"Esta semana se cumplen diez años de la llegada de Mars Express a la órbita de Marte ¡esta maniobra es una forma muy emocionante de celebrarlo!". Y ciertamente pasar casi rozando un cuerpo celeste, tan cerca que no es posible tomar imágenes a causa de la gran velocidad relativa entre ambos y superando todas las marcas anteriores que se habían establecido a lo largo de la década que lleva activa en órbita marciana no deja de ser todo un logro para tan veterano explorador, que posiblemente afronta sus últimos años de actividad (su actual misión extendida, la 5ª desde su llegada a Marte, termina a finales de 2014) antes de la llegada de ExoMars, prevista para 2017.
Este sobrevuelo estaba siendo planificada desde hace meses, realizando pequeños ajustes en su órbita, y tomando imágenes de Fobos sobre el fondo de estrellas desde semanas antes con su Cámara Estéreo de Alta Resolución con el objetivo de ajustar con la mayor precisión posible la trayectoria. El objetivo era medir, mediante el efecto Doppler en su señal de radio, la aceleración que experimentaría la sonda durante el encuentro, estimada en solo unos pocos Centímetros por segundo, y con ello obtener datos extremadamente precisos de su campo gravitatorio, lo que a su vez se podría relacionar con la densidad y con la distribución de masa en el interior de esta extraña luna.
El encuentro se produjo a las 07:09:00 GMT del pasado 29 de Diciembre, seguida tanto por la Red del espacio profundo de la ESA como por la de la NASA, ya que se quería asegurar, doblando las estaciones de seguimiento, asegurarse que cualquier alteración en la señal de radio era real y no producto de algún tipo de "ruido" de la propia antena. De esta forma se podían comparar datos y eliminar cualquier error, necesario en unas mediciones que necesitavan un grado tal de precisión.
También la Mars Express afrontó un cambio en sus actividades, ya que para asegurarse de que era captada con total claridad, centró casi toda la energía disponible en emitir únicamente señal de radio portadora, sin telemetría alguna, por lo que durante estas horas críticas los ingenieros de la misión no tuvieron dato alguno sobre el estado del vehículo, así como de los diversos instrumentos científicos. La sonda se convirtió ella misma en un preciso sensor, trabajando conjuntamente con las estaciones de seguimiento terrestre, asumiendo un riesgo con el objetivo de maximizar los resultados.
Pocas horas después se daba por concluido el encuentro y la Mars Express cambió de nuevo sus emisiones de radio, reiniciando el envío de telemetría, además de aprovechar la especial orientación del vehículo, que apuntó su antena de alta ganancia directamente hacia La Tierra durante el encuentro, para enviar alrededor de 200 Gbits de datos científicos almacenados por la sonda en los días anteriores, incluyendo imágenes su encuentro previo con Fobos hace una semana, cuando paso a unos 500 Kilómetros de distancia.
La señal de radio, tal como se esperaba, experimentó un ligero efecto Doppler como consecuencia de la aceleración de la Mars Express al pasar tan cerca de Fobos. A partir de ahora los científicos tendrán que analizar estos datos en profundidad para extraer de ellos la información sobre su campo gravitatorio, y con el de su estructura interna.
Las principales teorías sugieren que tanto Fobos como Deimos podrían ser asteroides capturados por Marte, o que se formaron a partir de los escombros desprendidos por grandes impactos en el planeta y este tipo de encuentros están pensados precisamente para intentar desvelar la respuesta correcta. Algunos, como el ocurrido en Marzo de 2010, cuando paso a solo 67 Kilómetros de distancia, sugieren que entre un cuarto y un tercio de su interior está vacío. Fobos es, básicamente, un montón de escombros con grandes espacios entre las rocas que componen su interior, lo que aumenta el misterio de lo rodea.
Esta parte de la misión de la Mars Express es especialmente valiosa si se tiene en cuenta que las otras misiones marcianas actualmente en activo, Mars Odyssey y Mars Reconnaissance Orbiter, siguen órbitas mucho más circulares y próximas a Marte, por lo que no pueden aproximarse demasiado, y mucho menos observar su cara oculta (como La Luna, presenta siempre un mismo hemisferio). Por ello Fobos es un terreno que pertenece casi en exclusiva a esta sonda europea, y junto con su capacidad de profundizar en el subsuelo marciano gracias a su radar MARSIS, dejan claro el enorme valor de una misión ya veterana, que nació como un proyecto realizado contrarreloj (de ahí lo de Express) pero cuyo éxito está fuera de toda duda.
La señal portadora de la Mars Express captada desde la estación de seguimiento de la NASA en Robledo de Chavela, Madrid. Su colaboración permitió a los científicos europeos asegurarse que cualquier cambio en ella era fruto de la aceleración de la sonda y no ruido de fondo, ya que estos eran tan pequeños que este podría generar confusiones.
Mars Express
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