miércoles, junio 28, 2017

Oh My Darling, Clementine

La pequeña sonda que nos abrió de nuevo las puertas de la Luna.

La sonda Clementine (llamada originalmente D.S.P.S.E, abreviatura de Deep Space Program Science Experiment) es una de mas misiones espaciales mas curiosas lanzadas en los últimos años, ya que nació como proyecto militar y fue construida por el Naval Research Laboratory, con objetivo probar dispositivos pertenecientes al Programa de Defensa contra Misiles Balisticos estadounidense (conocido popularmente como "la guerra de las galaxias"). Solo fue posteriormente que se pensó que también podía llevar adelante una misión de exploración lunar. 

Por eso motivo fue ofrecida a la NASA, que añadió su propio instrumental al ya existente, dando lugar a Clementine, una sonda de 1,90 x 1,5 metros y algo menos de 500 Kilogramos de peso. Su origen la convertía en un ingenio ciertamente curioso. Así, por ejemplo, podía calcular por si sola su orientación en el espacio, empleando para ello sensores fotoeléctricos y unas diminutas cámaras de vídeo capaces de localizar estrellas concretas que le sirvieran de referencia, una habilidad que le llegaba de su lado "militar", pues era vital en cualquier hipotético sistema anti-misiles tal capacidad de autonomía.

Lanzada el 25 de enero de 1994, tardó casi un mes en llegar a la Luna, permaneciendo en órbita hasta principios de Mayo. Su misión lunar fue todo un éxito, incluyendo imágenes en varias longitudes de onda (visible como en el ultravioleta y el infrarrojo) , mediciones altimétricas, gravitatorias y de partículas cargadas. Pero por encima de todo estuvieron los datos de radar (Bistatic Radar Experiment), que por primera vez en la historia señalaron la posible presencia de depósitos de agua helada en los polos lunares, escondida dentro de cráter donde nunca llega la luz solar. Posteriormente estos resultados serían puestos en duda por observaciones desde Arecibo, pero la simple posibilidad de que fuera un hallazgo real sin duda aceleró el retorno a nuestro satélite.

Tras ello se dirigió al asteroide Geographos. Pero nunca lo alcanzaría, a causa de un fallo informático poco después de partir, terminando sus días en órbita terrestre, donde aún permanece.

"Estas perdida para siempre, que gran pena, Clementina" (Thou art lost and gone forever Dreadful sorry, Clementine). Son las ultimas estrofas de la canción Oh My Darling, Clementine, que fue la que dio nombre a esta sonda. Ciertamente seria este su destino final, pero antes de perderse para siempre abrió de nuevo las puerta de la exploración lunar, en un camino que después han seguido otras sondas, la mayoría mayores y mas preparadas, pero ninguna con el encanto que tuvo la pequeña Clementina.

Lanzamiento de la Clementine, el 25 de Enero de 1994. Su viaje cambiaría para siempre nuestra concepción de la Luna y las posibilidades de sostener algún tipo de asentamiento permanente, ya que descubrió evidencias de agua helada en los polos.

El Polo Sur lunar. Entre las sombras se recibieron ecos de radas consistentes con la presencia de depósitos helados.

Clementine utilizaba un complejo sistema de orientación estelar, herencia de sus orígenes, con las cuales podía definir su trayectoria a partir de la posición de unas estrellas concretas.

Imágenes compuestas del color de la cara oculta. En la esquina inferior derecha se encuentra el cráter de 143 km de diámetro Jules Verne, con su suelo cubierto de antiguas coladas de oscura lava. En la parte inferior izquierda el cráter Tsiolkovsky.

Vallis Schroteri, de 160 Km de longitud, 11 de anchura y 1 Km de profundidad.

El cráter Tycho visto a través de lo diversos filtros en luz visible y ultravioleta de las cámaras de Clementine.

 
La cuenca de impacto Schrodinger, en el polo sur lunar.

El cráter Aristarco.

Clementine Project Information

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