Nuestra compañera planetaria, carente de una atmósfera como tal (la que existe en tan tenue que se la considera una Exoesfera), vive bajo la constante amenaza por parte todo tipo de pequeños viajeros planetarios, incluidos aquellos que en el caso de La Tierra se desintegraría sin dejar rastro y sin apenas llamar la atención. Cualquier roca, por pequeña que sea, tiene el camino abierto hacia la superficie lunar, y eso se traduce en la observación de numerosos destellos luminosos que aparecen en ella, y que el Lunar Impact Monitoring Program de la NASA registra cuidadosamente. En sus apenas 8 años de historia acumula ya más de 300 posibles impactos lo suficientemente importantes como para provocar estos fenómenos luminosos, lo que da una idea de la intensidad de una lluvia cósmica de la que nosotros estamos afortunadamente protegidos en su mayor parte.
El pasado 17 de Marzo de 2013 marcó un nuevo record en esta larga lista, cuando de detectó el destello con mucho el más brillante de todos los observados hasta ese momento, originado en algún punto del Mar de las Lluvias (Mare Imbrium) y no muy lejos del cráter Copérnico. Con una intensidad equivalente a la de una estrella de 4ª magnitud y una duración de alrededor de 1 segundo, se calculó que el objeto responsable debía medir entre 30 y 40 Centímetros, colisionando con la superficie lunar a unos 25 Kilómetros/Segundo y generando una detonación equivalente a 5 toneladas de TNT. Como resultado el cráter resultante debía tener, calculaban, una 20 metros de diámetro.
Y es aquí cuando la Lunar Reconnaissance Orbiter, que lleva levantando completos mapas de la Luna desde 2009, entró en escena. Ya había fotografiado la zona tiempo atrás, y ahora, una nueva visita de esta veterana sonda permitió desvelar la presencia de dicho cráter, que con un diámetro de 18 metros, se acerca de forma más que notable a las estimaciones realizadas en su momento solo a partir del resplandor del impacto. Comparar imágenes de una misma región lunar tomadas en diferentes periodos de tiempo es una de las principales ocupaciones del equipo encargado de su cámara LROC, que de esta manera buscan cualquier cambio ocurrido en ellas, principalmente fruto de impactos menores. En este caso, su tamaño y el saber donde y que buscar lo hizo todo más sencillo.
Como todos los cráteres jóvenes (en términos geológicos) resulta muy brillante en contraste con el entorno, ya que el material expuesto al exterior lunar adquiere con el tiempo tonos más oscuros fruto de la radiación solar, los rayos cósmicos y los micrometeoritos, cosa que no ocurre con aquel que estaba protegido en el subsuelo y acaba de ser lanzado al exterior. Con el tiempo irá perdiendo el resplandor de su juventud, pero de momento resplandece como una blanca isla en un mar de tonos grises. Casi tan brillante como el destello que nos anunció su nacimiento.
Smack! A New Crater Appears on the Moon/ Yutu Rover Update
2 comentarios:
Donde dice "colisionando con la superficie lunar a unos 25 Kilómetros/Hora ", Las unidades no debería ser Kilometros/Segundo.
Tienes razón, se ma coló una "Hora", en lugar de los Segundos xd Gracias por el aviso
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