Es la estrella más brillante de todo el cielo nocturno, visible desde casi todas partes de la Tierra, excepto en las regiones más al norte. Es, de hecho, un sistema estelar binario, y uno de los más cercanos a nuestro Sol, a solo 8 años luz de distancia. Conocida desde la antigüedad, estaba rodeada, como no podía ser de otro forma, de mucha historia y mitología. En el antiguo Egipto era un elemento clave para la agricultura, ya que su regreso al cielo nocturno se relacionaba con la inundación anual del Nilo. En la mitología griega, representaba el ojo del Gran Perro que diligentemente sigue a Orión, el Cazador.
Para cualquiera que le guste observar el firmamento las estrellas deslumbrantes como Sirio son casi hipnóticas, y verlas parpadear fruto de las fluctuaciones de nuestra atmósfera dota a la noche estrellada de una belleza sin igual. entre los astrónomos profesionales los sentimientos son algo más ambivalentes. No son inmunes a su espectacular presencia, además de ser por ello se pueden estudiar facilmente, pero al mismo tiempo resultan una barrera que oculta aquello que se encuentra por detrás de ellas desde nuestro punto de vista.
Y en el caso de Sirio, la estrella más brillante de nuestro cielo nocturno, se convierte en una pantalla de luz que nos ocultaba mucho más de lo que nos imaginamos. Hasta que la llegada del telescopio Gaia, que cartografía más de mil millones de estrellas de nuestra Vía Láctea, sacó a la luz (nunca mejor dicho) a Gaia 1 es un cúmulo estelar abierto (estrellas surgidas de una misma nube de gas y polvo, y unidas por la gravedad común) situado a unos 15.000 años luz. Generaciones y generaciones de astrónomos pasaron por alto su existencia, y solo en 2017 supimos de ella. La dictadura de Sirio nunca fue tan evidente.
Evidentemente, una vez sabemos que Gaia 1 está ahí, y donde debemos buscar exactamente, se convierte en un objetivo tentador para muchos astrónomos aficionados. Este es el caso Harald Kaiser, que con su telescopio de 30 cm de diámetro, y después de cubrir a Sirio en el sensor del telescopio (el círculo oscuro de la imagen) consiguió observar algunas de las estrellas más brillantes del cúmulo. Y eso es importante, ya que uno de los principales objetivos de la exploración espacial es y debe ser siempre atraer la atención del gran público y hacerlo partícipe de ella. Sin ello poco sentido tiene su existencia misma. Es juntos como debemos desvelar los secretos del cielo.
El cúmulo Gaia 1 observado por Harald Kaiser.
Obscured Sirius reveals Gaia 1 cluster
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