El 1 de Enero de 2019 la New Horizons, que por ahora duerme profundamente, regresará a la primera línea de la actualidad. Ese día, en un momento tan fugaz como intenso, protagonizará el sobrevuelo más lejano jamás protagonizado por una sonda interplanetaria, pasando muy cerca de un diminuto mundo del Cinturón de Kuiper, apenas unos 45 Kilómetros de diámetro, pero por eso mismo un resto posiblemente inalterado de la formación misma del Sistema Solar. Su éxito coronará definitivamente a esta misión después del ya para siempre recordado encuentro con Plutón.
Y mientras la sonda espera su momento, en nuestro planeta se están haciendo todos los preparativos posibles, especialmente intentando recabar toda la información posible para asegurar un sobrevuelo seguro. Fue dificil con Plutón, así que es sencillo imaginar que con el pequeño 2014 MU69 esta aumenta de forma exponencial. Al fin y al cabo está mucho más lejos y es mucho más pequeño. Pero el 3 de Junio la mecánica celeste brindó una oportunidad que hasta 54 equipos de todo el mundo, armados con decenas de telescopios, no dejaron escapar.
Ese día el diminuto MU69 pasó justo por delante de una estrella vista desde La Tierra, o lo que es lo mismo, el diminuto cono de sombra proyectado por ese primero tocó la superficie terrestre. Tan tenue que era imperceptible a simple vista, tan pequeña que apenas trazó una delgada línea que se extendió entre Sudamérica y África, tan fugaz que apenas duró uno s2 segundos. Pero gracias a los datos de los telescopios Gaia y Hubble (el primero para precisar la posición de la estrella y el segundo para hacer lo propio con la de MU69) decenas de ojos telescopios estaba listos y captaron el momento. Con esta información, ahora ya bajo un profundo análisis se espera determinar si existe alguna amenaza para la New Horizons en sus cercanías (lunitas o anillos de escombros) y precisar el tamaño exacto del objetivo, cuya estimación aún tiene un margen de error apreciable.
Aún llegarán dos oportunidad más, el 14 y el 17 de Julio de 2017, dos nuevas ocultaciones estelares protagonizadas por este remoto habitante del Sistema Solar, y con los cuales se cerrará esta ventana celeste. Pero antes, a través de ella, posiblemente habremos aprendido un poco más de 2014 MU6, y con ello de como exactamente debe afrontar la New Horizons este último y definitivo reto. Sumado todos ellas apenas serán unos segundos, pero podrían ser los que marquen el destino de esta extraordinaria misión interplanetaria.
Cuatro miembros del equipo de observación sudafricano exploran el cielo mientras esperan el inicio de la ocultación MU69 2014, en la mañana del 3 de junio de 2017. El objetivo está en la Vía Láctea, visto desde su sitio de observación en el desierto de Karoo, Sudáfrica.
Paul Maley y Ted Blank, ambos de la International Occultation Timing Association, observan la ocultación de 2014 MU69 en la mañana del 3 de junio de 2017, también desde el desierto de Karoo, cerca de Vosburg, Sudáfrica. Posicionaron su telescopio junto a una pequeña iglesia, protegiéndolo de los vientos que podrían surgir durante la fría noche de invierno.
Alex Parker, del equipo científico de la misión New Horizons, se prepara para comenzar a recolectar datos sobre la ocultación estelar de 2014 MU64.
New Horizons Team Digs into New Data on Next Flyby Target
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