A la tercera fue a la vencida, y finalmente, después de 2 aplazamientos por problemas técnicos, el último de los cuales llevó a la supensión del lanzamiento apenas 2 segundos antes del final de la cuenta atrás, el cohete de Space X conocido de forma informal como Falcon 9 v1.1 (oficialmente es simplemente un Falcon 9 mejorado) se elevó en la noche desde la rampa LC-40 de la Base Aérea de Cabo Cañaveral. Era una prueba crucial para esta compañía privada, cuyo objetivo es hacerse un lugar predominante en el activo mercado de lanzamiento de satélites, especialmente aquellos situados en órbita geoestacionaria (principalmente meteorológicos y de telecomunicaciones), que le permita reducir drásticamente el coste del acceso al espacio. Y la prueba fue superada con pleno éxito.
A las 22:41 UTC de este pasado 3 de Diciembre los 9 nuevos motores Merlin 1D, capaces de ofrecer un casi un 50% más de empuje que los ofrecidos por los Merlin 1C del Falcon 9 "normal", rugieron con toda su fuerza, iniciado un viaje que demostraría que Space X está preparada para este nuevo salto adelantes. 185 segundos después del lanzamiento, y una vez separada la primera etapa, la segunda, con un único Merlin 1D entraba en funcionamiento, impulsando al satélite de telecomunicaciones SES-8 de algo más de 3 Toneladas, hasta la órbita terrestre. Este era el momento crítico en que el Falcón 9 v1.1 debía demostrar su capacidad de enviar este tipo de cargas mucha más allá, a una órbita geoestacionaria.
Y así ocurrió. 27 minutos después del lanzamiento y 19 minutos después del final de la primera ignición, un 2º encendido de apenas 1 minuto de duración puso a SES-8 en camino hacia la que será su posición final, siguiendo una órbita de transferencia geoestacionaria (GTO), incialmente de 295 x 80000 kilómetros y 20,7º de inclinación.Si este no hubiera funcionado de forma correcta, o directamente no lo hubiera hecho en absoluto, el satélite se habría perdido, con el golpe económico, pero sobretodo de prestigio, para Space X y sus ambiciosos planes futuros, que incluyen inicialmente más de 50 vuelos tanto para la NASA (con la que tiene un contrato de 1.600 millones de Dólares) como para todo tipo de empresas comerciales, así como el desarrollo de lanzaderas aún más potentes, como el proyectado Falcon Heavy.
Con este nuevo éxito Space X sigue dando avanzando, cubriendo etapas en su camino a convertirse en uno de los pilares del futuro espacial, un papel que poco a poco se está haciendo realidad con sus vuelos a la ISS y ahora con su acceso a la órbita geoestacionaria.
La Tierra observada desde una cámara situada en la segunda fase de impulsión del Falcón 9 v1.1, cuando se encontraba a una distancia de 13.000 Kilómetros.
Comparativa entre el Falcón 9 "normal" y esta versión mejorada, provista de los motores Merlin 1C y capaz de situar 13 toneladas en órbita baja o 4.850 kg en una órbita de transferencia geoestacionaria (si se lanza desde Cabo Cañaveral).
Los nuevos motores Merlin 1D de la primera etapa y su disposición octogonal con un 9º en el centro, capaces de generar un empuje de 5885 kN alnivel del mar o 6672 kN en el vacío y seguir siendo capaces de enviar al Flacón 9 v1.1 a su órbita prevista incluso su fallan 2 de ellos, lo que ofrece un notable margen de seguiridad. Más baratos y eficientes que los Merlin 1C anteriores representan un notable logro por parte de Space X y una pieza clave de sus planes futuros.
Presente y futuro de los cohetes lanzadera de Space X.
Primer lanzamiento geoestacionario de un Falcon 9 (SES-8)
SpaceX Launches Falcon 9 Rocket On High-Stakes Commercial Satellite Mission
SpaceX’s Upgraded Falcon Delivers Satellite to Geostationary Orbit
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