
Spirit necesitó algo más de 60 días marcianos (lo que viene ha ser 2/3 del tiempo inicialmente previsto de supervivencia de este vehículo) para llegar hasta el, en un viaje cada vez más dificil a medida que se acercaba a el, pues el camino se fue llenando gradualmente de obstáculos, grandes rocas que en su momento fueron proyectadas por el impacto que dio origen a Bonneville. La pericia y paciencia de sus controladores, pero, superaron todas estas dificultades y, a finales de 2004, finalmente Spirit llegó hasta su mismo borde y pudo enviarnos las primeras fotografías jamás conseguidas de una formación de este tipo desde la misma superficie.
La llegada a Bonneville significó tambien un rencuentro curioso...mirando hacia el lado opuesto del crater las cámaras de Spirit captaron un objeto plateado, bien diferente al rojizo entorno: Era el escudo térmico que lo protegió durante los momentos más críticos mientras entraba en la atmósfera marciana y que, tras desprenderse minutos antes del aterrizaje, una vez cumplida su misión, se acabó estrellando contra la superficie minutos antes de la llegada del propio Spirt.
Spirit no se acercaria más a el y pronto iniciaria si viaje hacia las colinas Columbia,, pero el simple hecho de poder asomarse a Boneeville y fotografiar el lejano escudo quizás representó la mejor y más clara muestra del inmenso potencial que significaba tener un vehículo explorador movil, y no estático como es lo más habitual en la exploración planetaria. Nada de esto ni de todos los porteriores descubrimientos hubieran sido posibles desde una base inmovil, por muy avanzada que esta fuera.

Heatshield on the Horizon
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