Chang'e 5-T1 entra en órbita lunar.
Lunar Reconnaissance Orbiter, Artemis P1 y Artemis P2, las 3 sondas que actualmente acompañan y exploran a nuestro satélite, tienen un nuevo compañero de viaje con la llegada, aunque sería mejor decir el retorno, de la última representante del ambicioso programa espacial Chino, cuya mirada parece estar fijada de forma clara y decidida en las llanuras selenitas. Ya la visitó hace varios meses, aunque entonces fue solo un paso fugaz, en que viajó alrededor de ella para regresar a La Tierra apenas 3 días después de su lanzamiento. Allí cumpliría con su misión de lanzar una cápsula de muestras simulada, poniendo a prueba la tecnología necesaria para traer material lunar a nuestro planeta y quizás objetivos aún más amplios. Pero su historia estaba lejos de terminar.
Una vez se habían alcanzado todos los objetivos la sonda Chang'e 5-T1, plenamente funcional en todos los aspectos aunque sin instrumental científico, se convirtió en un magnífico laboratorio de pruebas para los técnicos chinos, permitiendo practicar maniobras que un día serán importantes. Primero se dirigió al punto de Lagrange L2 del sistema Tierra-Luna, la primera vez que un vehículo espacial chino alcanzaba esta región de equilibrio gravitatorio, y posteriormente, después de completar 3 órbitar a su alrededor, lo abandonó para dirigirse nuevamente hacia La Luna, aunque en esta ocasión ya no como una visitante fugaz sino con la intención de permanecer en ella.
Y así fue. Hace unos pocos días entró una órbita lunar inicial elíptica que la aproximó a la superficie lunar hasta solo 200 Kilómetros y la alejaba hasta los 5.300, completándola cada 8 horas. El próximo paso, que en teoría ya debería estar ocurriendo según el ingeniero jefe Zhou Jianlian, del Centro de Control Aeroespacial de Beijing, será realizar varios frenados que la llevarán hasta otro más cercana de 127 minutos, que le permitirá tomar imágenes detallas de la superficie lunar, posiblemente pensando ya tanto la futura misión Chang'e 5, que debería despegar en 2017 con el objetivo de traer muestras a La Tierra, como quizás para otras dirigidas a la cara oculta, aunque esto es ya pura especulación.
El retorno de Chang'e 5-T1 nos recuerda nuevamente la apuesta clara de China por La Luna, con una actividad creciente por su parte y con una meta final aún nadie tiene clara pero de la que no podemos descartar ninguna posibilidad, incluido vuelos tripulados. Los próximos años prometen ser realmente interesantes.
Los puntos de Lagrange son 5 zonas alrededor de cualquier sistema de 2 cuerpos celestes donde el equilibro de las fuerzas gravitatorias permite a otro objeto (sonda, asteroide, ect..) permanecer en ella de forma estacionaria (aunque es más correcto decir que órbita alrededor de un punto teórico). El L2 del sistema Tierra-Luna se encuentra al otro lado de esta última desde nuestro punto de vista, y ahí permaneció Chang'e 5-T1 antes de dirigirse hacia la órbita lunar.
El complejo viaje realizado hasta la fecha.
La cara oculta de La Luna, con La Tierra al fondo, vista por el sistema óptico de la Chang'e 5-T1 durante su primer viaje, que concluyó con el regreso a nuestro planeta y el lanzamiento de una cápsula de pruebas.
La Chang'e 5-T1 es básicamente una copia de la Chang'e 1 y 2, aunque en este caso pensada para pruebas tecnológicas, no exploración científica. Una vez lanzada la cápsula (que vemos en esta ilustración) parece seguir cumpliendo este papel, preparando el camino de laChang'e 5.
Chinese Spacecraft Enters Orbit Around the Moon
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