Es la imágen perfecta de una "anti-Tierra", de un mundo que teniendo el mismo tamaño que ella es absolutamente opuesto a ella en todo lo demás. Si nuestro planeta en un lugar templado, húmedo y habitable (a pesar de en ocasiones parecemos empeñados en que no lo sea), Venus es un lugar terrorífico a todos los niveles, ardiente, seco y bajo una presión asfixiante. Si en la Tierra llueve agua líquida, aquí encontramos lluvia de Ácido Sulfúrico, si en el planeta azul encontramos lugares cálidos, templados y fríos, con diferencias térmicas entre el día y la noche, en Venus la temperatura es asfixiantemente homogénea como la más ardiente del Sistema Solar, sin apenas diferencias a lo largo del espacio y el tiempo. Es lo diametralmente opuesto a lo que imaginamos como un lugar capaz de albergar vida. Aunque también sabemos que no siempre fue así. Existió un Venus amigable y habitable, incluso con océanos, aunque ahora de ello ya no queda casi nada, solo tenues huellas de lo que un día fue.
Sin embargo, su densa atmósfera tiene actualmente entre 10.000 y 100.000 veces menos agua que la atmósfera de la Tierra. Algo tuvo que hacer desaparecer ese vapor y la idea actual era que gran parte se disoció en hidrógeno y oxígeno, básicamente por efecto de la radiación solar: El primero escapó, mientras que el segundo se combinó con el material de la superficie en forma de óxidos. Pero los datos de la desaparecida Venus Express, que se siguen estudiando, nos ofrecen ahora un escenario mucho más terrorífico de la mano del campo eléctrico que rodea el planeta, hasta ahora visto como un elemento secundario en el proceso de pérdida de agua, pero que ahora se revela como un actor principal.
Al igual que cada planeta tiene su propio campo de gravitatorio, se cree que todos aquellos con atmósfera también están rodeado por un débil campo eléctrico. Ambas fuerzas "tiran" de esta direcciones opuestas. Mientras la primera trata de mantenerla atada, la segunda empuja las las capas superiores hacia el espacio. Pero mientras que en la Tierra este es relativamente débil, el de Venus es tan fuerte que no solo es capaz de expulsar el Hidrógeno, sino incluso acelerar el componente más pesado cargado eléctricamente del agua (los iones de oxígeno) a velocidades lo suficientemente altas para escapar de la gravedad del planeta. Cuando las moléculas de agua se elevan fruto de este impulso, la luz solar la disocia en iones de Hidrógeno y Oxígeno,acelerando así el proceso de pérdida. Por ello la atmósfera Venusiana es mucho más seca de lo que debería ser."Si tuvieras la mala suerte de ser un ión de oxígeno en la atmósfera superior de Venus, entonces habrías sido premiado en una lotería terrible", explica Glyn Collinson, científico del NASA’s Goddard Space Flight Center."Tu y todos tus amigos iones serías arrastrados al espacio por un mano invisible, y nada podría salvarte".
El equipo descubrieron lo que estaba ocurriendo utilizando los datos del espectrómetro de electrones de la Venus Express, e integrado en el instrumento ASPERA-4, que mostraban que estos escapaban de la atmósfera superior a velocidades no esperadas, "remolcados" por el potente campo eléctrico del planeta. A partir de dicha velocidad, se pudo extrapolar la intensidad del campo, que resultó por lo menos cinco veces más potente que en la Tierra. "No se sabe muy bien por qué es mucho más fuerte en Venus que en Tierra", explica Collinson, "pero pensamos que podría tener algo que ver con que este segundo estar más cerca del Sol, y la luz ultravioleta que llega de el es dos veces más brillante. Es una cosa difícil de medir, e incluso en la Tierra, hasta la fecha, todo lo que tenemos son los límites superiores de lo fuerte que puede ser".
Comprender este proceso y porque en Venus es tan potente ayudará a los astrónomos a mejorar las estimaciones de tamaño y la ubicación de las zonas habitables alrededor de otras estrellas. Algunas estrellas emiten más luz ultravioleta que el Sol, por lo que si este es el motor que crea potentes campos eléctricos en cualquier planeta en órbita alrededor de ellas, sus respectivas zonas habitables podrían estar más lejos y ser más estrecha de lo que había calculado inicialmente. "Incluso un viento eléctrica débil podría desempeñar un papel en la pérdida de agua y atmósfera en cualquier planeta", dice Glocer Alex, co-autor de este nuevo estudio. "Podría actuar como una cinta transportadora, moviendo iones hacia el exterior, donde el viento solar podrían llevárselo lejos".
Venus se nos revela como un lugar aún más terrorífico de lo que ya sabíamos, sometido a un monstruo eléctrico que literalmente succionó toda su agua atmosférica y la lanzó al espacio. Quizás ahí podamos encontrar parte del puzzle de su pasado, el que le llevó desde ser algo parecido a una segunda Tierra a convertirse en su opuesto más tenebroso y hostil.
El campo eléctrico de Venus, más potente que el terrestre, conforma un terrible mecanismo que "secó" la atmósfera, arrastrando al planeta a un infierno planetario aún más terrible.
‘Electric Wind’ Can Strip Earth-like Planets of Oceans, Atmospheres
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