lunes, marzo 30, 2015

Señales del ayer

Mars Reconnaissance Orbiter nos muestra la no siempre previsible evolución de las huellas dejadas por el aterrizaje de Curiosity.

Marte es un planeta polvoriento. Muy polvoriento. Es la causa de que su cielo sea de tonos rojizos en lugar de un azul oscuro, como creían muchos astrónomos antes de que la llegada a la superficie de las Vikings, y como podemos comprobar con Opportunity y Curiosity, en poco tiempo cualquier vehículo casi puede mimetizarse con ella, cubierto por una fina capa de polvo que le hace adquirir sus mismas tonalidades. Lo que en el caso de este primero, y de cualquier explorador que dependa de la luz solar para adquirir la energía necesaria, es un problema que solo puntuales ráfagas de viento ayudan a superar.

Por ello estudiar como se comporta a lo largo del tiempo, como se acumula, se dispersa y se reúne de nuevo al ritmo de la circulación atmosférica de Marte se considera de gran importancia de cara al futuro, y en ello estudiar las señales y los restos dejados atrás por los diversos aterrizajes ocurridos hasta la fecha resultan de gran utilidad, ya que al conocer, gracias a la Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), su aspecto inicial, es posible ir retratando su evolución con el tiempo. Lejos de haber terminado su función en el mismo momento de completarse el descenso, siguen siendo útiles como improvisadas estaciones meteorológicas.

Ninguna es tan clara, por su mismo tamaño y espectacularidad, que las que encontramos en la zona de aterrizaje de Curiosity, que desde hace más de 2 años permanecen visibles. Y lejos de comportarse como nos podríamos imaginar, están dando sorpresas:"Las naves como Curiosity crean patrones oscuros allí donde el polvo brillante es arrastrado lejos durante el aterrizaje", explica Ingrid Daubar, del equipo de la cámara HiRISE de la MRO."Esperábamos verlas desaparecer a medida que el viento moviera el polvo a su alrededor durante los meses y años después del aterrizaje, pero hemos sido sorprendidos al ver que la tasa de cambio no parece ser consistente".

Si bien en general las zonas oscuras se están desvaneciendo, la imagen más reciente, tomada en Febrero de esta año, revela que no lo hicieron tanto como se esperaba desde la última vez que se observaron, 6 meses ante, sino que incluso se hicieron más oscuro. Es desconcertante, otra elemento que se puede añadir a la lista de cosas que todavía no entendemos acerca de los procesos que tiene lugar en la superficie de Marte a pesar de todos los asombrosos descubrimientos y observaciones que hemos hecho. El camino para comprender de verdad a este planeta, que el destino tiene marcado como el primero que verá a un Ser Humano pisar su superficie, está lejos de haber llegado a su final.

La zona del impacto del "Sky Crane", la grúa aérea, es la que muestra un comportamiento más desconcertante. Podemos ver como la señal se va desvaneciendo, para recuperarse en la última imagen, lo que indicaría un cambio en los vientos reinantes, que han levantado de nuevo el polvo que había empezado a cubrir la zona.

El paracaídas con la parte superior de la carcasa de protección dentro del cual se encontraba Curiosity. El viento no deja de mover, levantar y cambiar su forma.

La zona misma del aterrizaje, con Curiosity visible al principio como una mancha brillante, que desaparece al desplazarse el rover. La zona oscura también se va desvaneciendo, para recuperarse después.

El escudo térmico, que protegió a Curiosity durante su travesía atmosférica.

La situación de los diversos elementos que participaron en el aterrizaje, en una imagen más amplia que permite verlas en conjunto.

El descenso del rover, captado por la cámara MARDI (MSL Mars Descent Imager). Podemos ver como los impulsores del "Sky Crane" levantan el polvo de la superficie, dando forma a las señales observadas por MRO. 

Watch Wind And Dust Obscure The Violent Traces Of Curiosity's Landing

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