Rusia permanecerá en ella hasta 2024, para formar después, a partir de ella, su propia estación espacial.
Se terminó la incertidumbre. Después de que la administración Obama aprobara una prolongación en la vida de la estación espacial de 4 años, hasta, como mínimo, 2024, con opciones, llegado el momento, de extenderla incluso más, todo parecía indicar que el resto de socios que conforman lo que no deja de ser el resultado de una amplia coperación internacional darían también su aprobación. Su indiscutible valor como laboratorio en órbita, así como el de ofrecer un objetivo claro a los diversas sistemas de lanzaderas, especialmente a las nacientes compañías privadas, para las cuales hacerse cargo del transporte de suministros, y en un futuro ya muy próximo también de astronautas, es su principal función, hacían apostar por la prolongación de su actividad.
La posterior evolución de la situación internacional, con la crisis de Ucrania y la tensión creciente entre EEUU y Rusia, hicieron temer que esta última finalmente decidiera abandonar la ISS en 2020, lo que podría significa su final, ya que dificilmente la NASA y el resto de agencias cubrirían el vacío presupuestario resultante, sin contar, claro está, que las Progress y Soyuz rusas siguen siendo vitales para su existencia, siendo además esta primera la única capaz de darle a la ISS el impulso necesario para corregir su lenta caida fruto de la fricción atmosférica, existente incluso a esas alturas. No eran amenazas vacías, ya que realmente parece que Rusia se planteó esta posibilidad, como delatan algunas declaraciones llegadas desde altas esferas del país. Cortar los lazos con Occidente y crear su propia estación espacial parecía el camino elegido, quizás también como una forma de presión política ante esta crisis.
Finalmente ya tenemos la respuesta definitiva: Rusia seguirá hasta 2024 en la ISS, tiempo durante el cual seguirá añadiendo nuevos módulos ( Nauka de 20 toneladas, el módulo nodo Prichal (UM) con seis puntos de atraque, un módulo inflable de RKK Energía, la plataforma de experimentos en microgravedad OKA-T, el módulo energético NEM y un pequeño módulo esclusa) que al cumplirse la fecha límite se separarán de nuevo de la ISS para dar forma una nueva estación, esta vez completamente rusa, la PPOI (Perspektivnaia Pilotiruemaia Orbitalnaia Infrastruktura o Infraestructura Orbital Tripulada del Futuro). Posiblemente no todos ellos estén ya en la ISS cuando llegue el momento, ya que Roscosmo tiene anunciados solo 3 (Nauka, Prichal y NEM), por lo que el resto llegara posteriormente. En cierta forma será como usarla como campo de pruebas, donde poner a punto sus nuevos módulos, antes de que inicien una vida en solitario.
De esta forma se confirmaría que Rusia deja de lado la colaboración internacional, al menos con Occidente y en el caso concreto de la ISS, y decide empreder un camino propio, con la PPOI como piedra angular de su programa espacial futuro. Lo que por su parte le pase con esta primera, de la que se esperaba que pudiera finalmente ir incluso más allá de 2024, alcanzado hasta 2028, una vez se confirmara esta separación está lleno de incógnitas. Quizás se podría añadir un nuevo país (¿La India?) que cubriera el hueco dejado, aunque habría que desarrollar vehículos que suplieran a las Progress y su capacidad de impulsión, a no ser que se llegara a un acuerdo para que Rusia siguiera "alquilando" sus vehículos.
Todo eso queda, por supuesto, aún muy lejos en el tiempo, 9 años por delante donde muchas cosas pueden cambiar, ya que el terreno de las relaciones internacionales es siempre imprevisible.
La PPOI (Perspektivnaia Pilotiruemaia Orbitalnaia Infrastruktura o Infraestructura Orbital Tripulada del Futuro), la, si se cumplen los planes rusos ahora anunciados, estación rusa que "nacera" a partir de la ISS.
Russia Moves to Support ISS through 2024, Create New Space Station
Rusia seguirá en la ISS hasta 2024
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