El 13 de Julio el cielo peninsulares se iluminaron con el meteoro más brillante jamás registrado en España.
A las 2h 04m 51.4s la noche se conviertió en día durante unos instantes, mientras una onda de choque se extendía por varías comunidades, especialmente al Sur de Madrid, en forma de un gran estruendo que llego segundos después del flash luminoso, y que en algunos casos fue lo suficientemente potente para hacer temblar algunas zonas...las redes sociales se llenaron con los testimonos de todos aquellos que acababan de presenciar un espectáculo celeste sin parangón en la historia reciente.
¿Que ocurrió esa noche sobre los cielos españoles? Evidentemente surgieron en el calor del momento teorías de todo tipo, incluida la que relacionaba el repentino flash luminoso con la tormenta solar que estaba llegando esa misma noche, pero la realidad es más simple...aunque no por ello menos espectacular: Todos aquellos que esa noche estaban despiertos fueron testimonos del meteoro más brillante jamás registrado en España, y que según las estimaciones de al Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos (SPMN), que mantiene una vigilancia constante de los cielos de la península desde hace una década, alcanzó una mangitud absoluta de -20...o lo que es lo mismo, tan brillante como el Sol durante las primeras horas de la mañana o últimas de la tarde. Realmente espectacular bajo cualquier prespectiva.
El análisis de las imágenes y datos tomados del meteoro por parte de 8 de las estaciones de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos (concretamente las de Huelva, La Hita, Sevilla, Madrid, Villaverde del Ducado, El Arenosillo y La Cañada-Avila) están permitiendo conocer más detalles sobre la naturaleza del visitante, y deducir la trayectoria en la atmósfera terrestre, su órbita en el Sistema Solar e información sobre su composición química, esto último gracias al espectro espectro de emisión obtenido desde las estaciones de El Arenosillo y de Villaverde del Ducado, y posteriormente analizado por Josep M. Trigo del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) y José M. Madiedo de la Universidad de Huelva (UHU) y la Universidad de Sevilla.
Toda esta información permite hacernos un cuadro bastante preciso de lo ocurrido esa noche: Un metorito de alrededor de 1 metro de diámetro y de origen cometario penetró en la atmósfera a velocidades estimadas de 90.000 Km/Hora, posiblemente al Sur de la península, aumentando su temperatura a medida que se adentraba en ella hasta alcanzar los 4500 Grados Centigrados, momento en que se inició la fase luminosa, convertido en lo que se conoce como bola de fuego o bólido. Esto ocurrió a 110 Kilómetros de altura.
El objeto, cada vez más brillante, continuó su camino descendente hasta que, a 40 Kilómetros de altura, ya no pudo resistir más la presión extrema a la que estaba sometido y se desintegró, momento en que se convirtió el el flash cegador que vieron muchos, acompañado de la onda sónica resultante, para rápidamente desaparecer en la noche...la trayectoria poco propicia (de ahí tan altas temperaturas) y su composición comentaria, más volatil, ayudaron a magnificar el fenómeno, pero también impidieron que restos destacables llegaran hasta la superficie. El visitante, simplemente, se desvaneció, dejando tras de si a inumerables personas llenas de asombro y, en algunos casos, de temor.
Parte de los llamados NEOs (Near Earth Objects), se estima que cada año se desintegran en la atmósfera unos 50 objetos de ese tamaño, aunque la mayoría, como es lógico, ocurren sobre los Océanos o en zonas poco o nada pobladas, mientras que, estadísticamente, sobre la península se observa uno cada década.
Lo ocurrido en los cielos peninsulares sirve como recordatorio, no siempre escuchado y con el respaldo económico que sería necesario, de lo importante, por no decir vital, que resulta la exploración del espacio más cercano a nuestro planeta y catalogar de la forma más exaustiva posible la población de NEOs cuyas órbitas alrededor del Sol les llevan en ocasiones a situarse muy cerca de nosotros...o, como el caso del visitante del 13 de Julio, finalmente precipitarse contra ella.
Su potencia y espectacularidad, midiendo apenas un metro, delantan la tremenda energía liberada por estos acontecimientos, y el peligro latente que esconden: Se estima que la explosión de Tunguska, que arrasó miles de hectareas y libero una energía equivalente a varios centenares de bombas de Hiroshima, la causó un objeto también de origen cometario de entre 50 y 100 metros. La catástrofe que hubiera significado algo parecido sobre los cielos de Madrid es, simplemente, imposible de imaginar.
Secuencia de vídeo a baja resolución de la fase final del bólido detectado desde el Observatorio
Astronómico de la Hita gracias a la infraestructura de vídeo detección montada y operada por José M. Madiedo
(Univ. Huelva y Univ. Sevilla).
Secuencia de la evolución del bólido tomadas desde más de
400 km de distancia por la estación de vídeo detección de Huelva. La
última
es similar a la producida por la salida del Sol cada día. J.M.Madiedo
(Universidad de Huelva y Universidad de Sevilla).
Un ejemplo del magnífico trabajo realizado por la red de seguimientos de meteoros que existen en España: El espectacular bólido Huelva (SPMN211007)
fue registrado por las cámaras de vídeo de la Universidad de Huelva
ubicadas en Sevilla. La cámara de vídeo estaba dotada de una red de
difracción que descompone la luz de la bola de fuego
(véanse las líneas espectrales que aparecen a la derecha) y permite
determinar la temperatura y composición química de la partícula. Su
órbita en el sistema solar
mostró que estaba asociada al famoso cometa 1P/Halley.
Las primeras imágenes de Tunguska, tomadas por la primera expedición que llegó a la zona, en 1927. El causante se estima que medía entre 50 y 100 metros...no tan lejos del tamaño del visitante que, el 13 de Julio, iluminó los cielos peninsulares. Un recordatorio de la importancia de conocer la población de NEOs.
UN SUPERBÓLIDO SOBREVOLÓ LA COMUNIDAD DE MADRID EL PASADO 13 DE JULIO
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