domingo, junio 24, 2012

Post Vintage (15):El día que vimos el corazón de un cometa

En la noche del 13 al 14 de marzo de 1986, la sonda Giotto de la ESA se cruzó en su camino con el cometa Halley.

Si se le pregunta a cualquier persona que diga el nombre de un cometa no es dificil imaginar cual sera la respuesta más probable:Halley..es uno de los cuerpo celeste más famoso y su nombre esta repleto de un magnetismo especial que atrae a la gente, interesada o no en la astronomía. Por ello, cuando en 1986 este se aproximaba nuevamente a La Tierra, el interés por los cielos se hizo general y la venta de telescopios se disparó de forma espectacular

¿Que tiene que lo hace tan especial? No es el más grande ni el más brillante pero fue el primer cometa que se predijo que visitaba nuestra región planetaria regularmente y que, por tanto, tenía una órbita cerrada y con un periodo de años concreto. Aquel que propuso tan novedosa teoría, Edmund Halley, no vivió para ver el regreso de su cometa en 1758, pero el mismo hecho de prever algo que parecía impredecible marco tan profundamente a la gente de esa época que el ahora llamado cometa Halley se convirtió en un astro especial, único, cuya fama y fascinación sigue tan viva hoy como el primer día.

Quizás arrastrados por esa magía, el retorno del Halley en 1986 provocó una auténtica carrera entre todas las agencias espaciales del mundo...la NASA abandonó pronto al ver la cortada la financiación necesaria para realizar alguna mision de este tipo, pero la URSS, Japón y una novata ESA siguieron adelante. Las sondas soviéticas Vega 1 y 2, y las Japonesas Sakigake y Suisei lo estudiaron a una relativa distancia..pero sería Giotto (la primera misión europea al espacio profundo) la que entraría en la historia al fotografiar su núcleo activo.

Lanzada en 1985 la Giotto se dirigió al encuentro de su destino la noche del 13 al 14 de Marzo del 1986. A una velocidad de 65 kilometros por segundo la nave penetró en la parte más densa de la estela cometaria y empezó a fotografiar con su cámara lo que parecía el punto más brillante dentro de esa infernal tempestad de partículas moviendose a velocidades supersónicas y que se suponía era el núcleo. La Giotto estaba fuertemente blindada para resistir los impactos...hasta cierto tamaño. Uno suficientemente potente significaría el final, por lo que la tensión y los nervios eran evidentes entre todos los científicos de la ESA. Cada segundo podía ser el último.

La nave empezó tomar imagenes cada vez más claras del nucleo del Halley...su forma, sus dimensiones (15×8×11 kilómetros), las zonas iluminadas y activas, desde donde se lanzaban al espacio las partículas que formaban la cola del cometa. Por primera vez en la historia estabamos viendo un cometa tal y como era, más allá del sudario de polvo y gas con el que se oculta al visitarnos. No eran imágenes de mucha resolución pero su valor científico y histórico eran incalculables...

La Giotto aún tendría que sobrevivir al momento más crítico...a 7.6 segundos de la máxima aproximación y cuando la distancia era de apenas 600 kilómetros una partícula de las grandes (de un gramo) chocó contra la nave,y esta salió despedida y girando sobre si misma de forma descontrolada, cortandose toda comunicación con la Tierra. Un momento angustioso, parecía que todo había terminado.Pero ante la sopresa general se volvieron a captar señales intermitentes: La Giotto seguía viva!!!

A lo largo de 32 minutos los propulsores de la nave consiguieron estabilizarla y la comunicación se restableció. En ese momento había dejado atrás el núcleo, del que pasó a solo 596 kilómetros, registrando 12.000 impactos en sus escudos pero aún operativa...tanto que realizaría posteriormente un nueva misión de este tipo, aproximádose el 9 de julio de 1992 al Grigg-Skjellerup, del que no tomaría imágenes, ya que la cámara había quedado dañada de forma irrecuperable, pero si datos científicos interesantes.

El 23 de julio de 1992 la misión se dió por concluida y la sonda entró en hibernación, esta vez de forma definitiva, y el 1 de Julio de 1999 se aproximó de nuevo a La Tierra, pasando a poco más de 200.000 Kilómetros de distancia. No se intentaría despertarla de nuevo pero si que sería observada por diversos grandes telescopios del Hemisferio Sur, en lo que puede considerarse el capítulo final de esta maravillosa aventura..cierto es que trás ella llegarían otras mucho más potentes y avanzadas, como Deep Impact o Rosseta, pero Giotto, por ser la primera y por ser el Halley, siempre tendrá un lugar especial en nuestro corazón...

Especialmente para aquellos que un día, hace ya 26 años, levantamos la mirada en busca de un pequeño trozo de nuestra propia historia.


La aproximación de Giotto al activo nucleo del Halley. La secuencia termina poco antes del momento de máxima aproximación, cuando una partícula de gran tamaño golpeó la sonda e hizo que empezara a girar de forma descontrolada, estado del que se recuperaría 32 minutos después  gracias a sus impulsores, que lograron estabilizarla. Pese a ello las imágenes resultan espectaculares y revelaron tanto la forma como las zonas activas del Halley.
La mejor imágen visual que nos envió Giotto antes de cortarse la transmisión...podemos observar las zonas iluminadas por el Sol, el hemisferio nocturno y las dos zonas de principal actividad en ese momento, uno de ellos espectaculmente potente, y que era la fuente principal de las partículas que formaba la cabeza y la cola.

1 comentario:

El Abogado del Diablo dijo...

Otro buen post. Gracias! Sólo una cosa, el Halley pasó hace 26 años, no 36. No nos echemos años, eh? ;)