El 27 de Noviembre de 1971 algo extraño y metálico apareció en el cielo marciano. Una visita fugaz que terminó con su violenta colisión contra la superficie, pero que pese a ello debe ser recordado. Porque ese día, porque ese objeto, era el primer intento de la Humanidad de poner su pie en el planeta rojo, y su huella la primera de las muchas que llegarían después, algunos con más suerte que ella, otros compartiendo el mismo trágico destino, pero todas compartiendo un mismo sueño.
La URSS nunca tuvo en Marte su planeta. A diferencia de Venus, donde acumularon éxitos más que notables y siguen siendo los únicos que lograron aterrizajes exitosos en su ardiente superficie y enviar las primeras (y por ahora únicas) imágenes tomadas desde ese reino desconocido, el planeta rojo, pese a ese apelativo, no congenió nunca con ellos. A principios de los 70, a pesar de perder la carrera lunar, los soviéticos aún no habían dicho la última palabra y se resistían a perder de forma definitiva el liderazgo de la carrera espacial a favor de los EEUU. Diversos rovers lunares, incluido el envío de muestras a la Tierra, y una serie de misiones a "su" planeta posteriores a los Apolo dejaban clara su voluntad de seguir adelante.
Marte era, como es lógico, el siguiente objetivo. La NASA ya habían pasado por sus cercanías con sondas con la serie de sondas Mariner, y el 13 de Noviembre de 1971 la Mariner 9 se convirtió en la primera en entrar en órbita alrededor del planeta rojo. La URSS necesitaba responder, y esa respuesta llegó en forma de las Mars 2 y 3, una apuesta aún más ambiciosa: No solo entrarían en órbita marciana, sino que intentarían algo inédito, intentar los primeras aterrizajes en Marte, con dos módulos de aterrizaje que además depositarían dos pequeños rovers, versiones primigenias de los exploradores actuales. Era una apuesta ambiciosa que buscaba dar un golpe de efecto.
La Mars 2 fue la primera en partir. El 27 de Noviembre de 1971 llegó a las cercanías de Marte, y después de una última corrección de rumbo, el módulo de aterrizaje, de algo más de una tonelada, se separó de la sonda. El ordenador a bordo se diseñó para implementar las correcciones finales de la trayectoria, girar el módulo alrededor de su eje longitudinal y disparar un impulsor para iniciar la entrada atmosférica. Sin embargo los algoritmos preprogramados asumieron que se encontraban en una posición errónea, por lo que procedieron a corregirlo, logrando el efecto contrario, ya que no existía dicho "error" en primer término.
Fruto de esto, cuando el impulsor de reentrada se activó, el ángulo de entrada fue demasiado pronunciado, provocando el fallo de su sistema de descenso. El paracaídas nunca se desplegó, y finalmente módulo se estrelló en la superficie marciana. Era la primera vez que un objeto humano lograba alcanzarla, aunque no de la forma que hubieran deseado sus constructores. Algo más de suerte tuvo la Mars 3, cuyo módulo si logró aterrizar de una pieza y transmitir, aunque las comunicaciones se cortaron al cabo de 20 segundos, apenas tiempo suficiente para enviar parte de una única imágen. A ella le correspondió el honor de enviar los primeros datos desde Marte, aunque su fugaz actividad hace que no se pudiera considerar otra cosa que un fracaso.
La sonda orbital tuvo más suerte y logró entrar en una órbita elíptica y enviar datos científicos del planeta, al igual que su hermana Mars 3, compensando en parte el fiasco que supuso , aunque no pudo cumplir la que debía ser su misión más importante, servir de enlace de comunicaciones con el módulo de aterrizaje, que se precipitó al olvido. Pero pese a ello merece ser recordada, porque fue la primera. Sus restos descansan en la superficie, posiblemente ya cubiertas de polvo, recordando que fue ahí cuando la Humanidad comenzó realmente su conquista del planeta rojo.
La Mars 2, al igual que la Mars 3, debía lanzar un módulo de aterrizaje al planeta rojo, la primera vez que se intentaba, y que incluía una muy primigenia versión de los futuros rovers actuales.
La sonda orbital, por en contrario, si logró entrar en órbita y estudiar el planeta. Una pequeña compensación, ya que la gran apuesta para superar a los EEUU era precisamente lograr lo que sus rivales aún no habían conseguido.
Mars 2: In Depth
No hay comentarios:
Publicar un comentario