Encontradas evidencias de que Neptuno pudo sufrio el impacto de un cometa hace varios siglos.
Que los más brillantes visitantes de las profundidades, autenticos fósiles procedentes de la formación del Sistema Solar, han golpeado en algun momento a todos los planetas conocidos es una idea que resulta lógica, si tenemos en cuenta que su población debió ser mucho mayor en el pasado y que incluso hemos sido testimonio directo de una de estas colisiones, la que en 1994 hizo temblar a Jupiter cuando el fragmentado Shoemaker-Levy 9 se precipito en su atmósfera. Un acontecimiento que fue ampliamente seguido desde La Tierra y desde sondas espaciales como La Galileo (que un año despues entraría en órbita alrededor del gigante joviano) o la Ulisses, y que ofreció información científica de valor incalculable.
En Febrero de este año se publicaron nuevos estudios sobre Saturno que señalaban evidencias de un posible impacto cometario en el planeta de los anillos hace unos 230 años, en formas de vestigios de agua, Dióxido y Monóxido de Carbono, Acido hidrocianidrico y Sulfuro de Carbono en su atmósfera, todos ellos elementos cuya presencia se puede relacionar con la caida de una de estas en ocasiones llamadas "bolas de nieve sucias", y que los tienen en abundancia.
Una colisión documentada, otra posible y la detección de diversas detonaciones en la atmósfera joviana cuyo origen aun no esta claro pero que bien podria ser de origen cometario en un periodo de tiempo que, a escala cósmica, es poco mas que un instante muestran hasta que punto estamos ante un fenómeno habitual (no son pocos los estudios que señalan los cometas como la fuente, total o parcial, del agua que hoy día existe en la superficie terrestre en forma de Océanos) en la larga historia del Sistema Solar. Por ello que ahora se anuncie que se han encontrado evidencias de algo semejante ocurrido en otro de los gigantes gaseosos, Neptuno, no resulta una sorpresa.
El estudio del lejano planeta en infrarrojos por el telescopio espacial Herchel detecto, como en el caso de Saturno, señales químicas inusuales que pueden considerarse huellas de una colisión...en el caso de Neptuno esta se manifiesta por una concentración inusualmente alta de Monoxido de Carbono en la Estratosfera, mucho mayor que en capas más internas, lo que para Paul Hartogh, investigador principal del equipo científico de este ingenio espacial, resulta reveladora: "Normalmente, las concentraciones de monóxido de carbono en la troposfera y la estratosfera deberían ser el mismo o disminuir con el aumento de la altura". Aqui ocurre justo lo contrario, lo que es toda una anomalia.
Existe una teoría alternativa, que sugiere que un flujo continuo desde el espacio de pequeñas partículas de polvo hacia la atmósfera del planeta es la responsable de ese distribución extraña, pero las más recientes observaciones de Herchel no parecen apoyar esta idea, por lo que la única posibilidad, de momento, parece ser la del impacto cometario. A partir de esta premisa es posible retroceder en el tiempo y calcular cuando ocurrió, en algún momento hace unos 200 años.
Portadores de belleza pero también, en ocasiones, de destrucción, los cometas nos han acompañados desde el amanecer del Sistema Solar, llevando con ellos no solo el testimonio del pasado sino, en el caso de la joven Tierra, las semillas de un futuro que se convirtieron en nuestro presente. Una historia que, en ocasiones, reaparece ante nuestros ojos en forma de un brillante resplandor.
El "bombardeo" de Júpiter por el fragmentado cometa Shoemaker-Levy 9 permitió observar en directo algo que debe haber ocurrido en inumerables ocasiones a lo largo de la dilatada historia del Sistema Solar. Numerosos observatorios y sondas lo presenciaron, y el único "pero" es que la Galileo, en viaje hacia este planeta, aún estaba a un año de alcanzarlo, lo que impidió tener imágenes aun más increibles.
Recreacción del impacto cometario...fragmentado en diversos pedazos y siguiendo la órbita del cuerpo original fueron colisionando uno detras de otro a lo largo de varios días.
El 19 de julio de 2009 un destello luminoso anunció un nuevo impacto sobre Júpiter, posiblemente un cometa, dejando tras de si una nube de partículas de unos 8000 Kilómetros de diámetro.
Comparación entre el mayor de los planetas terrestre (La Tierra) y el más pequeño de los gigantes gaseosos (Neptuno).
Los cometas, las también llamadas "Bolas de Nieve sucias", reliquias del pasado que se convierten en uno de los fenómenos celestes más espectaculares cuando pasan lo suficientemente cerca del Sol. Sin embargo, como está más que demostrado, su relación con los planetas, incluida La Tierra, puede ser catastrófica.
Comet Whacked Neptune 200 Years Ago
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