Nuestro mundo, o al menos una parte importante, sigue sumido en la incertidumbre y la parálisis debido a la pandemia, con la actividad de todo tipo al mínimo, pero en el espacio todo sigue avanzando siguiendo en calendario previsto y sin posibilidad alguna de hacer una pausa y esperar tiempos mejores. Este es el caso de este proyecto conjunto entre Europa y Japón, que se prepara, se quiera o no, para realizar una aproximación muy cercana a nuestro planeta, como forma de alterar su velocidad y trayectoria. Es lo que se llama una maniobra de asistencia gravitatoria, un recurso común a la hora de redirigir sondas a sus objetivos.
Será este próximo 10 de Abril cuando la BepiColombo, en realidad dos sondas viajando en conjunto a bordo de un mismo módulo, se aproxime a la Tierra, pasando a solo 12.700 Kilómetros de la superficie, en decir, por el interior de la órbita de los satélites geoestacionarios, y suficientemente cerca para que los aficionados que dispongan de telescopios potentes puedan verla pasar fugazmente, especialmente aquellos situados en el hemisferio sur. Con este encuentro la Bepi reducirá su velocidad, con lo que abandonará su actual órbita alrededor del Sol, muy parecida a la terrestre, y empezará su lenta "caída" hacia el interior del Sistema Solar, y que le llevará a un primer encuentro con Venus el próximo Octubre.
Durante esta visita, y pese al actual estado de emergencia, que obliga a reducir al mínimo el equipo humano para los operaciones, la sonda estará en constante comunicación con nuestro planeta. No solo para que su equipo en tierra compruebe que todos sus sistemas funcionan correctamente y el cambio de trayectoria se ajusta según lo previsto, sino para poner a prueba sus instrumentos, tomando datos al menos de 8 de ellos (los otros tres están actualmente cubiertos por el módulo de transferencia).
Este es el caso, por ejemplo, el espectroscopio PHEBUS que "utilizará la Luna como objetivo de calibración para luego producir mejores datos una vez en Mercurio. También queremos hacer algunas mediciones del viento solar y su interacción con el campo magnético de la Tierra. Sin embargo, en esta fase los instrumentos se activan sobre todo con fines de prueba y calibración. Si además podemos utilizar los datos para investigación científica, tanto mejor", explica el científico Johannes Benkhoff.
Con o sin virus, el mundo sigue girando y la exploración espacial continúa adelante. Este 10 de Abril la BepiColombo visitará un mundo muy diferente al que conocía cuando despegó de el, hace casi dos años. Esperemos que cuando llegue a su destino, a finales de 2025, todo haya regresado a esa normalidad que antes veíamos con ojos críticos y ahora añoramos hasta cierto punto.
La Tierra y la Luna vistas por una de las tres cámaras destinadas a tomar autorretratos de la propia sonda, pero que a principios de Marzo captó a la Tierra y La Luna desde unos 14 millones de kilómetros de distancia. La calidad es mínima, ya que está pensada para la toma de imágenes cercanas de la misma BepiColombo y no para observaciones astronómicas lejanas, pero igualmente resultan fascinantes.
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