La estrella TW Hydrae es un conocido objeto de estudio para los astrónomos. En ella se juntan diversos factores cada uno más interesante que el anterior. Está muy cerca de nosotros (a unos 175 años luz de distancia) es muy joven (cerca de 10 millones años) y está rodeada de un disco de polvo que el azar hace que podamos ver de cara, como si estuviéramos flotando sobre uno de los polos. Una prospectiva privilegiada. Algo especialmente importante si tenemos en cuenta de que estamos ante los primeros pasos en la vida de un nuevo sistema planetario, las primeras señales de mundos en formación. Quizás una ventana hacia nuestro propio pasado.
Es por tanto un objetivo espléndido para cualquier observatorio, espacial o terrestre. ALMA, el gran complejo de radiotelescopios que trabajan de forma coordinada como su fuera uno solo (lo que se conoce como un interferómetro), uno de los más eficientes y modernos "juguetes" de los que disponen los astrónomos hoy día, no podía ser menos y fijó también su mirada en TW Hydrae. Con resultados espectaculares. Quizás de las mejores imágenes jamás conseguidas de estas estructuras primigenias.
"Estudios anteriores, realizados con telescopios ópticos y con radiotelescopios, confirman que TW Hydrae alberga un prominente disco cuyas características sugieren que hay planetas comenzando a formarse", afirma Sean Andrews, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian."Las nuevas imágenes de ALMA muestran el disco con un detalle sin precedentes, revelando una serie de anillos concéntricos de brillante polvo y zonas oscuras, con interesantes características que pueden indicar que se está formando un planeta con una órbita parecida a la de la Tierra".
En estas nuevas imágenes se pueden apreciar pronunciadas vacíos en el disco, que se encuentran a tres mil millones y seis mil millones de kilómetros de la estrella central, distancias similares a las medias que separan al Sol de Urano y Plutón dentro de nuestro Sistema Solar. Posiblemente es el fruto de la unión de partículas que acabarán dando lugar a planetas, que más tarde barrerán sus órbitas de polvo y gas y concentrarán el material restante en bandas bien definidas."TW Hydrae es bastante especial. Es el disco protoplanetario conocido más cercano a la Tierra y puede ser muy parecido al Sistema Solar cuando tenía sólo 10 millones de años de edad".
En realidad conocemos otros, también estudiados por ALMA, aún más jóvenes, como es el caso del de HL Tauri, con una edad estimada de apenas 1 millón de años, pero es precisamente por eso que el de TW Hydrae, algo más viejo, representa una espléndida pieza con la que se espera poder completar un día el cuadro global sobre la evolución planetaria y las perspectivas para sistemas similares en la Vía Láctea. Y por encima de todo, ofrecer una visión de como pudieron serlos primeros momentos de nuestro propio mundo.
Imagen del ALMA del disco de formación de planetas alrededor de la joven estrella de tipo solar TW Hydrae. El recuadro (parte superior derecha) hace un zoom sobre el hueco más cercano a la estrella, que está a la misma distancia a la que se encuentra la Tierra del Sol, lo que sugiere que una versión infantil de nuestro planeta podría estar surgiendo del polvo y el gas. Las características adicionales concéntricas claras y oscuras, representan a otras regiones de formación de planetas en regiones del disco más alejadas.
Observatorio ALMA, una enorme ventana al Universo. 66 antenas que trabajando de forma conjunta como su fuera una sola de varios Kilómetros de diámetro.
La imagen más detallada de un disco protoplanetario obtenida por ALMA
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