Se la conoce como Super-Resolution Restoration (SRR), y es una nueva técnica que promete revolucionar nuestra visión del planeta rojo desde las alturas, siendo capaz de aumentar la resolución de las ya de por si extraordinarias imágenes de la Mars Reconnaissance Orbiter por un factor de cinco, hasta el punto de vislumbrar estructuras de apenas unos centímetros. Sus posibles aplicaciones, tanto en la exploración marciana como apoyo para la búsqueda de lugares adecuados para futuros aterrizajes, son extraordinarias, como demuestras los primeros ejemplos presentados.
"Ahora tenemos el equivalente de la visión de un drone en cualquier parte de la superficie de Marte, donde hay bastantes repetición de imágenes claras", explica uno de los responsables, Jan-Peter Müller, del Laboratorio de Ciencia Espacial Mullard de la University College en Londres. "Nos permite ver objetos con el enfoque más precisó jamás conseguido desde la órbita, y la calidad de imagen es comparable a la obtenida por los módulos de aterrizaje. Esto va a ser un elemento de cambio y el inicio de una nueva era en la exploración planetaria".
Varios son los primeros objetivos marcianos revisitados con el SRR, pero sin lugar a dudas una destaca sobre los demás: La Beagle-2, el módulo de aterrizaje que viajó cuando a la Mars Express, y de la que después de adentrarse en la atmósfera marciana un 25 de Diciembre de 2003 (6 dias después de separarse de esta última) nunca más se supo. Aunque su fracaso no empaña el tremendo éxito de la sonda propiamente dicha, que aún hoy sigue activa y enviando información científica superando todas las previsiones de vida útil, para la agencia espacial británica, responsable de su diseño y construcción, fue un duro golpe.
¿Pero que lo ocurrió realmente? La primera idea, y era inevitable, es que el sistema de aterrizaje, parecido al de Opportunity, pero sin los retrocohetes de frenado, no pudo cumplir su misión con éxito y la Beagle-2 se estrelló. La Mars Reconnaissance Orbiter finalmente la localizó, demostrando lo errónea de esa suposición. En realidad consiguió aterrizar suavemente, o al menos de una pieza. Sin embargo en ellas se podía intuir el motivo de su silencio, algo que las nuevas imágenes procesadas por SRR parecen, si no confirmar, al menos si reforzar. Construida para abrirse como una flor, con un "pétalo" donde estaban los instrumentos y los otros 4 con los paneles solares, varios de estos últimos no se desplegaron (quizás fruto de un aterrizaje no tan suave?). Incluso así la sonda tendría energía suficiente, debería haber podido comunicarse.
Pero aquí un fallo de diseño selló su destino: El emisor y receptor de radio se montaron debajo de los pétalos cerrados. Y cuando uno o varios de ellos no se desplegaron, quedaron cubiertos y sin posibilidad de emitir o recibir comandos. El escenario más probable es que Beagle-2 completara las primeras actividades científicas, que ya tenía programadas de antemano, y después se quedara quiero, esperando nuevas indicaciones. Unas que nunca llegaron, sorda como estaba. Otro diseño, otra configuración de antenas que no la hiciera tan vulnerable habría cambiando su destino. Era el punto débil de un vehículo construido precipitadamente para llegar al lanzamiento de la Mars Express, y con un presupuesto relativamente reducido, que obligó a recortar costes, entre ellos, precisamente (y fatalmente), en el sistema de comunicaciones. Y pese a ello estuvo cerca, muy cerca, de lograrlo.
No es casualidad que las imágenes de la zona de aterrizaje de la Beagle-2 fuera una de las elegidas para realizar estos primeros ejemplos de esta nueva técnica de procesado, dado que británico es la mayor parte del equipo responsable del desarrollo de SRR, y británica era esta sonda. Una imagen del ayer que, al misma tiempo, apunta hacia el futuro. De un antiguo futuro que no pudo ser, y de un futuro aún por llegar, donde esperaremos presenciar la llegada del rover ExoMars, el heredero de la sonda perdida que buscará señales de vida al igual que habría hecho la Beagle-2 de haber tenido la oportunidad. Esperamos tome el testigo, y esta vez con éxito.
Un ejemplo del resultado de esta nueva técnica visual en la Beagle-2. El resultado no puede ser más prometedor.
La última vez que vimos a Beagle-2, fotografiada por una pequeña cámara instalada en la Mars Express con este propósito. Después el silencio eterno.
Como debería haberse desplegado si todo hubiera ido bien y una representación de su posible disposición final, con dos de sus panales sin hacerlo.
Otros ejemplos del la efectividad de SRR, en el caso de la derecha con las huellas del rover Spirit.
Supersharp Mars Photos Show UK's Long-Lost Beagle 2 Lander
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