Descubiertas 9 nuevas galaxias satélites de la Vía Láctea.
Nuestra ciudad estelar se parece, en algunos aspectos, a una ciudad de La Tierra. Tiene su centro, sus barrios más periféricos, y más allá de sus difusos límites la rodea amplia "zona metropolitana", donde viven toda una serie de pequeñas poblaciones estelares, algunas más grandes que otras, ligadas a la influencia de la metrópolis central. Y en algunos casos, nuevamente con claras similitudes a las terrestres, algunas de ellas están siendo absorbidas por ella. La Vía Láctea, como podemos ver, no es una galaxia solitaria, y además de las otras integrantes del Cúmulo Local, del que forma parte, se extiende un amplio manto de compañeras de viaje.
¿Pero cuantas son las galaxias enanas que conforman su familia de satélites? Puede parecer sencillo detectarlas y, por tanto, asumir que ya las conocemos todas, pero la realidad no es tan sencilla: El modelo cosmológico estándar del Universo predicen la existencia de
cientos de ellas en órbita alrededor de la Vía Láctea, pero su débil brillo y su pequeño tamaño las hace increíblemente difícil de encontrar, especialmente cuando se encuentran, desde nuestro punto de vista, muy cerca del polvoriento plano galáctico, por no hablar de las que pueden encontrarse por debajo o en el extremo opuesto. Especialmente en este último caso posiblemente nunca sabremos de su existencia. Por ello, lejos de ser una cuenta cerrada, cada cierto tiempo se descubren de nuevo. Y ahora incluso en cantidades extraordinarias.
Astrónomos de la universidad británica de Cambridge dieron a conocer un estudio en el que identifican nada menos que 9 galaxias enanas, desconocidas hasta ahora, que orbitan alrededor de la Vía Láctea. Los científicos las han detectado en el hemisferio sur, cerca de las Nubes de Magallanes, siendo miles de millones de veces más tenues y millones de veces más pequeños que la nuestra, lo que explica que pasaran desapercibidas: "El descubrimiento de tantas galaxias satélite en un área tan pequeña del cielo ha sido completamente inesperado. No podía dar crédito a mis ojos", señala Sergey Koposov, investigador principal de uno de los dos equipos que, independientemente, realizaron este hallazgo. El otro equipo está integrado por astrónomos del Dark Energy Survey, un programa internacional que se desarrolla con una cámara avanzada construida en Fermilab (EE UU) y que está instalada en el telescopio de cuatro metros del observatorio de Cerro Tololo, Chile.
"Tal vez estas galaxias enanas estuvieron en el pasado en órbita de las Nubes de Magallanes y han sido desprendidas por la interacción entre ambas. Tal vez formaban parte de un grupo gigante de galaxias que, junto a dichas Nubes de Magallanes, están cayendo hacia nuestra Vía láctea", comenta otro de los investigadores de Cambridge, Wyn Evans. La más cercana de ellas está a unos 97.000 años luz de la Tierra, y parece estar siendo desgarrada debido a las fuerzas de marea de nuestra galaxia, paso previo a su absorción, con lo que se une a otras ya descubiertas anteriormente que están sufriendo el mismo destino. La más lejana se sitúa 1,2 millones de años luz, y posee un cúmulo globular de estrellas que la acompaña, siendo la galaxia más tenue conocida que dispone a uno. En realidad son todas tan pequeñas que solo 3 pueden ser consideradas galaxias como tal, mientras que las otras 6 se mueven en la tenue frontera entre galaxias y cúmulos estelares.
Más allá del simple hecho de conocer más compañeras de viaje de la Vía Láctea, el descubrimiento de estas galaxias satélites es importante dentro del campo de la astronomía y la física como "campo de pruebas" para buscar la famosa Materia Oscura, que se cree que forma la parte de la materia del Universo, invisible pero cuyo efecto gravitatorio es claramente medible, ya que se estima que estas contienen hasta un 99 por ciento de esta enigmático elemento y sólo uno por ciento de materia observable. Esto las convierte en ideales para poner a prueba los modelos actuales y saber si son correcto.
En definitiva, su descubrimiento pone una pieza más en el puzzle que representa nuestra propia galaxia, menos conocida que cualquier otra a pesar de formar parte de ella, o precisamente por eso mismo, ya que nos impide tener la visión en conjunto que si tenemos de Andrómeda y cualquier otra. Es como si mirásemos a través de una ventana, donde podríamos ver claramente la forma y características de los edificios de nuestro alrededor, pero no como esel nuestro, a menos que salgamos al exterior. Cosa que, de momento, pertenece al mundo de la ciencia-ficción.
Una imagen desde el Observatorio de Paranal, en el desierto de Atamaca, con 6 de las 9 nuevas galaxias enanas satélites de la Vía Láctea descubiertas. Las enormes Nubes de Magallanes, visibles incluso a simple vista, han sido siempre consideradas también satélites de la nuestra, pero existen dudas sobre su auténtica naturaleza.
Algunos de los integrantes de la familia de compañeras galácticas de la Vía Láctea, a la que ahora se añaden nuevas integrantes.
El Cúmulo Local de galaxias, con La Vía Láctea y Andrómeda como sus 2 principales miembros, con el resto de integrantes siendo, en su mayoría, satélites de alguna de ellas.
Welcome to the neighbourhood: new dwarf galaxies discovered in orbit around the Milky Way
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