La Voyager 1 podría estar a punto de alcanzar el espacio interestelar.
"Desde Enero de 2009 hasta Enero 2012 se había producido un incremento gradual de alrededor del 25 por ciento en la cantidad de rayos cósmicos galácticos detectados por la Voyager. Más recientemente hemos visto un aumento muy rápida en esa parte del espectro de energía. A partir del 07 de mayo, los impactos de Rayos Cósmicos han aumentado un 5 por ciento en una semana y 9 por ciento en un mes".
Así resume Ed Stone, científico del proyecto Voyager, los últimos datos recibidos desde las profundidades del espacio, datos que parecen indicar que estamos a las puertas de un momento histórico largamente esperado. En un lugar situado a 16 Horas y 38 minutos-luz de la Tierra, o lo que es lo mismo a 17.800 Millones de Kilómetros de distancia, la Voyager 1, después de 35 años de viaje, parece estar finalmente abandonando el reino solar, allí donde llega la influencia directa del Sol, y se encuentra a punto de saltar al espacio interestelar.
"Las leyes de la física dicen que algún día Voyager será el primer objeto fabricado por el hombre que entrará en el espacio interestelar, pero todavía no sabemos exactamente cuándo será ese día . Los datos más recientes indican que estamos claramente en una nueva región donde las cosas están cambiando más rápidamente. Es muy emocionante. Nos estamos acercando a la frontera del sistema solar".
Aunque ya muy limitada en sus capacidades, debido al lento declive de sus generadores nucleares, la Voyager 1 (al igual que su hermana Voyager 2) se mantiene en buen estado de salud si se tiene en cuenta que lleva 35 años en el espacio y los instrumentos que aún se mantienen en activo (la mayoría, empezando por su sistema óptico, estan ya fuera de servicio para ahorrar energía) permiten a los científicos recoger datos directos del entorno por el que está cruzando actualmente la nave en aspectos concretos: Nivel de Rayos Cósmicos, flujo de partículas cargadas procedentes del Sol y orientación de los campos magnéticos, los tres pilares que deberán confirmar que el momento ha llegado.
Los Rayos Cósmicos son partículas altamente energéticas producto de los fenómenos más violentos del Cosmos, como es el caso de las Supernovas, y son en su mayor parte "repelidas" por el viento solar, que forma así una especie de burbuja protectora alrededor nuestra. Que en numero de estas partículas, detectados por los dos telescopios de alta energía de la Voyager 1, parece que estén aumentado a un ritmo acelerado puede ser una clara señal de que está dejando atrás dicha protección.
Los otros dos indicadores aún no han mostrado los datos que se consideran que confirmarían el paso de la Voyager 1 "al otro lado". las partículas cargadas del viento solar han ido disminuyendo pero no se registra aún el caída súbita que se considera debería ocurrir en el momento en que cruce y las líneas del campo magnético aún no han experimentado el cambio de sentido (De Este-Oeste a Norte-Sur) que el equipo de la Voyager espera para ese momento.
Pero si el rápido aumento de Rayos Cósmicos es fruto de la aproximación final al espacio interestelar, eso significa que estamos cerca y que ambas mediciones podrían estar a punto de cambiar. el gran momento, cuando el primer objeto construido por la Humanidad cruce la frontera final, iniciando un viaje sin fin a través del océano estelar, podría estar a punto de llegar. Y para la venerable Voyager 1 eso implica cruzar la frontera de la eternidad estelar, y destinada, quizás, a sobrevivir a la civilización que un día la construyó.
Posición actual de la Voyager 1, con los planetas de nuestro Sistema Solar ya muy lejanos....no muy lejos de este punto, si hacemos caso a los datos que nos sigue enviado, se encuentra la frontera final, allí donde termina la influencia del Sol.
Como veríamos a la Voyager 1 con nuestros ojos. Una sonda sumergida en una fría oscuridad casi total que el lejano Sol, ya reducido a una estrella muy brillante, apenas puede romper. Sus generadores nucleares aún le dan la energía suficiente para mantener sus sistemas más vitales a una temperatura soportable, algo que se espera siga siendo así hasta principios de la próxima década. Una vez esto llegue a su final, y ya completamente en silencio, iniciará su viaje eterno alrededor de núcleo galáctico.
Voyager 1 en la frontera final. Un pequeño salto para una sonda, un gran salto para la Humanidad.
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