viernes, septiembre 13, 2013

En el filo de la eternidad

La Voyager 1 se encuentra ya en pleno espacio interestelar.

"¡Lo logramos!", Dijo un sonriente Dr. Ed Stone, científico del proyecto Voyager desde hace más de 40 años "y lo hicimos teniendo aún el poder suficiente para devolver los datos de esta nueva región del espacio".

De esta forma se anunció un acontecimiento largamente esperado, donde el desconocimiento absoluto de esta región fronteriza del Sistema Solar hizo que se vivieran anuncios previo que pronto fueron considerados prematuros. Sin embargo esta vez parece que ya no existe duda alguna. Por primera vez en la historia un vehículo terrestre cruzó "al otro lado", dejando atrás la zona directamente bajo la influencia del Sol y adentrándose en el reino estelar. Para la historia de la carrera espacial, y en el fondo para la historia misma, quedará escrito para siempre que la Voyager 1, una veterana exploradora planetaria lanzada desde La Tierra en 1977, fue la primera nave estelar de la Humanidad, la primera en navegar por primera vez en las aguas del océano cósmico.

Las primera páginas de este momento histórico fueron escritas el 25 de agosto de 2012, cuando los sensores de rayos cósmicos de la sonda detectaron un súbito bajón en las partículas procedentes del Sol al mismo tiempo que aumentó la cantidad de rayos cósmicos de origen interestelar. Aparentemente estábamos ante la confirmación de que la Voyager 1 había alcanzado la Heliopausa, pero no estaba tan claro si había abandonado la Heliosfera o simplemente se encontraba muy cerca de la frontera final. Para asegurarlo se necesitaban más datos, pero el instrumento clave que habría podido dar una respuesta rápida y definitiva había dejado de estar operativo ya hacia tiempo, por lo que era necesario buscar evidencias más indirectas a partir de los instrumentos aún en activo.

Una de ellos es el Magneómetro, que se esperaba detectara un cambio en la dirección de las líneas magnéticas que se suponía debía tener lugar al atravesar la Heliopausa, y que indicaría que la nave había abandonado el campo magnético solar y había penetrado en el galáctico. Pero no se registró nada parecido. Por tanto se llegó a la conclusión de aún no se había cruzado la frontera final, y en su lugar la sonda había entrado en una nueva región solar, quizás la última antes de las estrellas. Aunque no todos los investigadores estaban de acuerdo, presentando como evidencias los datos del instrumento para la detección de ondas de plasma (PWS), que mostraba una densidad de partículas muy superior a la que podemos registrar dentro de la Heliosfera, lo que precisamente encajaba con los modelos teóricos sobre lo que podríamos detectar cuando pasáramos al otro lado.

Sin embargo, por si solo, los datos del PWS no era lo suficientemente precisos y la respuesta quedó a la espera de otros nuevos que inclinaran la balanza hacia uno o otro lado...hasta que el Sol, la ahora ya lejana estrella, decidió, como si quisiera despedirse del primero de sus "hijos" en cruzar la frontera de su protegido reino y adentrarse en las desconocidas aguas interestelares, poner fin a la duda, en forma de una potente tormenta solar, desencadenada en Marzo de 2012, y cuyos ecos alcanzaron a la Voyager 1 el 9 de abril de 2013, en forma de ondas en el plasma a 3,1 kHz justo después del temporal, lo que implicaba que la nave se había internado en una región donde el plasma presentaba una densidad 80 veces superior a la del interior de la heliosfera. Las dudas, para la mayor parte de los investigadores, se habían disipado, la Voyager 1 se encontraba, ahora si de forma casi conclusión, en pleno espacio interestelar, y el momento exacto había ocurrido ese ya lejano 25 de Agosto de 2012, tal como muchos habían pensado inicialmente. 

"El trabajo duro del equipo para construir naves espaciales duradera y administrar cuidadosamente los limitado recursos de las Voyager han dado sus frutos en forma de otra primicia para la NASA y la Humanidad", explicó durante la conferencia de prensa para anunciar dichos resultado Suzanne Dodd, directora del proyecto Voyager. "Esperamos que los instrumentos científicos de partículas en la Voyager seguirán enviando datos por lo menos hasta 2020. No podemos esperar a ver lo que nos muestran del espacio profundo".

¿Está la Voyager fuera del Sistema Solar? Todo depende de donde pongamos la línea, allí donde llega la influencia directa del Sol, que la sonda acaba de cruzar, o hasta el objeto más lejano bajo su domino gravitatorio, en cuyo caso posiblemente aún le quedan varios miles de años de viaje, y que formaría parte de la conocida como Nube de Oort. Sea cual sea la opción preferida lo cierto es que a todos los efectos esta veterana sonda se encuentra ya navegado por las desconocidas aguas más allá del Sol, convertida en la primera nave "estelar" de la historia de la Humanidad.

Aún seguirá trabajando hasta 2020, momento en que la poca energía generada por sus ya gastados RTG ya no sea suficiente para mantener a los instrumentos que aún están en activo. Seguirá una lenta muerte a lo largo de 5 años, en que uno por uno irán siendo desconectados, hasta que en 2025, finalmente, la Voyager 1 nos deje para siempre. La historia se habrá convertido en leyenda.

Carl Sagan habló una vez, dentro de su serie Cosmos, que estábamos dando los primeros pasos en el océano cósmico, imaginando el día que las primeras naves de La Tierra saltaran más allá de este pequeño rincón de la galaxia. El formó parte del proyecto Voyager, la vió partir en 1977, desvelar el auténtico rostro de Júpiter y Saturno, y girar su mirada para ofrecernos una vista única de nuestro hogar planetario desde más allá de la órbita de Neptuno, en lo que se conoce como "el pálido punto azul" que a tantas generaciones inspiró. Nos dejó mucho antes de ver convertido en realidad ese sueño, pero seguro que no habría podido ser más feliz al ver como esta exploradora incansable, en parte tan suya, finalmente se encuentra ya cara a cara con el filo de la eternidad.

La principal evidencia de que hemos cruzado la frontera final, visible en forma de una línea azul que marca la densidad de partículas alrededor de la sonda. Después de ir descendiendo a medida que se alejaba del Sol, y trás cruzar el conocido como Choque de Terminación (termination shock) , donde el viento solar de detiene, esta aumentó de nuevo de forma exponecial, tal como habían predicho los modelos teóricos.

Los datos del PWS convertidos en sonido, el "ruido" del espacio interestelar.

Un viaje hacia la eternidad.

Mensaje para la Voyager: Bienvenida al espacio interestelar.

Una representación esquemática de la posición de la Voyager 1, justo al otro lado de la frontera que marca la Heliopausa,

La tenue señal de radio de la Voyager 1, de apenas 22 vatios de potencia, captada por los radiotelescopios del Very Long Baseline Array (VLBA) en Febrero de 2013, cuando la sonda ya había entrado en el espacio interestelar.

La Voyager 1 miró en 2 ocasiones directamente hacia La Tierra y la fotografió. La primera poco después del lanzamiento, el 18 de septiembre de 1977, y otra 13 años, después, el 6 de Julio de 1990 y con nuestro planeta convertido ya en un "pálido punto azul" a 6.000 millones de Kilómetros de distancia.

El triunfo de la Voyager 1 es también el de Carl Sagan, quién participó en el proyecto y formó parte del equipo científico durante sus encuentros planetarios. Suya fue la idea de incluir discos en ambas sondas con imágenes y saludos para una posible civilización extraterrestre que las encontrara algún día, así como la propuesta de fotografiar La Tierra y otros planetas en 1990, en lo que fue la última vez que sus cámaras se activaron. Parte de lo que fue y representó viajará para siempre en su interior, navegando entre las estrellas como el siempre soñó.

La Voyager 1 ya está oficialmente en el espacio interestelar 

It’s Official: Voyager 1 Is Now In Interstellar Space

It's Official! Voyager 1 Spacecraft Has Left Solar System

1 comentario:

HUGO PACILIO dijo...

El 14 de febrero de 1990 la Voyager 1 desde más alla del último de los planetas fotografío a los planetas visible en ese entonces , el sol era a esa distancia 1/40 de su tamaño , pero 8 millones más brillante que Sirio , la estrella más brillante del cielo . Lástima que la cámaras del Voyager 1 no funcione (creo yo ) porque estaría formidable ver al sol a esa distancia , teniendo en cuenta que se calcula que a una distancia de entre 45 a 50 años luz , nuestra estrella ya no es visible a simple vista .....