Maravillándonos con la visión del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko a contraluz
Elegir una imágen icónica, que representa todo lo logrado por una misión interplanetaria exitosa, es una tarea complicada. Al fin y al cabo, si estuvo en servicio el tiempo esperado, por no decir si superó las expectativas ampliamente, la biblioteca visual acumulada puede ser gigantesca, inconmensurable, y en ella, por simple estadística, podemos encontrar muchas joyas, auténticos regalos para los ojos. Rosetta es un ejemplo paradigmático de ello. Sus observaciones, sus datos, y especialmente sus fotografías tiene ya un lugar reservado en el gran libro de la exploración espacial. Y con páginas de Oro.
En este punto entramos en un terreno muy subjetivo.¿Cual es la mejor imágen de la misión Rosetta? La que uno podría enseñar a alguien que ignorara su existencia para ilustrarle rápidamente sobre lo que significó y despertarle su curiosidad? Muchas son las opciones, y posiblemente habría casi tantas elecciones diferentes como personas quisieran hacer este ejercicio. Pero para el que aquí escribe, esta fue tomada el 27 de Marzo de 2016, cuando Rosetta se encontraba a 329 Kilómetros del cometa, iniciando una viaje relativamente lejos de el para realizar observaciones de su entorno, con una vista global de su actividad.
Su cámara de navegación sacó partido de la alineación ocurrida en ese momento, con el Sol, el cometa y la sonda casi en línea. O dicho de otra forma, con 67P/Churyumov-Gerasimenko ocultando a este primero, eclipsándolo ante los ojos de la sonda, mientras la nube de partículas que aún rodea al núcleo dispersan la luz a su alrededor. Al mismo tiempo las sombras proyectadas por el propio núcleo dotan de profundidad a la escena, además de un aire casi fantasmal. El resultado, fruto de la combinación de diversas tomas de larga exposición (4 segundos) no puede ser ya no espectacular, sino directamente inspirador.
No es la que tiene mejor resolución, no es la que muestra los mejores detalles de la superficie, pero personalmente es la que me transmite mejor la magia, la fascinación y la maravilla que nos ofreció y nos sigue ofreciendo la sonda Rosetta. Y por extensión, la que nos ofrece, aunque muchos no sepan apreciarlo, la exploración espacial en su conjunto.
Las imágenes originales de la NAVCAM, sin tratar y tal cual llegaron de la sonda, no son tan espectaculares. Pero igualmente transmiten la magia del momento.
Maravilla de maravillas.
CometWatch 27 March
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