Nos puede parecer extraño pero conocemos mucho mejor la naturaleza y población estelar de otras galaxias que no de la nuestra. El vivir en en interior de la Vía Láctea, lejos de ser una ventaja para su estudio, es el mayor de los obstáculos, ya que a la dificultad de precisar su forma (sabemos que es espiral, pero no exactamente de que clase) se le añade las grandes masas de polvo y gas interestelar, que se convierten en muros que nos aislan del resto de la ciudad estelar en la que vivimos, algo especialmente aplicable a su centro, totalmente oculto en luz visible. Cosas de la proximidad.
Esto resulta un problema considerable, ya que comprender la formación y evolución del núcleo de la Vía Láctea, formando en una proporción bastante alta de estrellas viajes, es vital para el conocimiento de nuestra galaxia como un todo. De ahí el interés que mostrado siempre por la comunidad astronómica de atravesar ese velo de oscuridad y observar con mayor detalle el corazón galáctico, y el esfuerzo realizado en este sentido, tanto por nuevos y avanzados observatorios en tierra como por ingenios orbitales, como es el caso de NuSTAR.
Una de las mejores herramientas que actualmente disponemos para esta tarea es el telescopio de sondeo VISTA (Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy) de la ESO, dotado de un espejo de gran tamaño (4,1 metros de diámetro), un amplio campo de visión y detectores infrarrojos muy sensible, y cuyos datos han sido utilizados para crear recientemente una inmensa imagen en color del centro galáctico de 108.200 por 81.500 píxeles, que contiene un total de casi nueve mil millones de píxeles. Esta es una de las imágenes astronómicas más grandes jamás elaborada.
Este colosal panorámica (24,6 GB, tan grande que, si quisiéramos imprimirla con la resolución que solemos encontrar en un libro, mediría 9 metros de largo por 7 de ancho) fue utilizada por un equipo internacional de astrónomo para compilar el mayor catálogo creado hasta la fecha de la concentración estelar en la región central de la Vía Láctea, un total de 84 millones de estrellas, 10 veces mayor que en estudios previos y que representa un notable avance para conocer a nuestra galaxia anfitriona.
“Observando en detalle los millares de estrellas que rodean el centro de la Vía Láctea, podemos aprender mucho más sobre la formación y evolución, no sólo de nuestra galaxia, sino también sobre la de las galaxias espirales en general,” explica Roberto Saito (Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Valparaíso y miembro de The Milky Way Millennium Nucleus, Chile), investigador principal de este estudio.
Los datos recogidos han permitido elaborar lo que se llama un diagrama color-magnitud, que distribuye a las estrellas según la combinación de estos dos factores, y que es utilizado por los astrónomos para estudiar las diferentes propiedades físicas de las estrellas, como sus temperaturas, masas y edades:"Cada estrella ocupa un punto particular en este diagrama en cualquier momento de su vida. El lugar en el que caiga depende de cuán brillante y caliente sea. Dado que los nuevos datos nos ofrecen instantánea de todas las estrellas de una vez, podemos hacer un censo de todas ellas en esta parte de la Vía Láctea" explica Dante Minniti.
Un censo que indica la presencia, por ejemplo de un gran número de débiles estrellas enanas rojas que existen en esta céntrica zona, candidatas a albergar pequeños exoplanetas que podrían ser descubiertos mediante la técnica de los tránsitos, como hace el observatorio Kepler. Un paso importante que nos permite a los terrestres, auténticos "habitantes de los suburbios" de esta ciudad estelar, conocer un poco mejor a su bullicioso centro.
La panorámica del Centro galáctico realizada por VISTA con algunas anotaciones.
El diagrama color-magnitud resultando de combinar los datos de 84 millones de estrellas de la zona central de la Vía Láctea. Las más brillantes aparecen hacia la parte superior, las más débiles hacia la parte inferior, las más rojas hacia la derecha y las más azules hacia la izquierda. La mayor parte de las estrellas se sitúan en las regiones amarillas, y unas pocas en la parte azul del diagrama. Las estrellas gigantes azules, más evolucionadas, aparecen en la parte superior derecha, y las estrellas enanas, más débiles, en la parte inferior.
Una comparativa reveladora sobre lo que implica observar el corazón de la Galaxia en infrarrojo y en luz visible.
VISTA ( Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy), instalado en el observatorio de ESO en Cerro Paranal, Chile.
84 millones de estrellas y contando
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