Estado de la misión pocos días después de su llegada de Marte.
La sonda que explorará el interior del planeta rojo ya se encuentra en el que será, ahora y hasta el final de su vida, el lugar desde donde intentará desvelar si su corazón sigue activo o, por el contrario, estamos en este aspecto ante un mundo geológicamente muerto. Los grandes volcanes de Tharsis, con señales de actividad hasta tiempos relativamente recientes sugieren que aún debe quedar algo de su antiguo vigor, pero saber hasta que punto es clave para los astrónomos y astrobiólogos, tanto para comprender la evolución de los mundos terrestres como para acotar las posiblidades de que sea capaz de sustentar vida en la actualidad, aunque solo sea en las formas más simples.
Tardaremos tiempo en saber la respuesta. InSight es una misión compleja en su forma de trabajar, ya que implica el despliegue de los dos instrumentos que porta con ella en la superficie, una delicada maniobra de transporte donde no hay opciones para el error ni segundas oportunidades. Los técnicos que operan la sonda quieren ir paso a paso y sin prisa alguna, y ciertamente ese es el camino correcto.
Veamos ahora el estado de la misión y lo que sabemos de ella ahora mismo:
- En un mar de arena: Cuando la InSight se dirigió a Elysium Planitia buscaba el lugar más liso y libre de obstáculos que fuera posible, ya que era necesario un terreno limpio de rocas para instalar el sensor sísmico y el térmico. Y las imágenes enviadas señalan que sus responsables puedes estar satisfechos con el lugar donde finalmente la sonda aterrizó.
Y es que InSight quedó depositado en un cráter de impacto lleno de polvo y arena conocido como "hollow", con una inclinación de unos 4 grados, lo que entra plenamente dentro del margen permitido, que es hasta un máximo de 15."El equipo científico esperaba aterrizar en un área arenosa con pocas, por lo que no podríamos estar más contentos", explica el gerente de la misión Tom Hoffman, del JPL."No hay pistas de aterrizaje en Marte, por lo que bajar en un área que es básicamente una gran caja de arena sin grandes rocas debería facilitar el despliegue del instrumento y proporcionar un gran lugar para que nuestra sonda comience a excavar". Queda confirmar la situación con nuevas imágenes, pero todo parece indicar que podrá trabajar sin obstáculos.
- A toda potencia: Justo después del aterrizaje, y durante unos críticos 16 minuto, los dos paneles solares de la sonda se desplegaron como estaba previsto, y comenzaron a proporcionar energía. Ahora sabemos que en su primer día pulverizó todos los records, con 4.558 vatios-hora, casi doblando los niveles de Curiosity y dejando muy atrás al de la Mars Phoenix, que aunque siendo el mismo diseño aterrizó mucho más al norte. Parece claro que el suministro de energía no será un problema para InSight, lo que augura una misión larga y exitosa.
- Desplegándose después de un largo sueño: Una de las piezas claves es el brazo robótico, ya que será el responsable de coger y depositar en la superficie sus dos instrumentos científicos clave, el sismómetro SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure) y la sonda térmica HP3 (Heat Flow and Physical Properties Probe). Algo que necesita de toda la precisión y cuidado imaginable. Y las imagenes muestran que este ya ha sido desplegado, realizando los primeros movimientos, a los que seguirán los próximos días los de su pinza, la "mano" que deberá coger a esos primeros. Después de un largo sueño siempre vienen bien un poco de estiramientos.
- Trabajos de radio: Aunque los instrumentos principales tardará semanas en empezar s trabajo, otros más secundarios pero no por ello menos importantes, ya están en plena actividad. Este es el caso RISE (Rotation and Interior Structure Experiment), que recibe señales de banda-X de radio que le llegan desde la Tierra y las devuelve a nuestro planeta durante una hora al día. Esto permitirá con el tiempo precisar a nivel de cetímetros su posición, lo que a su vez permitirá conocer los movimientos de propio planeta.
- Meteorología: Al igual que con Curiosity, InSight cuenta con una estación meteorológica española, en este caso TWINS (Temperatures and Winds for InSight), construida por el Centro de Astrobiología. Aunque aún no tenemos datos, a estas alturas ya debe estar tomando datos, que se podrán comparar con los que envía Curiosity, a 600 Kilómetros de distancia. Poder comparar las mediciones atmosféricas de dos puntos diferentes del planeta ayudará a comprender mejor la atmósfera marciana.
Es solo el principio de lo que promete ser una misión extraodinaria. Las próximas semanas tendremos más y más imágenes, con las que finalmente se dispondrá de una visión clara y en 360º del terreno circundante.Y solo entonces, quizás a finales de año o principio de 2019, llegará el momento clave, en que SEIS y HP3, la razón misma que justifica la existencia de esta misión, serán desplegados.
El despertar del brazo de InSight. Podemos ver su "mano", la pinza que cogerán a SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure) y HP3 (Heat Flow and Physical Properties Probe) para ponerlas en la superficie. Todo depende de su buen funcionamiento, y de momento está respondiendo bien.
El brazo y los instrumentos en contexto.
Mars New Home 'a Large Sandbox'
InSight progresa adecuadamente. Nuevas fotos y que esperar de ella las próximas semanas
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