posibles características en su superficie, lo que abría la posibilidad de levantar el "primer mapa del tiempo" de este tipo de mundos situados entre 2 reinos opuestos.
Ahora los astrónomos han utilizado la potencia del telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO, no solo para obtener imágenes de estas enanas marrones, sino para establecer las zonas de luz y oscuridad en la superficie de Luhman 16B: "Observaciones previas sugerían que las enanas marrones pueden tener superficies moteadas, pero ahora podemos hacer un mapa. Pronto seremos capaces de ver cómo se forman los patrones de nubes, cómo evolucionan y se disipan en esta enana marrón. Por último, los exometeorólogos podrán predecir si un visitante de Luhman 16B tendrá cielos cubiertos o despejados" explica Ian Crossfield (del Instituto Max Planck de Astronomía, en Heidelberg, Alemania), autor principal de este nuevo artículo,
Para hacer este mapa de la superficie los astrónomos utilizaron el conocido como el instrumento CRIRES del VLT. Esto les permitió no solo observar los cambios en el brillo a medida que Luhman 16B rotaba sobre si misma, sino deducir su las zonas oscuras o iluminadas se movían desde o hacia el observador. Todo esta información permitió recrear un mapa de las áreas claras y oscuras de la superficie, de muy poco resolución (estamos hablando de los datos extraídos de lo que no deja de ser un punto de luz a 6 años-luz) pero que permite deducir la presencia de nubes (principalmente formadas por partículas de Hierro y Silicatos) en las zonas más oscuras y "tiempo despejado" en las más brillantes.
Las atmósferas de las Enanas Marrones son muy similares a las de los calientes exoplanetas gaseosos gigantes, los conocidos como "Júpiter calientes", que encuentran muy cerca de su estrella anfitriona, que es mucho más brillante. Esto hace casi imposible observarlos, totalmente oculto por el resplandor estelar. Pero en el caso de las Enanas no hay nada que impida que podamos distinguir el débil brillo del propio objeto, por lo que es mucho más fácil extraer información de ellas, y de forma indirecta más sobre las atmósferas de los dichos gigantes jóvenes, al menos hasta la entrada en servicio del nuevo instrumento SPHERE que se instalará en el telescopio VLT este mismo año.
"Nuestro mapa de esta enana marrón nos acerca un paso más a la meta de conocer los patrones climáticos en otros sistemas solares. Desde muy pequeño me enseñaron a apreciar la belleza y la utilidad de los mapas. ¡Es emocionante que estemos empezando a hacer mapas de objetos que están fuera de nuestro Sistema Solar!" .
El primer mapa del tiempo de una enana marrón
El primer mapa del tiempo de una enana marrón
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