En 2005 un fallo en el cohete ruso Volna, que terminó estrellándose en el océano Artico, puso un trágico punto y final al primer intento por parte de una organización privada de lanzar una vela solar, considerada por no pocos uno de los sistemas de impulsión que podría revolucionar el futuro de la exploración planetaria, tanto por su capacidad de alcanzar grandes velocidades con el paso del tiempo, como por lo barato y sencillo que resulta en comparación a los tradicionales, ya que básicamente consiste, como su propio nombre indica, en utilizar la ligera pero constante presión de la luz del Sol para ir acelerando de forma gradual, muy lentamente al principio pero, por el efecto acumulativo, finalmente superar lo que estos primeros pueden ofrecer.
Su Cosmos 1 se perdió en ese accidente, pero la Planetary Society, dirigida por el popular científico y divulgador Bill Nye, lejos de rendirse siguió adelante para intentarlo de nuevo. Así nació la misión LightSail-1, un proyecto doble formado por la LightSail-A, una primera misión de prueba que será lanzada en Mayo de 2015 con un cohete Atlas V y permanecerá en una órbita baja, y la LightSail-B, la vela solar propiamente dicha, que apunta hacia una órbita más alta y por ello más operativa para este tipo de tecnología, y que ya tiene espacio reservado en el futuro Falcon Heavy de Space X para 2016, que si los planes de esta compañía se mantienen tal como está previsto debería estar ya operativo por esas fechas. LightSail-B será capaz de maniobrar en la órbita terrestre usando nada más que la radiación del Sol, y con sus 32 Metros cuadrados de materal altamente reflectante deberá ser visible a simple vista
La Planetary Society ve en las velas solares como una gran mejora con respecto a las naves espaciales "tradicionales", que requiere de motores y combustible de cara a realizar maniobras en el espacio, algo que no es necesario con este tipo de tecnología. Nye las considera como una manera más sostenible para explorar el sistema solar."Puede cambiar dinero por el tiempo. Si tienes tiempo, puedes enviar estas cosas, hipotéticamente, a distancias extraordinarias en el sistema solar y no solo una, podría enviar toda una armada!"
También agencias espaciales como la JAXA y la NASA intentan abrir camino. Esta primera logró un éxito espectacular con la IKAROS, enviada en 2010 hacia el espacio profundo y que sobrevoló Venus, convirtiéndose en la primera vela interplanetaria de la historia, mientras que la segunda, ese mismo año, desplegó satisfactoriamente la NanoSail-D en órbita terrestre, mientras que en 2016 tiene previsto lanzar la Sunjammer, la mayor jamás construida, aunque ahora mismo no es seguro que ocurra en dichas fechas, dado que los recortes presupuestarios podrían poner su desarrollo en pausa. LightSail-1 se convertirá, si todo transcurre como está previsto, en el tercer proyecto de vela solar, en este caso privado, que se haga realidad.
Infografía: La Vela Solar.
La Sunjammer, gran apuesta de la NASA en este campo, aunque ahora mismo el momento de su lanzamiento esta en el aire.
Surfin' on Sunlight! Privately Funded Solar Sail to Launch by 2016
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