Los primeros resultados de REMS muestran un Gale con temperaturas diurnas notablemente altas.
Unas noches gélidas, como se podría esperar de un planeta que se encuentra más lejos del Sol que La Tierra y dispone de una atmósfera mucho más tenue y, por ello, con menor capacidad de retener el calor, pero unas horas diurna especialmente cálidas para ser solo el principio de la Primavera, con temperaturas bajo 0 solo observadas la mitad de los días en los que se han realizado mediciones y registros puntales que han llegado, en ocasiones, hasta los +6 Cº. Así se desprende del primer informe presentado por los encargados de la estación meteorológica REMS.
"El que ya estemos viendo temperaturas diurnas tan "cálidas" es una
sorpresa y muy interesante.Todavía estamos en una fase inicial y testeando nuestros modelos,
pero si continúa esta tendencia ‘cálida’ durante el verano y no es algo
puntual, incluso podríamos pronosticar temperaturas en torno a los +20Cº. Y esto sería muy emocionante desde el punto de vista de
la habitabilidad (el objetivo principal de la misión), ya que
podríamos tener temperaturas diurnas lo suficientemente altas para la
formación de agua líquida", explicó Felipe Gómez, investigador del Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC).
Como se esperaba las temperaturas del aire son más altas que las que se registran en el suelo, cosa que se invierte durante la noche.Gale, situado cerca del Ecuador, está entrando ahora en la Primavera, por lo que se espera con interés como evolucionará el clima marciano los próximos meses.
Por otro lado REMS también está proporcionando datos sobre la presión atmosférica, que está aumentado, desde los 730 Pascales
durante las primeras tres semanas hasta unos 750 Pascales actuales (menos de una centésima de la presión a nivel del mar en la
Tierra, que es de 101.325 Pascales), con un mínimo registrado de 685 y un máximo de 780. Los investigadores creen que estas variaciones se deben a las "mareas" marcianas, fruto de la radiación solar, creando "olas" atmosféricas que recorren el planeta.
"Las mareas son ‘sensibles’ a la distribución de las nubes y el polvo en
la atmósfera, así como al patrón de los vientos a gran escala", dice
Javier Gómez-Elvira, el investigador principal del instrumento REMS y
director del CAB.
REMS aún no está trabajando a pleno rendimiento, ya que la fase propiamente científica debe empezar tres meses después del aterrizaje, cuando los sensores de viento y humedad deberán empezar su recolección de datos científicos. En el primer caso Gómez-Elvira explicó que un de los dos sensores se dañó "probablemente por alguna pequeña
piedra que chocara durante el aterrizaje, aunque la razón última todavía
no la sabemos". Afortunadamente el segundo para estar en perfectas condiciones, "ya
tenemos una colección de datos que estamos procesando y esperamos que
esté operativa en las próximas semanas".
“El resto de los sensores funcionan correctamente, aunque el de humedad está en un periodo de caracterización y se está chequeando en colaboración con el equipo del
Finnish Meteorological Institute (FMI, Finlandia) que lo ha
desarrollado".
En conjunto, incluso en esta etapa previa, REMS está ofreciendo una primera visión del clima marciano realmente interesante, un adelanto de lo que será cuando se encuentra completamente operativo y se convierta en la mayor y más completa estación meteorológica jamás enviada a otro mundo.
Los primeros datos de temperatura y presión registrado durante los primeros días después del aterrizaje.
Las dos "alas" de REMS, donde están los sensores de viento y humedad, ya acoplados al mástil de Curiosity.
El sensor de radiación Ultravioleta (imagen superior) y el de presión atmosférica.
El instrumento español en Marte anuncia la llegada de la primavera.
Weather On Mars Surprisingly Warm, Curiosity Rover Finds
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